- La semana pasada se cerraba con diversas cuestiones que conviene abordar antes de adentrarnos en exponer lo que sucederá durante los próximos. Principalmente, dichas cuestiones guardaban una gran relación con los datos publicados, los cuales eran de relevancia en Alemania. En concreto, conocíamos que la tasa de desempleo germana caía en marzo hasta su mínimo tras la reunificación (4,9%), mientras que las ventas minoristas, pese a desacelerar, volvían a aumentar en febrero (0,9% m.).
- También se publicaban el gasto en consumo francés de febrero (-0,4% m.) y las cifras de comercio minorista en nuestro país, las cuales reflejaban el mantenimiento del ritmo de avance de las ventas en 0,3% m. (en términos corregidos de estacionalidad y calendario) durante febrero. En Reino Unido, el PIB final del 4tr18 confirmaba la desaceleración del crecimiento hasta 0,2% trim., si bien el interés británico de la jornada no estaba tan relacionado con los datos.
- De hecho, la atención se volvía a postrar sobre el parlamento con la tercera votación sobre el “Brexit”, la cual se saldaba con un nuevo rechazo del Acuerdo de Retirada que Theresa May acordó con la UE. Tras la votación, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocaba una cumbre extraordinaria para el próximo 10 de abril con el fin de que los líderes de la UE debatan los siguientes pasos en el “Brexit”. De momento, la fecha oficial de salida del bloque comunitario queda en principio fijada para el 12 de abril.
- Antes del Consejo Europeo extraordinario, y ante esta situación de bloqueo, Londres podría presentar nuevas propuestas a la UE o solicitar formalmente una prórroga más amplia. Un aplazamiento de larga duración debería ir, como mínimo, hasta finales de 2019, tal y como advertía la Comisión Europea, y tiene que ser aprobado por los Veintisiete. De no solicitar ninguna extensión, el país abandonará la UE de manera abrupta el 12 de abril. Paralelamente, en Londres se barajan opciones internas como la celebración de elecciones anticipadas o de un segundo referéndum.
- Cambiando de escenario, las dudas también se acrecentaban sobre Turquía donde la crisis económica pasaba factura al AKP del presidente Recep Erdogan después de que su partido perdiese en las elecciones municipales importantes alcaldías como Ankara y empatase en Estambul, en favor del Partido Republicano del Pueblo. El resultado electoral tomaba forma en la apreciación de la lira turca frente al dólar situando su cambio en 5,556 USDTRY.
- Respecto a EEUU, conocíamos que el gasto personal repuntaba menos de lo previsto en enero (0,1% m. en términos reales vs. 0,3% prev.) y venía acompañado de una desaceleración del PCE central hasta 1,8% a. (2,0% ant.). Sin embargo, de cara al futuro, las expectativas de gastos se tornaban ligeramente más optimistas con la revisión al alza del índice de confianza del consumidor según la Universidad de Michigan (desde 97,8 hasta 98,4 puntos) en el mes de marzo.
- De esta forma, quitando las inquietudes provenientes de los emergentes y Reino Unido, lo cierto es que los datos publicados no eran lo suficientemente negativos como para enturbiar una sesión que se veía favorecida desde el arranque por las mejores expectativas puestas sobre las negociaciones comerciales puestas entre EEUU y China. Consecuentemente, las compras imperaban en las bolsas y los bonos alemanes y estadounidenses sufrían aumentos en su rentabilidad.
- Sin embargo, esperamos que, durante la semana que comienza, se dé una situación en la que el talante de las referencias macroeconómicas, pese a no ser alarmante, tampoco consiga disipar las preocupaciones, sobre todo en la Eurozona. El dato más importante de la semana lo encontraremos en las órdenes industriales alemanas, las cuales repuntarán un 0,6% m. en febrero. No obstante, el anterior repunte no evitará que la tendencia de la serie siga siendo débil tal y como denotará el estancamiento de la tasa trimestral y como ya han puesto de manifiesto los IFOs y PMIs germanos.
- De forma análoga, la producción industrial de Alemania mejorará en febrero, pero no evitará que se cumplan las previsiones del Bundesbank que proyecta una caída de la industria en el 1tr19. Ante un sector que pesa en torno a un 21% del PIB germánico y las expectativas de que en el 2tr19 se consolide una senda de estabilización y no de repunte, lo cierto es que no podemos ser excesivamente optimistas en cuanto al desempeño económico agregado alemán de cara a la primera mitad del presente año.
- En el conjunto de la zona euro, el IPC retrocederá ligeramente en marzo (en términos subyacente), en consonancia con lo ocurrido con sus homólogos de Alemania y Francia, mientras que las ventas minoristas del agregado de la UEM volverán a avanzar en febrero (aunque a un ritmo menor que el de enero) y realizarán un movimiento similar al del comercio al por menor estadounidense excluyendo partidas volátiles.
- Asimismo, la lectura positiva de los datos de consumo de los hogares en EEUU se complementará con el rebote de las nóminas no agrícolas tras el atípico mes de febrero, en el que sólo se crearon 20.000 puestos de trabajo. En consecuencia, nos hallaremos ante unas referencias que volverán a describir un mercado laboral estadounidense en pleno empleo y que apoya las presiones salariales al alza. De hecho, una sorpresa alcista en las cifras de salarios podría suponer un obstáculo para la Fed y su reciente “paso atrás”; una circunstancia que se agravaría si, adicionalmente, se reduce el subempleo. § Por su parte, los indicadores adelantados publicados en EEUU, sobre todo los ISM, volverán a situarse en niveles saludables en marzo (54,6 el manufacturero y 58,0 el de servicios), si bien no serán los únicos índices a los que deberemos prestar atención. En China, los PMIs de marzo, tanto los oficiales como los patrocinados por Caixin, aguantaban el tipo y daban una visión más positiva tanto del sector fabril como de servicios. En el caso del PMI Caixin manufacturero (50,8 puntos) buena parte de su rebote lo explicaba el mayor dinamismo de los nuevos pedidos. Por otro lado, los Tankan calculados por el BoJ retrocedían en el 1tr19 y reflejaban un empeoramiento de las condiciones empresariales, sobre todo, en el ámbito de las expectativas del índice manufacturero (8 puntos vs 12 esp.) a causa de la mayor fuerza del yen, su efecto sobre las exportaciones y los problemas secundarios que un acuerdo comercial China-EEUU podría tener sobre el país nipón.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.
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