Panorámica semanal: Tallín acapara todas las miradas
La última semana finalizaba en España con la publicación de los datos de empleo del mes de mayo. En el quinto mes de 2017, las afiliaciones a la Seguridad Social estacionalmente ajustadas avanzaban en 60.815 personas (3,87% a.) hasta situarse por encima de los 18.200.000.
Unos buenos datos que se unían al fuerte incremento del número de afiliados en el acumulado del año hasta mayo (349.301), el cual era muy superior al registrado en el mismo periodo de 2016 (213.176).
Más interés para los mercados deparaban las cifras del mercado laboral de EEUU. En mayo, las nóminas no agrícolas decepcionaban al aumentar tan solo en 138.000 (182.000 prev.) y verse revisadas a la baja en -66.000 las nóminas de los meses anteriores. Sin embargo, la tasa de desempleo mejoraba las previsiones al caer hasta 4,3%, aunque ello era resultado del descenso de la población activa en -429.000 personas.
De nuevo, los datos nos llevaban al debate sobre la capacidad ociosa laboral en EEUU, el cual cada día toma mayor complejidad sin que, esta vez, el mal tiempo nos sirviera de excusa. De hecho, el número de trabajadores que no podían desempeñar sus tareas por cuestiones climatológicas era de 35.000, cuando el promedio de mayo se sitúa en 51.000.
Por otro lado, también decepcionaba la estabilidad del avance de los salarios en el 2,5% a., contrastando con lo apuntado por el Libro Beige. Sin embargo, no se puede afirmar que la imagen del mercado de trabajo estadounidense sea negativa, dado que éste genera puestos de trabajo a un ritmo sólido pese a la madurez del ciclo económico y las nóminas aumentaban en 810.000 en el acumulado de 2016 (media de 162.000/mes).
De vuelta a la cuestión de la capacidad ociosa del mercado laboral en EEUU, el debate se traslada a la evolución de la población activa cuyas cifras en términos absolutos, abstrayéndonos de las oscilaciones mensuales, se sitúan en niveles máximos y lo hacen acompañadas por el avance del número de ocupados en 1,9 mill. en los últimos 12 meses hasta rondar 153 mill. (ajustado de estacionalidad).
La cuestión es que lo relevante son las cifras en términos relativos y la tasa de actividad descendía hasta 62,7%, en línea con el fuerte retroceso de la población activa ya señalado. La anterior circunstancia vendría a señalar un aumento encubierto de la capacidad ociosa laboral que sería apoyado por la estabilidad del ritmo de avance de los salarios en el 2,5% a.
No obstante, en otras ocasiones hemos señalado el impacto del retiro temprano de la generación del baby boom estadounidense que comprendería a las personas nacidas entre 1945 y 1965 y que siguen representando el principal activo laboral del país, a pesar de que algunas ya han alcanzado la edad de retiro.
En mayo, los empleados con 55 años o más sumaban (ajustados de estacionalidad) 35,17 millones de personas y superaban holgadamente al segundo grupo de edad con más empleados, el comprendido entre 25 y 34 años que alcanzaba 34,16 millones.
De forma que el colectivo de mayores de 55 años representaba el 23% de los 152,92 millones de empleados existentes en EEUU, si bien dicha cifra no recoge el total de los integrantes del baby boom ya que se extendería hasta las personas con 53 años.
Sin embargo, lo relevante es el grupo de mayor edad al situarse más próximo a su retiro y dada su situación financiera más holgada que la de otras generaciones y su número, no puede obviarse la posibilidad de que estén tendiendo a retirarse antes y que esto se refleje en cifras a la baja de la tasa de actividad.
Así, podría cobrar sentido la convivencia del descenso de la población activa, sinónimo de mayor capacidad ociosa en el mercado laboral, con el descenso de la tasa de subempleo hasta 8,4% que apuntaría lo contrario.
Respecto a los mercados, los inversores reaccionaban con fuertes compras en el mercado de T-Notes y llevaban al diez años a recortar su rentabilidad por debajo de 2,2% (2,16% a primera hora del lunes).
Por su parte, la mayoría de selectivos mundiales se decantaba por el color verde pese a la caída del precio del petróleo, si bien éste se daba la vuelta en el arranque de la semana y repuntaba con la escalada de tensión en el Golfo durante el fin de semana. En concreto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahréin anunciaban que iban a cortar sus relaciones con Qatar, alegando los primeros que lo hacían para para proteger a sus ciudadanos del terrorismo y extremismo.
Siguiendo con la semana que empieza, ésta quedará marcada por la reunión del BCE. Esta vez desde Tallín, el Consejo de la entidad no anunciará nuevas medidas, siendo lo importante los gestos y el cambio en su lenguaje.
Un cambio que será especialmente visible a la hora de referirse a los riesgos, pues éstos ahora serán calificados de equilibrados. Asimismo, será reseñable el tono positivo hacia el escenario de actividad, ante unos datos que han respaldado las favorables perspectivas hacia la UEM que atesoraba nuestro banco central el pasado marzo.
Las previsiones de crecimiento del BCE para la Eurozona no experimentarán grandes cambios en junio al recoger ya un escenario positivo (1,8% en 2017, 1,7% en 2018 y 1,6% en 2019). Así, no deberán confundirse los cambios observados en las expectativas de mercado con una actitud similar de nuestro banco central, dado que los inversores se mostraban más prudentes en marzo y su optimismo ha ido de menos a más.
Donde sí podrán darse mayores variaciones (en este caso, a la baja) será en las proyecciones de inflación, ya que los cambios en los supuestos técnicos recogerán el comportamiento a la baja del crudo y la mejora del euro en las últimas semanas. Una circunstancia que podrá limar ligeramente a las estimaciones de IPC del BCE, jugando a favor del mantenimiento de la generosidad por parte de la entidad.
No obstante, Draghi realizará cierto juego de equilibrios y restará importancia a este punto, a la vez que recordará que todavía es pronto para dar un paso atrás en los estímulos.
En EEUU, la próxima semana se darán a conocer las cifras finales de productividad no agrícola del 1tr17, las cuales continuarán en negativo en el periodo aunque mejorarán respecto a la primera estimación en línea con la revisión al alza del PIB. Asimismo, cobrarán interés los resultados de la encuesta Jolts, pues no sólo darán a conocer el número de empleos disponibles en EEUU, sino también la evolución de los trabajadores que, voluntariamente, deciden dejar su puesto de trabajo para buscar otro, ya que un aumento de los mismos puede asimilarse a un mercado laboral tensionado.
También se publicarán datos relativos a la industria estadounidense, como los pedidos industriales cuyo desempeño se espera más débil en abril en consonancia con las órdenes de bienes duraderos y la componente de nuevos pedidos del ISM manufacturero, que registraba en ese mes su peor registro desde diciembre.
De hecho, las cifras finales de órdenes de bienes duraderos confirmarán su descenso en abril debido al lastre de los equipos de transporte. En relación a Asia, el PIB final de Japón podrá sufrir una ligera revisión al alza en el 1tr17, después de conocerse la mejora del gasto en capital durante el mismo periodo (4,5% a. vs. 4,0% prev.).
Sin embargo, mayor atención reclamarán los datos provenientes de China, con las reservas internacionales aumentando por cuarto mes consecutivo en mayo (+15,5 mm. $ según el consenso de Bloomberg) y la balanza comercial (medida en yuanes) revelando unos importantes avances tanto en las exportaciones como en las importaciones en el mismo mes.
De nuevo, el tipo de cambio enturbiará los datos comerciales del gigante asiático. Tales datos chinos, junto con el repunte del IPC en mayo hasta 1,5% a. (según el consenso de Bloomberg) gracias a los menores descensos de los precios de los alimentos, verán la luz después de conocerse que el PMI servicios patrocinado por Caixin ascendía en el mismo mes hasta 52,8 puntos.
Así, pese a su buen comportamiento, preocupaba el desacople respecto a su homólogo del sector manufacturero (49,6 puntos en mayo), publicado el pasado viernes.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio
Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama