¿Por qué me cuesta tanto ahorrar?
La temática del ahorro está a la orden del día. Casi a diario recibimos señales diseñadas para incitarnos a reservar parte de nuestros ingresos para el futuro.
Si no son alarmantes noticias sobre el futuro de la pensión pública en los medios, la imagen de un matrimonio feliz disfrutando de la jubilación en cada esquina de nuestra sucursal del banco, se encarga de recordárnoslo. ¿Pero por qué nos cuesta tanto dar el paso y comenzar a hacer algo de lo que nos beneficiaremos en el futuro? Varios motivos, equivocados, son los nos pueden estar frenándonos.
El primero es dar por hecho que tendremos suficiente con la pensión pública. Peligrosa consideración cuando está en duda la sostenibilidad del sistema de pensiones de la Seguridad Social y no cesan los avisos por parte del Banco de España sobre la necesidad de estar preparados para futuras rebajas de la pensión media garantizada.
La OCDE estima, en su último informe al respecto, que los jóvenes cobrarán hasta un 25% menos. El segundo es considerar que es demasiado pronto para embarcarnos en una misión que vemos tan lejana. Suena paradójico teniendo en cuenta que cuanto antes empieces menor será el esfuerzo de ahorro y mayor la posibilidad de sacar provecho de la rentabilidad del producto que contrates.
Habituarnos a reservar parte de nuestros ingresos de manera periódica facilita la tarea de ser constantes durante nuestra vida como trabajadores. Así mismo, a mayor largo plazo, mayor capacidad de asumir riesgo y apostar por productos con un mayor potencial de rentabilizar nuestros ahorros.
Puede que en tu caso, el problema sea que no encuentras en el mercado un producto suficientemente atractivo y seguro en el que depositar tus ahorros. Esto probablemente se deba a la tendencia de asociar el ahorro con los planes de pensión como única herramienta para llevarlo a cabo.
La iliquidez de estos productos (ahora reducida a 10 años) ha contribuido a la resistencia por parte del ahorrador de depositar un patrimonio del que no puede volver a disponer cuando lo desee. Sin embargo, existen muchas alternativas a este tipo de producto que siguen la misma filosofía y objetivo, siendo complemente liquidas e igual o incluso más rentables.
Los fondos de inversión, sin ir más lejos, no presentan las penalizaciones de rescate, ni la tributación por el total ahorrado durante la vida de un plan de pensión, otra de las condiciones que dañaba el atractivo del producto.
El desempeño dentro del sector por diseñar productos más afines a las necesidades del ahorrador, se suma a las señales que advierten la importancia que tiene estar preparados para compensar una pensión insuficiente, y poder hacer buen uso del estilo de vida que promete la jubilación.
La oferta de productos de ahorro en el mercado es cada vez mayor, presenta mejores condiciones de contratación, total transparencia, y mayor flexibilidad. Con el desarrollo tecnológico que está viviendo la industria encontramos ofertas más económicas y de mayor calidad, que nos permiten ir rescatando el capital necesario y adaptando las aportaciones periódicas a la capacidad de ahorro que nos permitan mantener las circunstancias, sin por ello descuidar el largo plazo.
Y recuerda que por muy pequeñas que sean la aportaciones, a mayor plazo mayor posibilidad de compatibilizar periodos de bonanza con fases de correcciones en los mercados financieros, y sacar provecho del rendimiento de nuestros ahorros durante la vida del producto. Hoy es un buen día para empezar a ahorrar.
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