Los guiños del miércoles hacia un acercamiento de las posturas comerciales de China y EEUU daban respaldo a un día positivo en las bolsas durante la jornada del jueves. La reunión del embajador chino en EEUU, Cui Tiankai, y el secretario de Estado estadounidense, además de las declaraciones del primero, permitían presagiar el inicio de una senda hacia la resolución de las diferencias entre ambas potencias y eclipsaban las declaraciones del asesor de la Casa Blanca, Peter Navarro, quien auguraba que los aranceles comerciales se impondrán en un plazo de 60 días. En este entorno, el cierre positivo del miércoles de Wall Street daba la base para que los selectivos europeos experimentasen importantes subidas y, en el caso del Eurostoxx, éste repuntaba hasta los 3.430 puntos (+2,68%). Los avances bursátiles tenían continuidad en EEUU, donde el S&P500 se anotaba un +0,69% apoyándose en el sector de los materiales (+1,87%), mientras que las ventas imperaban en la deuda pública estadounidense y apuntalaban la rentabilidad del T-Note a diez años hasta 2,81%. No obstante, a primera hora del viernes saltaban las alarmas después de que la Casa Blanca emitiese un comunicado a última hora del jueves en el que anunciaba que el Ejecutivo estadounidense estaría elaborando un plan arancelario adicional de 100 mm. $. Para las importaciones procedentes de China. A primera hora de la mañana, las bolsas asiáticas se movían en negativo y mientras el CSI300 cerraba un -0,20% a la baja, el Nikkei se dejaba, a falta de cierre, un -0,15%. El ruido proteccionista se producía en una jornada en la que se conocía que la balanza comercial de EEUU registraba su mayor déficit desde el año 2008 (-57,6 mm. $) en el mes de febrero; un periodo en el que tanto las exportaciones como las importaciones avanzaban un 1,7% m. En términos desagregados, sorprendía la escalada de las importaciones de servicios hasta su máximo histórico de 47,8 mm. $, motivada por el pago de royalties y derechos de emisión por la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno. Luego, estaríamos ante una cuestión puntual que debería desaparecer en los próximos meses y permitir cierta mejora del déficit comercial de EEUU. Sin embargo, en clave negociadora, el dato importante era que las importaciones de bienes de EEUU aumentaban un 1,6% m. y un 11,0% a. Por su parte, el déficit de la balanza de bienes con China repuntaba en el acumulado de 2018 hasta -65.214 mill. $ frente a -54.270 mill. $ de 2017, lo que implica un aumento del 20,2%. En la Eurozona, las ventas minoristas avanzaban menos de lo previsto en febrero (0,1% m. vs. 0,5% prev.) ante el peor desempeño de los electrodomésticos y mobiliario del hogar (-0,7% m.) y las comprasonline (-1,8% m.). A este último respecto, cabe señalar una cuestión interesante en la serie como es el fuerte repunte de los datos en ámbitos como la venta por internet en el mes de noviembre (5,0% m.), vinculado a un fenómeno relativamente nuevo como las ventas del Black Friday y del Cyber Monday. Una circunstancia que todavía no se ajusta de forma adecuada e inyecta distorsiones más intensas de lo que esperábamos en las series de ventas. Por otro lado, el PMI compuesto de la UEM se situaba ligeramente por debajo de la estimación preliminar del mes de marzo (55,2 puntos vs. 55,3) y registraba su mayor caída de los últimos seis años (57,1 puntos en febrero). Unas cifras que debían de ser relativizadas, ya que se veían negativamente afectadas por factores como la climatología adversa, las limitaciones de suministros y mano de obra a corto plazo. Además, sus niveles serían consistentes con una tasa de crecimiento del 0,6% trim., la cual es más acorde con la realidad del área que el 0,8%-0,9% trim. apuntado por los PMIs meses atrás. Finalmente, en el terreno emergente, la reunión de política monetaria del Banco Central de India se saldaba con el mantenimiento del tipo de interés oficial en 6%, al tiempo que prevé un año de más a menos de la inflación. La entidad espera que el IPC indio desacelere desde 4,7%-5,1% en la primera mitad del presente ejercicio fiscal (que arrancaba el pasado 1 de abril) hasta 4,4% en la segunda mitad. En paralelo, la lira turca se depreciaba hasta su valor más débil desde la década de los ochenta (4,058 USDTRY) a causa de los temores hacia la generación de excesos en forma de elevado déficit por cuenta corriente como consecuencia del sobrecalentamiento de la economía de Turquía, lo cual conviviría con el riesgo político percibido en el país. Las fricciones comerciales que habían servido de excusa para los movimientos de los mercados de renta variable en niveles delicados desde la perspectiva estadounidense se podrían ver alterados en la parte final de la semana por el último comunicado de la Casa Blanca. Sin embargo, la realidad es que la vía negociada, sustentada en cesiones por parte de algunos de los grandes proveedores de EEUU, representa el escenario central y este hecho es el que está siendo constatado por las últimas declaraciones dentro y fuera de las fronteras estadounidenses. El embajador chino en EEUU volvía a abogar por la vía negociada que ya dejaba entrever el secretario de Comercio estadounidense el pasado miércoles. Así, la cuestión es que, antes de oficializarse este paso, se impone cerrar las grandes líneas de la renegociación del acuerdo NAFTA. Desde Canadá se habla de importantes progresos, mientras que se filtra el mayor interés estadounidense por acelerar los acuerdos con la vista puesta en las elecciones federales de Méjico del próximo 1 de julio. De los 30 capítulos a tratar, sólo 6 pueden considerarse prácticamente cerrados, aunque esto puede ser suficiente para dar forma a un acuerdo simbólico que permitiría centrar, posteriormente, los esfuerzos de EEUU en las negociaciones con China. Luego, el guiño realizado para su comienzo a finales de mayo resulta bastante creíble. Sin embargo, todavía no hemos abandonado la zona de peligro ante unos inversores que han tomado como excusa las tensiones comerciales para aflorar ciertas inquietudes, mientras miran más allá. La reforma fiscal de Trump ha supuesto una especie de crédito para prolongar la actual fase expansiva de la economía de EEUU a pesar de su madurez, ya que su origen se remonta a junio de 2009. Una madurez del ciclo que convive con unas valoraciones en las bolsas estadounidenses que generan algo de vértigo. Por ejemplo, si utilizamos el PER a modo de una aproximación rápida, podemos concluir que cifras de 21,38 para este indicador o de 27,68 del mismo en base a la media móvil de los beneficios de 10 años(en el momento de escribir este informe) se antojan elevadas. De hecho, en el segundo caso, debemos remontarnos al momento álgido de la burbuja puntocom para observar cifras bastante mayores. Sin embargo, lo importante no es tanto la comparativa con el pasado, sino qué podemos esperar del futuro para justificar estas valoraciones y es lo que empieza a hacerse cada vez más presente en el mercado. A día de hoy, no existe base para poder acotar una recisión en un momento determinado en EEUU, pero tampoco podemos negar que la actual fase expansiva alcanza los 103 meses y, de acuerdo con los registros existentes, la más larga de la historia estadounidense fue la iniciada a principios de los noventa y que se prolongó 120 meses. Un cóctel que se completa con la Reserva Federal en plena estrategia de salida, conjugando pasos restrictivos por una doble vía como es la reducción de su balance y las subidas de tipos que se proyecta alcancen niveles ligeramente restrictivos en 2020, según los miembros de la propia institución. Por lo tanto, resulta lógico que empiecen a observarse con más frecuencia episodios de volatilidad vinculados a cierto “mal de altura”, utilizándose cuestiones como las fricciones comerciales para que salgan a la luz las inquietudes de fondo. Unas inquietudes que, desde la perspectiva europea, también se vieron sustentadas por la moderación de un indicador muy seguido por los inversores como son los PMI. En la UEM, dichos PMI moderaban en febrero y marzo después de la sobrerreacción del paso del año y, también, afectados por la adversa meteorología, pero los mercados se quedaban con los recortes y no con los detalles. En suma, las tan traídas inquietudes, combinadas con los niveles que todavía nos encontramos, hacen que no podamos dar por superado el peligro en las bolsas. No obstante, seguimos manteniendo que, a lo largo del 2tr18, algunas de las excusas esgrimidas para sacar a la luz ciertas preocupaciones de fondo, como las fricciones comerciales, acabarán perdiendo vigor e, incluso, podemos asistir a un acercamiento de posturas que resultará favorable para las bolsas. Todo ello, mientras la expansión económica continúa, aunque las cifras en ambos lados del Atlántico pueden verse afectadas por la adversa meteorología durante el 1tr18. En EEUU, el predictor de la Fed de Atlanta modera hasta apuntar un avance del 2,3% trim. a., debiendo recordar que la situación de cierto enfriamiento de la economía en el inicio de un ejercicio no sería una situación nueva. De momento, el mercado laboral estadounidense seguirá dando una imagen saludable compatible con la moderación de la creación de empleo en marzo, mientras que las alzas de los salarios mínimos y la escasez de personal cualificado en ciertos ámbitos permitirán que las remuneraciones por hora crezcan a un ritmo del 2,7% a. como conoceremos hoy. Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama
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