Preocupación del BoE por el Brexit
La sesión del jueves venía marcada por la reunión del BoE como principal acontecimiento en el Viejo Continente. La institución acordaba por seis votos a favor y dos en contra (Saunders y McCafferty) el mantenimiento del tipo oficial de interés en 0,25%.
De forma que el bando más laxo del banco británico ganaba fuerza respecto a su último encuentro, lo cual no restaba interés a la actualización de sus previsiones recogidas en el Informe de Inflación. Las predicciones del BoE se sustentaban enque las decisiones de los hogares y las empresas tendrían en cuenta un ajuste suave de las relaciones con la UE. Un supuesto que, en el momento actual, “parece mucho decir” y, especialmente, cuando el propio BoE apunta que en 2020 la inversión en Reino Unido será 20 p.p. inferior a la proyectada antes del sí al “Brexit”.
Con independencia de nuestra opinión, lo cierto es que la entidad revisaba a la baja las previsiones del PIB para 2017 (de 1,9% a 1,7%) y 2018 (de 1,7% a 1,6%), manteniéndose sin variaciones la relativa a 2019 (1,8%). Respecto a la inflación, únicamente se elevaba la proyección de 2017 (desde 2,6% hasta 2,7%) y se dejaban intactas las de los dos años siguientes en 2,6% y 2,2%, respectivamente.
El “Brexit” está muy presente en las decisiones del BoE, aunque desde la entidad se recuerda que están muy cerca de sus posibilidades en cuestiones como el apoyo al empleo y la actividad. En este contexto, la libra esterlina se depreciaba más de un 0,6%hasta 1,3137 GBPUSD. Sin embargo, los movimientos de la moneda oficial británica compartían protagonismo con los de la corona checa, que llegaba a apreciarse un 0,77% frente al euro tras la decisión del banco central de la República de subir el tipo oficial de interés por primera vez desde 2008 (+20 p.b. hasta 0,25%), lo cual ayudará a alimentar el debate sobre el cambio de ciclo en la política monetaria de los países desarrollados. Finalmente, el avance se reducía al 0,22% hasta 26,043 EURCZK.
El contrario, el PMI compuesto del agregado de la Eurozona retrocedía ligeramente hasta 55,7 puntos (56,3 ant.), si bien los resultados de la encuesta continuaban dibujando un escenario optimista desde el punto de vista empresarialde la UEM, alineándose así con el buen registro de las ventas minoristas de la zona euro que, en junio, sorprendían al repuntar un 0,5% m. y 0,9% trim.
En EEUU, las contradicciones entre los PMI y los ISM tomaban fuerza en julioy destacaban en el ámbito de los servicios, con el primero avanzando cinco décimas hasta 54,7 puntos y el segundo retrocediendo -3,5 puntos hasta 53,9 debido al destacado ajuste en áreas claves como la actividad y los pedidos.
Sin embargo, esta situación no debe llevar a sobre-reaccionar y estos desajustes debemos tomarlos como sinónimos de crecimientos algo por debajo del potencial (2%). Por otro lado, los pedidos industriales registraban su mayor aumento de los últimos ochos meses en junio (3,0% m.), si bien tal movimiento respondía a la fuerte aportación de la partida de aviones.
Ello también era extrapolable a las cifras finales de órdenes de bienes duraderos, que mostraban un tono débil al excluir las partidas de transporte (0,1% m.). En las bolsas, los selectivos del Viejo Continente iban de menos a más y, pese a que el Dax alemán cerraba en números rojos (-0,22% hasta 5.130 puntos), el resto de parqués europeos se anotaban ganancias (+0,33% para el Ibex y +0,46% para el Cac). En EEUU, el S&P500 evolucionaba a la baja lastrado por el sector energético (-1,04%), que ponía en valor el comportamiento del crudo.Este último más que perdía el terreno ganado durante la jornada, después de conocerse que Nigeria habría firmado acuerdos con Shell y Chevron para desarrollar proyectos que aumentarían la capacidad petrolera del país, situándose el WTI en 49,46$ y el Brent en 52,45$. En relación a la deuda pública, las referencias periféricas se desmarcaban de las alemanasy, tras alternarse las compras y las ventas durante la sesión, los bonos a diez años españoles y portugueses cerraban prácticamente planos (1,452% y 2,859%, respectivamente).
En un día con nuevas noticias positivas para Grecia, pues la mejora del país habría permitido al BCE reducir en 1.600 mill. € la dotación de liquidez a la banca helena vía ELA. Por último, el 10 años alemán retrocedía -3,3 p.b. hasta 0,453%, mientras que su homólogo estadounidense hacía lo propio hasta 2,23% (-3,7 p.b.).
Las cifras del mercado laboral de EEUU serán la gran referencia del día, si bien las primeras referencias nos llegarán desde el Viejo Continente. En Alemania, las órdenes industriales de junio dejarán un buen sabor de boca y confirmarán la inercia positiva del sector industrial germano, el cual se beneficia de la inercia positiva de la actividad europea y la aceleración del crecimiento global.
Una cuestión, ya apuntada por el tono positivo de indicadores adelantados como el IFO o PMI manufacturero. En julio, las nóminas estadounidenses desacelerarán hasta 185.000, de acuerdo con nuestra previsión,aunque continuarán en niveles elevados.Sin embargo, cabe señalar que más relevante será la evolución del subempleo (esperamos que sea favorable) y la población activa, apuntando una menor capacidad ociosa.
No obstante, los inversores se quedarán con la moderación del aumento de los salarios hasta 2,4% a y cualquier posible revisión en este campo. De momento, los costes laborales del segundo trimestre nos recordaron que los salarios siguen sin comportarse como cabría esperar en una economía cercana al pleno empleo dándose sólo avances de importancia en ámbitos como el sector financieros y las tecnologías de la información donde se detecta una mayor escasez de personal cualificado. Autores: Intermoney Análisis y Estudio
Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama