- Los datos conocidos el viernes servían para reforzar, aún más, los temores hacia el futuro atesorados por los mercados, después de que el saldo de las últimas reuniones del BCE y la Fed se entendiese como un aval a sus inquietudes. Los PMIs preliminares de marzo de la UEM y, en concreto, el manufacturero alemán con su caída hasta 44,7 puntos, volvían a echar por tierra las esperanzas depositadas en la reactivación de la economía de la zona euro. De hecho, daban forma a un escenario algo peor que no era diluido por la resistencia del índice de sector servicios, mientras que en Francia sus PMIs hacían presente que la inestabilidad social tendrá un precio económico.
- La anterior situación era rápidamente puesta en valor por los mercados con las ventas dominando en la renta variable y las compras dominando en la renta fija soberana del Viejo Continente. De hecho, el 10 años alemán se adentraba en terreno negativo al situarse en -0,015% y, dada la fortaleza del movimiento y los desafíos a corto plazo en Europa (entre ellos el “Brexit”), no podemos descartar que en un primer momento llegue a niveles próximos a -0,12% o, incluso, que el deterioro vaya a más y veamos los mínimos de -0,189-5 de 2016.
- Junto al anterior punto, lo llamativo de la situación y que evidencia la entidad de las dudas de los inversores a lo largo del mundo es el hecho de que malos datos en Europa hayan arrastrado también a los mercados estadounidenses. Una situación que, a partir del mediodía, se veía reforzada con los datos conocidos en el otro lado del Atlántico, entre ellos, el comportamiento peor de lo esperado de los PMIs con cifras de 52,5 en el indicador manufacturero (53,5 prev.) y 54,8 en el de servicios (55,5 prev.).
- A la postre, el aspecto que nos interesaba de los mercados estadounidenses no era sólo que las fuertes compras llevasen al 10 años hasta 2,44% y que el movimiento recomiende tener en meta el nivel de 2,3%, sino también el comportamiento de las pendientes. En el caso de la 2-5, su inversión se intensificaba hasta situarse prácticamente plana +0,001 p.b., mientras que la pendiente 3 meses – 10 años se situaba ligeramente en territorio negativo. Dicha pendiente es clave en el modelo de cálculo de probabilidades de recesión de la Fed de Nueva York que, en su última edición, reflejaba una probabilidad de recesión de 24,62% para febrero de 2020. Una cifra que casi se alineaba con el 25% estimado para el plazo de un año por el consenso de Bloomberg y que ha aumentado de forma importante en los últimos días.
- En el pasado, niveles como los expuestos para el índice de la Fed de Nueva York han sido sinónimo de la cercanía de una recesión. En esta ocasión, los fundamentales de la economía de EEUU hacen que debamos ser cautos con estos planteamientos, si bien desde la perspectiva del mercado lo importante es qué opinan los inversores y éstos se apoyarán en este tipo de referencias para pensar que el final del ciclo está más cerca.
- Ante este escenario, los indicadores de principios de semana pueden venir a alimentar la inestabilidad, debiendo tener presente que, en este momento, las ramificaciones de los malos indicadores en Europa pueden traspasar sus fronteras. Así, el lunes, deberemos estar muy atentos a los IFOs alemanes ya que, aunque el consenso de Bloomberg adelante una ligera moderación en marzo, la experiencia de los PMIs obliga a no descartar un peor comportamiento. De hecho, en IM situamos el índice de expectativas en 93 puntos.
- De la misma forma, las confianzas de la Comisión Europea, pese a la mayor estabilidad de los indicadores del sector servicios y de los consumidores, ofrecerán una imagen menos optimista del futuro próximo para la Eurozona. Luego, cobrará fuerza en un escenario en el que las comparecencias de miembros destacados del BCE serán seguidas con detalle. Unas comparecencias de las que esperamos el reconocimiento de la persistencia de la desaceleración económica, pero también la confianza en la recuperación apoyándose en el carácter expansivo de las políticas fiscal y monetaria en la UEM, junto con el respiro dado por el euro y el petróleo. Sin embargo, las palabras tranquilizadores ya no serán suficientes para unos mercados que demandarán hechos antes dejar atrás las dudas.
- En este contexto, las cifras preliminares de inflación de marzo perderán relevancia. Salvo en España, los IPCAs se caracterizarán por registrar una ligera desaceleración debido a las menores presiones vinculadas con los precios del tabaco (Francia) y de las actividades culturales y recreativas (Alemania). Así, más relevantes serán las cifras de ventas minoristas en España y Alemania, en cuyo caso deberemos quedarnos con las tendencias de fondo (tasas trimestrales) y no con los datos mensuales que, en el caso alemán, se han caracterizado por la volatilidad. De hecho, en Alemania y tomando perspectiva, el comercio al por menor evolucionará en consonancia con lo adelantado por las componentes del PMI servicios de marzo, las cuales denotaban que los precios de venta se hallarían en zona de máximos gracias a la solidez de la demanda doméstica y el avance de los salarios.
- En España, también conoceremos el PIB final del 4t18 que no debería dar sorpresas respecto a las tasas de crecimiento del 0,7% trim. y 2,4% a., pero sí en lo que se refiere a su composición. La estimación preliminar reveló un avance del 1,9% trim. de las exportaciones que choca con lo observado en los datos de balanza comercial, llevándonos a esperar en una situación como la vivida en el 2tr18 en la que todo cambiaba menos el dato de crecimiento. Asimismo, se publicarán las cifras finales de PIB de Francia del 4tr18, las cuales deberían confirmar el avance del 0,3% trim. gracias al apoyo de la demanda externa.
- En el ámbito político, las miradas volverán a centrarse en Reino Unido, donde el gobierno intentará someter el acuerdo del “Brexit” a una tercera votación. El problema es que, en principio, para que esto sea posible se necesitan cambios de cierta relevancia en la cuestión a votar y éstos no se han producido. Así que, primero, Theresa May deberá superar este obstáculo, al tiempo que combatirá las presiones en contra que intentan forzar su dimisión. Los todavía socios del Reino Unido han ofrecido el retraso de la fecha de desconexión entre Londres y Bruselas hasta el 22 de mayo, siempre y cuando los parlamentarios británicos ratifiquen el acuerdo de salida. De lo contario, se evolucionaría hacia un escenario más peligroso, en el que la extensión de la permanencia en la UE sólo se prolongaría hasta el 12 de abril.
- En EEUU, la senda de tipos dibujada por los miembros de la Fed y sus últimos movimientos en clave de balance también han alimentado las inquietudes de los mercados hacia el futuro, lo cual obligará a explicar bien el apoyo a un escenario de estabilidad de tipos en el corto plazo y la decisión de frenar el ajuste del balance para luchar contra las dudas en clave de fin de ciclo. Así, resultará interesante el posicionamiento de voces tradicionalmente “hawkish” de la entidad como Esther George y James Bullard.
- Los puntos en los que seguramente se apoyen los miembros de la Fed serán cuestiones como la continuidad de la confianza los hogares en cotas elevadas en marzo, en base al índice de confianza del Conference Board. Un dato que confirmará la superación del bache del paso del año. Asimismo, en la Fed tendrán muy presente la recuperación del gasto personal en enero (0,3% m.) tras las caídas de diciembre, mientras que el PCE central volverá a situarse en 1,9% a. en el primer mes de 2019.
- De hecho, el gasto personal confirmará que las cifras de diciembre eran más que dudosas, como también se encargará de señalar Jerome Powell. Sin embargo, este dato ya forma parte del pasado al igual que la revisión a la baja del PIB estadounidense del 4tr18 hasta 2,4% trim. a., según el consenso de Bloomberg. Una revisión que se verá muy influenciada por las cifras de demanda externa, como evidenciaron los datos de balanza comercial de diciembre en EEUU. No obstante,desde esta perspectiva, esperamos que el saldo comercial mejore en enero, tal y como se publicará el próximo miércoles.
- Los datos de comercio exterior en EEUU despertarán interés al darse a conocer en medio de una nueva ronda de negociaciones entre Washington y Pekín, si bien China también demandará su cuota de protagonismo de la mano de los datos. Las cifras finales de la cuenta corrietne del 4tr18 (54,6 mm. $, según el dato preliminar) recordarán la menor capacidad de financiación de la economía del gigante asiático en comparación con los saldos de 2008 (133 mm. $).
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.