La compleja situación china
En una semana en la que los indicadores macro volverán a estar en el centro de atención, conviene destacar las referencias provenientes de China que conocíamos el viernes.
En primer lugar, los nuevos préstamos en yuanes que en marzo aumentaban más de lo esperado (1.690 mm. CNY vs. 1.250 esp.). La reactivación de los préstamos se apreciaba de manera más clara si tenemos en cuenta que en el acumulado del 1tr19 aumentaban un +19,4% a.; cifra que suponía mejorar los ya de por sí dinámicos crecimientos del +15,1% del mismo periodo de 2018.
En China, la estimulación del crédito no sólo busca la dinamización de la actividad de las pymes, también tiene en el punto de mira la potenciación del sector inmobiliario. Una estrategia que ya estaría teniendo éxito, pues los últimos datos de ventas de viviendas registraban fortísimos avances en marzo, con las ventas en algunas ciudades del sureste del país escalando un +64,3% a.
Los estímulos al crédito estarían dando sus frutos en China y los descuentos de los fabricantes de automóviles también. Después de un 2018 en el que las ventas de coches en el gigante asiático sufrieron el efecto de los cambios impositivos, en marzo, los mencionados descuentos permitían que su descenso frenase hasta -5,2% a.
A cambio, las medidas encaminadas a mantener el dinamismo del crédito juegan en contra del objetivo de alcanzar una senda de crecimiento más equilibrado en China. Así, llegado este punto, se impone recordar que el apalancamiento de las empresas no financieras continúa aumentando en China, alcanzando nuevos máximos. De hecho, en el 3tr18, dicha deuda se situaba en el 157,1% del PIB frente al 92% del PIB que suma la deuda de las compañías no financieras a nivel global. Además, la permisividad en la concesión de crédito podría ser todavía más peligrosa, si como se especula, Pekín estuviese haciendo la “vista gorda” respecto a las empresas en dificultades.
A pesar de los estímulos, el escenario del gigante asiático sigue siendo acorde con una progresiva moderación de la actividad como será recordado por los datos que conoceremos en los próximos días. El máximo exponente de ello será el freno del PIB durante el 1tr19 hasta 6,3% a., si bien a corto plazo los datos chinos respaldarán que las autoridades están siendo capaces de modular el freno económico. Una situación que será avalada por la estabilidad de los avances de las ventas minoristas en marzo (+8,2% a.) y la aceleración de la producción industrial hasta 5,9% a.
Sin dejar la actualidad china, tampoco debemos olvidar que el enfrentamiento comercial con EEUU aún no está resuelto, aunque ambas partes enfaticen que las negociaciones continúan progresando adecuadamente. Los avances son escasos y la información escueta, pero, durante el fin de semana se conocía que los negociadores habrían moderado las demandas de que China frene los subsidios industriales como condición para un acuerdo comercial luego de una fuerte resistencia de Pekin. Hay que recordar que los subsidios industriales y las exenciones fiscales se centran sobre las empresas estatales y los sectores considerados estratégicos para el desarrollo a largo plazo. Los negociadores de los Estados Unidos se habrían resignado a asegurar menos de lo que quisieran para frenar esos subsidios y se centran en otras áreas donde consideran que las demandas son más alcanzables.
De momento, el viernes, conocíamos que en el acumulado del año el superávit comercial en materia de bienes de China con EEUU suma 42,02 mm. $, luego el problema sigue muy vivo. Junto a estos datos, también conocíamos que el superávit de la balanza comercial de China alcanzaba 32,6 mm $ en marzo; un dato que ofrecía claroscuros ya que las exportaciones en dólares aumentaban un 20,7% a., contrastando con el descenso del -7,6% a. de las importaciones que servía para respaldar el mantenimiento de ciertas dudas hacia la actividad.
En la esfera asiática tampoco debemos olvidar las novedades provenientes de Japón y más en un momento en el que el debate en torno a la idoneidad de posponer o no la subida del IVA programada para octubre se aviva. Las autoridades niponas han aplazado el aumento en dos ocasiones y, a pesar de que el primer ministro, Shinzo Abe, ha confirmado que octubre será cuando se aumente al 10%; la debilidad de la economía japonesa puede hacer que vuelva a posponerse la fecha.
