Semana de datos y resultados
La sesión del jueves estaba marcada por la avalancha de resultados en ambos lados del Atlántico. En EEUU, destacaban los resultados del 2tr17 de Verizon, que igualaban las previsiones (1,32 $/acción), y los de Facebook, que se situaban por encima de lo estimado (1,32 $/acción vs. 1,13 $ prev.) y le valían a la empresa para vivir un inicio de jornada francamente positivo que, finalmente, se iba apagando.
Un comportamiento que era extrapolable a la mayoría de los índices estadounidenses, destacando las caídas del Nasdaq durante la tarde, que le llevaban a ceder hasta 6.382 puntos (-0,63%) ante unos inversores que optaban por recoger beneficios.
Por el contrario, los parqués europeos alternaban el color verde y el rojo, contrastando la subida deIbex(+0,26%) con el retroceso del Dax (-0,76%). Así, el primero se beneficiaba de los resultados de Repsol (496 mill. € vs 422 mill. prev.) y las cifras de Telefónica, cuyo beneficio neto atribuible ascendía a 1.600 mill. € en el 1sem17 (+28,9%), si bien el interés estaba en el avance de sus ingresos y, sobre todo, en el aumento de la estimación de la compañía para los mismos en 1,5% para 2017.
Por su parte, el índice de la bolsa de Frankfurt se veía lastrado por Deutsche Bank, cuyas acciones caían un -6,48% ante el comportamiento peor de lo previsto de sus ingresos en el 2tr17 (6.616 mill. € vs. 7.146 mill. prev.). Además de las informaciones corporativas, la sesión venía acompañada por la publicación de datos relevantes. En nuestro país, el destacado descenso de la tasa de desempleo hasta 17,2% en el 2tr17 era el aspecto que ocupaba todos los titulares pero no el más importante, debiendo centrar la atención en el comportamiento de los ocupadosdespués de su evolución disonante respecto a lo apuntado por las afiliaciones a la Seguridad Social en los últimos trimestres.
En el pasado, los ocupados aumentaban en 375.000 y dejaban atrás los descensos que dominaron en el 1tr17 y en el 4tr16, tendiendo a converger con el comportamiento más positivo de las mencionadas afiliaciones. No obstante, con independencia de la disonancia entre estadísticas, lo cierto es que los 18.813.300 ocupados arrojados por la EPA suponían igualar las cifras de otoño de 2010 y el dinamismo de su crecimiento (2,8% a.) confirmaba el buen momento del empleo.
La anterior circunstancia era la gran referencia a tener en cuenta y, no tanto, la fuerte caída del número de parados que en el 2tr17 ascendía a -340.700 personas hasta situarse en 3.914.300(-14,44% a.), dado que este comportamiento podría deberse a un aumento de la población desanimada en determinados ámbitos.
De hecho, respecto al 2tr16, la población en edad de trabajar descendía sólo en -32.100 personas frente a la caída de los activos en -148.000, siendo la respuesta a esta situación el aumento de la inactividad que podemos ligar a la expulsión de determinados colectivos del mercado laboral. Junto a las cuestiones enunciadas, una vez consolidada la fase de recuperación, también se impone analizar la calidad del empleo creado.
A este respecto, destaca el tímido avance de los autónomos (+0,3% a.) frente al dinamismo de los asalariados (+3,31% a.), sobresaliendo en este segundo caso el elevado peso de las contrataciones temporales.Dichas contrataciones crecían a un ritmo del 7,67% a. y representaban 299.700 en el último año frente al repunte del total de asalariados en 502.500.
En total, al cierre del 2tr17, 4,2 mill. de asalariados tenían un contrato temporal, la cifra más alta desde 2008, con la temporalidad subiendo más de un punto sobre el año pasado hasta el 26,8%. En cuanto al conjunto de la UEM, el BCE publicaba la evolución del agregado monetario M3 en el mes de junio, el cual aceleraba ligeramente hasta 5,0% a.
Así, la atención se desplazaba a las contrapartidas del crédito, pues los préstamos a empresas no financieras desaceleraban cuatro décimas hasta 2,1% a.afectados por el flujo negativo de -18 mm. € en el mes. Un dato que se estaría viendo afectado por el mayor uso por parte de las empresas de la financiación vía mercado, diluyendo su importancia a la espera de la confirmación de su debilidad.
Por su parte, el crecimiento de los préstamos a hogares se habría mantenido en 2,6% a. En EEUU, las órdenes de bienes duraderos sorprendíany escalaban un 6,5% m. en junio, según las cifras preliminares, apoyándose en los pedidos de aviones comerciales (131,2% m.).
Una vez eliminado el efecto del equipo de transporte, el avance era únicamente del 0,2% m., que no copaba las expectativas. Luego, ante unos pedidos aeronáuticos que se normalizarán en julio, debíamos quedarnos con la segunda cifra con el fin de restar ruido a los datos; ejercicio que permitía descubrir la tendencia de fondo a la baja, si bien la inercia favorable existente todavía hacía que las órdenes de bienes duraderos sin equipo de transporte aumentasen un 3,2% trim. a. Así, “una vez limpiados los datos”, las cifras no eran tan buenas, aunque tampoco debemos menospreciar la importancia del buen desempeño del sector aeronáutico, ante el efecto arrastre sobre la industria y, en conjunto, de la actividad de EEUU.
Por otro lado, conocíamos el avance de la balanza comercial de EEUU de junio, el cual indicaba que el comportamiento de las exportaciones de bienes habría sido positivo(+1,4% m.) debido al buen tono del sector agroalimentario (+5,0% m.) y de los bienes de capital (+2,1% m.). En cuanto a las importaciones de bienes, éstas descendían en un -0,3% m. por segundo mes consecutivo arrastradas por el deterioro de los suministros industriales que podemos ligar al abaratamiento de determinadas materias primas.
El resultado final de estos datos era el estrechamiento del déficit comercial estadounidense hasta -63,9 mm. $, restando presión a las negociaciones emprendidas por las autoridades americanas. De vuelta a los mercados, el avance de las órdenes y de las exportaciones en EEUU, junto con la mejora de indicadores de actividad como el de la Fed de Chicago, ayudaban a apuntalar el rebote de la rentabilidad de los treasuries.
En los T-Notes, las ventas iban de menos a más y, si bien se frenaban durante la madrugada, llevaban al 10 años hasta 2,3014%, en un día en el que el dólar se apreciabahasta 1,1695 EURUSD. Por el contrario, en el Viejo Continente, los bonos españoles e italianos a diez años sufrían recortes (-4,1 p.b. hasta 1,507% y -3,5 p.b. hasta 2,095%, respectivamente), con la deuda transalpina “saliendo indemne” tras el último informe del FMI, que instaba a los bancos italianos a tomar medidas adicionales para reducir su exposición a los préstamos morosos.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio
Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama