Preocupación con el euro
Las actas del último encuentro del BCE eran el plato fuerte de la sesión, aunque sus grandes titulares se circunscribían simplemente a las preocupaciones mostradas hacia la apreciación del euro. Dichas actas reflejaban que se había tratado el riesgo respecto a que la divisa comunitaria continuase apreciándose, ante las trabas que esto supone para alcanzar las metas inflacionistas.
Un hecho que no admite debate ya que un euro más fuerte abarata los bienes importados, entre los cuales, tiene un importante peso las materias primas y ciertos bienes de consumo duradero. La anterior cuestión no debe confundirse con el impacto que el fortalecimiento del euro puede tener sobre la actividad de la zona euro.
En este caso, no debemos centrarnos simplemente en la apreciación nominal del 12,8% frente al dólar desde principios de año o el repunte del +5% experimentado frente a las divisas de los 38 principales socios comerciales de la UEM ponderadas por la relevancia de los intercambios.
Así, lo adecuado es ir más allá y, por ejemplo, partiendo de la paridad de poder adquisitivo y en base a los cálculos tomados de Bloomberg, podemos señalar que el euro está infravalorado en cerca de un 2% respecto al billete verde y que el nivel de equilibrio rondaría la cota de 1,20. En otras palabras, los actuales niveles del euro todavía seguirían favoreciendo la actividad en la Eurozona.
Por otro lado, las actas de la reunión de julio confirmaban que la prioridad del BCE en dicho momento fue evitar malentendidos y la generación de expectativas erróneas por parte de los mercados, explicando su tono continuista. De manera textual las actas apuntaban: “Se ha considerado primordial, en este momento, evitar mandar señales que pudieran resultar prematuras”.
De vuelta a la inflación de la UEM, ayer se conocía el dato final de julio que no daba sorpresasal confirmar su estabilidad a nivel agregado en 1,3% a., gracias a la ligera mejora en el ámbito subyacente(+1,2% a.) que compensaba la corrección en la componente de alimentos desde +1,0% a. hasta 0,6% a. Por otro lado, cabía resaltar la estabilidad de la inflación de servicios en 1,6% a. y el ligero repunte de la vinculada a los bienes industriales no energéticos durante los últimos meses.
La agenda macro era completada por la balanza comercial de juniodel agregado de la zona euro. Un indicador que, en términos mensuales, revelaba cifras negativas tanto de importaciones (-4,1% m.) como de exportaciones (-1,9% m.), si bien éstas debían ser puestas en contexto. En ambos casos, la corrección se producía después de tocar máximos históricos en mayo y su comportamiento debería interpretarse dentro de una lógica normalización.
De hecho, en el 1S17, las exportaciones de la UEM avanzaban un 7,9% y las importaciones un 11,6%, señalando un comercio dinámico. Una situación extrapolable al comercio dentro de la zona euro, que descendía un -2,0% m. en junio pero que acumula un repunte del 7,5% en el conjunto de 2017. Por otro lado, en Reino Unido, las ventas minoristas de julio sobrepasabanla estimación de los analistas y aumentaban un +0,5% m, aunque en términos interanuales debía tenerse en cuenta que se pasaba de un avance del 3,0% a otro del 1,5%.
Asimismo, no podemos obviar la revisión a la baja en tres décimas de las cifras de julio (de +0,9% m. a +0,6% m.) que ayudó a la sorpresa de la tasa mensual en el pasado mes. Respecto a EEUU, sólo cabía destacar los datos de producción industrial que en julio encadenaba el sexto mes en positivo que permitían que registrase un avance del +2,2% a. Con todo, el dato era engañosamente positivo ya que la actividad manufacturera, la cual representa el 78,5% del sector, registra un comportamiento más errático y discreto como se reflejaba en su caída del -0,1% m. y su avance del +1,2% a.
Así, en lo referente a julio, las utilities (+1,6% m.) se encargaban de embellecer el dato, mientras que en el conjunto del año lo hacía la actividad minera (+0,5% m. y 10,2% a.). El anterior hecho estaba muy vinculado al revivir de los hidrocarburos no convencionales, si bien las limitaciones al alza del crudo son evidentes y esto explica que en agosto el número de pozos activos de gas y petróleo se haya reducido en 9 respecto a finales de julio. En otras palabras, la actividad minera no apoyará las cifras industriales de EEUU en el corto plazo y debemos prepararnos para unos datos “más flojos” en agosto.
Por otro lado, las peticiones semanales de desempleo caían en 12.000, situando la cifra total en 232.000, según el Departamento de Trabajo. En clave bursátil, las bolsas europeas cerraban con descensosy mientras el Eurostoxx se dejaba un -0,6% (3.461), el Ibex 35 cedía un -0,9% (10.443) ante los recortes en el sector financiero.
En EEUU, las plazas se movían de manera similar a las europeas y el S&P 500 caía un -0,8% (2.453). Las ventas en la renta variable se veían correspondidas por las compras en la deuda soberana que llevaba a rentabilidad del Bund alemán a 10 años a 0,426% (-1,9 p.b), mientras que el T-Note al mismo plazo coqueteaba con el 2,20% (-1,3 p.b) a media tarde. Para acabar y en clave nacional, la deuda de las AAPP alcanzaba los 1,138 billones de € en junio, lo que representa un aumento 13,9 mm. € respecto al mes anterior, hasta alcanzar el 100,03% del PIB.
La deuda pública acumulaba dos meses consecutivos de aumentos tras incrementarse en 7,8 mm. € en mayo. Asimismo, el endeudamiento de las administraciones públicas respecto a junio de 2016 creció en 31,8 mm €, (+2,9% a.). Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama