Nota especial
Situación de mercado 28.02.2020
Como consecuencia del comportamiento de los mercados financieros, a partir de la segunda mitad del mes de febrero, a causa de la crisis sanitaria por la aparición y propagación del Coronavirus (que ha monopolizado la atención en las últimas semanas), y por el generalizado “miedo sobre el miedo” instalado en la comunidad inversora, nos dirigimos, a través de esta nota, a nuestros clientes para abordar cuál es la importancia de estos acontecimientos.
En este momento, el miedo es la principal amenaza económica y se está viendo reflejado en el comportamiento de los mercados financieros. Los índices de renta variable registran fuertes caídas que en algunos casos registran el doble dígito.
- S&P 500 -7,80% (Estados Unidos)
- Euro Stoxx 50 -10,64% (Eurozona)
- Topix -8,91% (Japón)
- MSCI Emergentes -7,54% (países emergentes)
*Rentabilidad acumulada en 2020 a 28.02.2020
La epidemia de coronavirus (COVID-19) está alterando a corto plazo las dinámicas de oferta y la demanda en la economía global, dado que China representa alrededor del 25% de la industria mundial.
Pero no debemos obviar las medidas de estímulo en Asia, que no son únicamente patrimonio de China y alcanzan a un colectivo de países que, de forma no coordinada, pero si coincidente están adoptando medidas de corte expansivo. Así como la paulatina normalización de la actividad económica en China.
Poniendo el coronavirus en contexto
La evolución del coronavirus fuera de las fronteras de China marcará el devenir de los mercados y, desgraciadamente, estamos ante una cuestión que no admite previsiones certeras ni a corto ni a medio plazo.
Ante el elevado grado de incertidumbre, resulta más valioso exponer la importancia económica de los países y sectores más afectados por la enfermedad.
En primer lugar, se impone abordar cuál es la relevancia económica de los principales países afectados por los temores relativos al coronavirus. En 2019, las tres principales economías mundiales explicaron el 47,4% de un PIB global que ascendió a 87.000 mm. $, dividiéndose dicho porcentaje de la siguiente forma: 25% EEUU (21.743 mm. $), 16,4% China (14.230 mm. $) y 6,1% Japón (5.289 mm. $). Afortunadamente, entre las principales potencias mundiales, EEUU seguiría quedando al margen de la crisis sanitaria, aunque se contabilicen algunos casos de coronavirus en el país, y su economía se muestra saludable, como así será recordado hoy por el avance de la confianza de los consumidores.
Luego, las cifras que importan son las relativas a Asia, donde se concentra la crisis sanitaria. Los emergentes asiáticos suman casi el 23,5% del PIB mundial y las naciones desarrolladas del área (Corea del Sur, Taiwán y Singapur) otro 9%. De forma que, en conjunto, el área más expuesta a los actuales riesgos sanitarios explicaría cerca del 33% del PIB global.
No obstante, lo más importante es que los países citados han explicado algo más de la mitad del crecimiento global en los últimos años y, además, conforman la gran fábrica del mundo.
En cuanto a Europa, la crisis sanitaria ha golpeado de lleno a Italia; país que ya atesoraba una de las economías más débiles del continente y, de hecho, su PIB en términos interanuales se encuentra estancado y sus niveles del 4tr19 eran ligeramente inferiores a los registrados a finales de 2017. En este sentido, el PIB transalpino entraba en 2020 con un efecto arrastre negativo del -0,2%, en otras palabras, si sus datos de PIB permanecieran estancados durante todo el año respecto a las cifras del 4tr19, su economía decrecería un -0,2% en el presente año.
El problema para la Eurozona radica en que Italia representa la tercera economía del área, al explicar cerca del 15% de su PIB y sumar 1,7 billones € en 2019, y ésta se ve abocada al retroceso de la actividad en el 1tr20 como consecuencia de los últimos acontecimientos que lastrarán, al menos, el comportamiento del sector turístico. Un sector estratégico para el país como demuestran sus cifras. Por ejemplo, en 2018, el saldo positivo del turismo en la balanza de pagos alcanzó 16.228 mill. € que resultaron equivalentes al 1,4% del PIB.
La caída del turismo pasará factura a la economía italiana, si bien al resto de los socios europeos debe importarles más las potenciales disrupciones en la industria transalpina: la segunda mayor de Europa. La industria manufacturera de Italia representa un sector de más de 260 mm. € que explica el 15,5% del PIB nacional, si bien la clave para sus socios europeos estriba en que casi un tercio de su producción son bienes intermedios.
En conjunto, los datos evidencian que la crisis sanitaria pasará factura a la actividad global en el corto plazo, si bien otra cuestión es saber en qué cuantía ya que antes habría que tener alguna certeza sobre el desarrollo futuro de la enfermedad. Por lo tanto, el sentido común recomienda cautela antes de lanzarse a plantear escenarios alarmistas ya que existen motivos para la esperanza, a pesar de lo preocupante de la situación. La mortalidad causada por la enfermedad es relativamente baja y, además, aunque ahora se centren las miradas en Italia, los últimos datos de nuevos contagios en China resultan positivos. Unos datos que eran verificados por la Organización Mundial de la Salud, la cual calificaba de real el descenso de los nuevos infectados por coronavirus en China.
No obstante, tampoco podemos negar que las medidas tomadas para contener el virus tienen y tendrán su coste económico, también en países como Italia. Ahora bien, de remitir la crisis sanitaria, la salida de la economía mundial podría ser bastante fuerte a la sombra de la proliferación de estímulos.
En el momento actual, todo el mundo parece mirar a Europa y restando cierta importancia a las noticias positivas procedentes de China, pues también hay quien las pone en duda. No obstante, las cifras oficiales chinas dibujan una recuperación esperanzadora, con un aumento de trabajadores los que han dejado ya sus poblaciones de origen y han retornado a sus puestos en los grandes centros económicos del país. Además, el flujo diario actual de retorno a las grandes ciudades.
Para concluir, con todo lo anterior, cabe esperar que el crecimiento económico para 2020 esté en niveles similares a 2019, a pesar de que tan sólo hace unas semanas habláramos de un crecimiento mayor.
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Autor: DANIEL RODRÍGUEZ-SAHAGÚN – Gestor de Carteras