Desde que en 1993 surgiera el primer ETF en Estados Unidos, son muchas las dudas y preguntas que han ido surgiendo acerca de este producto de inversión, hoy os contamos como funcionan y en que se diferencian del resto de productos existentes en el horizonte de inversión internacional. Un ETF (Exchange-Traded Fund) o fondo de inversión cotizado, es un producto que combina ciertas características de las acciones y de los fondos de inversión. Como fondo de inversión, un ETF invierte en un conjunto diversificado de activos, sin embargo, a diferencia del resto de los fondos, un ETF cotiza en bolsa, del mismo modo que las acciones, por lo que puede comprarse y venderse en cualquier momento. La mayoría de los ETFs replican un índice de referencia o tienen como objetivo seguirlo muy de cerca, y, en ese sentido, tienen un proceso de inversión similar a los fondos indexados. La estrategia utilizada para replicar el índice de referencia es variada y oscila desde la réplica física, o compra de las mismas acciones o valores que están presentes en el índice de referencia, o un subconjunto de éstos, hasta la réplica por derivados. Los ETFs nos ofrecen, entre otras ventajas, acceso a una inversión diversificada a un bajo coste. Las comisiones de gestión asociadas a los ETFs suelen ser comparativamente más bajas que las que podemos encontrar en otros fondos de inversión. La baja comisión está justificada dado que el objetivo de gestión de dichos fondos es el seguimiento pasivo de un índice, frente a la gestión activa que, se supone, realizan los fondos tradicionales más caros. Sin embargo, aunque sean un producto especialmente de moda, en un momento en el que el debate entre gestión activa y pasiva está candente, la inversión a través de estos instrumentos tiene sus propios riesgos y no es recomendable sin un análisis pormenorizado de cada uno de los instrumentos en los que vamos a invertir. Dejaremos la evaluación de las características propias de cada ETF para un artículo posterior y nos centraremos en la que creemos más importante, la liquidez. Que un ETF sea cotizado no implica que dicha cotización refleje necesariamente, en cada momento, el valor de los activos subyacentes (o del índice de referencia). Por ello un factor muy relevante a la hora de decidirnos por invertir en un mercado a través de ETFs, o por un ETF en concreto frente a otro, es si existe un volumen de transacciones diario suficiente y si el spread o diferencia entre el mejor precio de oferta y de demanda es suficientemente bajo. Además deberíamos tener en cuenta si el tipo de valores en los que invierte el ETF son, a su vez, suficientemente líquidos para asegurarnos que en el caso de un movimiento adverso de mercado vamos a poder vender a un precio razonable. La conclusión, es que la inversión a través de estos instrumentos no debería realizarse sin un conocimiento profundo de los mercados y de todos los riesgos asociados a su utilización. En imdi funds tenemos como objetivo invertir en los mercados a través de los instrumentos más eficientes. En algunos mercados, la inversión a través de ETFs es la opción más eficiente, es por ello que una parte relevante de las carteras de nuestros compartimentos se invierte a través de estos instrumentos. Sin embargo, nuestro equipo de gestión realiza un análisis en profundidad tanto de los mercados como de los instrumentos en los que invierten. A través de cada uno de nuestros 4 compartimentos, nuestros clientes estarán no solo obteniendo un producto de inversión al menor coste, tan solo un 0,7% de comisión de gestión, sino que estaremos obteniendo una exposición internacional de nuestra inversión de la forma más eficiente. ¡Eficiencia, flexibilidad y diversificación, todo ello al menor coste!. Descúbrenos Equipo de imdi funds
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