¨El riesgo viene de no saber lo que estás haciendo¨ Warren Buffet
Para un gestor de fondos, conocer la desviación de rentabilidad de su cartera respecto al índice que se haya marcado como referencia es fundamental. Cualquier dato es bienvenido de cara a obtener mayor información sobre la cartera y la forma en la que es gestionada.
En este ámbito, el tracking error es la medida más utilizada para analizar las desviaciones de rentabilidad de una cartera respecto a las de su índice de referencia (Benchmark). Cuanto mayor sea el tracking error más activa es la gestión y mayor es el riesgo relativo que se está asumiendo. Por lo tanto, si el tracking error es alto, menores serán las posibilidades de seguir al benchmark y viceversa, si el tracking error es bajo, la probabilidad de que el compartimiento de la cartera sea similar al Benchmark es mayor.
El método más habitual de cálculo consiste en elaborar una serie de datos mensuales con los diferenciales de rentabilidad respecto al benchmark y calcular la desviación típica de dichos diferenciales a lo largo del periodo elegido (habitualmente 36 meses). Es decir, realmente estamos calculando la volatilidad de las desviaciones respecto al índice.
Los fondos indiciados tienen un tracking error cercano a 0 ya que su objetivo es mantener unas desviaciones mínimas respecto al benchmark. Los fondos con un tracking error superior se asocian a carteras gestionadas de forma activa, con un mayor objetivo de rentabilidad que se puede conseguir mediante una exposición a activos diferentes a los contenidos en el benchmark, mediante carteras más concentradas, o simplemente alternado los pesos de los activos incluidos en el índice de referencia.
A la hora de interpretar estos datos, debemos tener en cuenta que los datos dependerán siempre de la coyuntura económica en la cual nos encontremos y de la entidad gestora que mida o controle el tracking error. Aún así, podemos establecer unos intervalos para la interpretación del tracking error:
- Entre 0% y 2%, gestión pasiva.
- Entre 2% y 5%, gestión con algo más de riesgo, pero controlada.
- Superior al 5%, gestión activa.
Debe quedar claro que el tracking error es únicamente una medida de riesgo que no refleja por si sólo la calidad de la gestión, siempre debe ser complementada por alguna medida de rentabilidad. Es frecuente encontrar fondos con un tracking error mínimo que pierden sistemáticamente respecto a su benchmark.
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