¿Por qué España se equivoca si hablamos de ahorro?
El informe de Inverco que recoge el balance del ejercicio de la industria en 2016 revela un comportamiento heterogéneo por países en cuanto a la tasa de ahorro de familias europeas, que continúa en niveles históricamente bajos.
Uno de los motivos que podría explicar este fenómeno según el informe es la mejora económica, que junto a un entorno de tipos de interés prácticamente nulos, ha incentivado el consumo de los hogares. La salida de un periodo de recesión considerablemente largo, ha resultado en un aumento del gasto por parte de las familias que se vieron obligadas a reducir sus desembolsos en tiempo de crisis.
Esta situación que afecta a la comunidad Europea, a excepción de Francia y Alemania que siguen batiendo sus tasas de ahorro, es especialmente perjudicial para los países que cuentan con un porcentaje de ahorro financiero acumulado más bajo que el de la media, como es el caso de España.
Según los datos publicados en el informe, la media europea de ahorro financiero acumulado sobre PIB es de un 237%, frente al 186% de las familias españolas. Prueba de que aunque sigue creciendo el número de participes y las suscripciones a vehículos de inversión en España, la tendencia sigue siendo inferior a la que se está viviendo en el resto de países de Europa en los últimos años.
Si analizamos los datos por tipo de producto, cabe destacar que el porcentaje invertido en depósitos y efectivo a nivel nacional representa casi el 50% del ahorro, frente la 29,9% que presenta la media europea.
Del mismo modo, el 38% del ahorro europeo está depositado en Planes de pensiones y seguro, mientras que en España no alcanza el 16%. Esta preferencia a la hora de elegir los depósitos como el vehículo de inversión más adecuado para ahorrar, se podría explicar por la predominancia del perfil conservador y la aversión al riesgo que caracteriza al inversor español.
Teniendo en cuenta el escenario que presentan los tipos de interés, la asociación del ahorro a esta clase de productos es lo que podría estar frenando el ahorro, al no presentarse como fuente de optimización del patrimonio. A los planes de pensiones que están viendo mejoradas sus condiciones de contratación, para ofrecer más ventajas y atraer más inversores, su suman los fondos de inversión que constituyen también una buena alternativa como vehículo de ahorro a corto o largo plazo.
Prueba de ello, es que en Estados Unidos, los hogares norteamericanos duplican el porcentaje de propiedad en fondos respecto a los europeos gracias al uso de estos para canalizar sus ahorros de cara a la jubilación, así como la cobertura de gastos educativos.
En definitiva, a la falta de costumbre ahorrativa en España que revelan los datos, se le suma en muchos casos una elección poco acertada de un vehículo de inversión más adecuado. La oferta de productos es cada vez más amplia, y está en manos de la industria enfocar la inversión hacia el ahorro, con el fin de fomentarlo y presentar aquellos fondos que representan una alternativa de ahorro más flexible y rentable para el ahorrador.
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