El insostenible gasto público japonés obliga a la subida del IVA debido al alto precio de mantener el bienestar social en un país con una población altamente envejecida, si bien los datos reducen el margen para dar un paso necesario. En concreto, los IPCs de marzo nos recordarán lo lejos que continúa el BoJ de hacer converger la inflación con su objetivo al situarse en 0,5% a., mientras que la producción industrial japonesa seguirá una pauta acorde con la debilidad de la actividad fabril global. Por último, la balanza comercial, también de marzo, no estará exenta del efecto de las fricciones comerciales, lo que se dejará sentir en la contracción de las exportaciones.
Más allá de Asia, en EEUU, las comparecencias de los distintos miembros de la Fed no aportarán mucho ya que en la mayoría de ellas aflorará un discurso cuyo trasfondo estará impregnado por la prudencia. No obstante, en intervenciones como las de Rosengren y Kaplan se tratará de limar la importancia del aplanamiento de las curvas, contrastando con el tono extremadamente prudente de otras intervenciones como las de Bullard, Bostic o Evans.
Por otra parte, el miércoles, el Libro Beige de la Fed pasará a un segundo plano siendo más interesantes algunas de las referencias macro de la semana, como las ventas minoristas estadounidenses de marzo y su repunte del +1,1% m. No obstante, el dato relevante será el excluido ventas de automóviles y éste también avanzará un 0,9% trim., si bien esto no evitará que caigan en términos trimestrales.
En EEUU, junto a las ventas minoristas, la otra gran referencia de interés será la producción industrial de marzo cuyo avance del 0,3% m. no deberá ser menospreciado al ser respaldado por la actividad manufacturera. Por otro lado, la acentuación del déficit comercial de EEUU hasta 53,2 mm. $ en febrero será apoyado por la caída de las ventas de bienes estadounidenses a China con respecto a febrero de 2018.
La reactivación de las construcciones iniciadas y los permisos de construcción de marzo (1.250 y 1.290 miles a., respectivamente), junto a los PMIs y la moderación de ambos índices (PMI manufacturero 52,0 puntos y PMI servicios 54,8) con respecto al mes anterior. Antes, el pasado viernes, otro indicador adelantado pero referente a los consumidores, daba un pequeño paso atrás. En abril, la confianza de Michigan caía hasta 96,9 como consecuencia del retroceso de las expectativas hasta 85,8, sobresaliendo la peor percepción hacia el empleo o el deterioro de los planes de compra de automóviles. No obstante, en ambos casos, tanto en lo referente a las expectativas como al índice general de Michigan, estábamos ante cifras todavía sólidas.
En cuanto a Europa, las cuestiones relativas al “Brexit” nos darán un respiro por el parón en el Parlamento británico, permitiendo así que los indicadores macroeconómicos cobren algo de interés en el Reino Unido. Entre estos, se encontrarán los relativos al mercado laboral que seguirán confirmando la resistencia de la economía de Gran Bretaña con la tasa de paro ILO en mínimos de 70 años (3,9%), mientras que el avance de los salarios en términos reales alcanzará el 1,9% a. al beneficiarse del respiro dado por la inflación desde octubre. No obstante, dicho respiro volverá a perder intensidad en marzo, pues el IPC británico repuntará tímidamente hasta 2,0% a. Por último, las ventas minoristas en Reino Unido cederán un -0,1% m., también en marzo, si bien la tasa trimestral y su buen desempeño será la referencia a tener en cuenta y reincidirá en la resistencia de la economía británica.
En cuanto a la UEM, el IPC de marzo confirmará su ralentización hasta +1,4% a. sin que el avance de los precios energéticos sea capaz de compensar el deterioro en los servicios vinculado con el distinto calendario vacacional entre 2018 y 2019, conocido como efecto Semana Santa en países como España. Empero, el dato estrella serán los PMIs de la Eurozona y, en concreto, los índices manufactureros. En este punto, al margen del agregado de la zona euro (48,5 puntos), no habrá que perder detalle del PMI manufacturero germano y, en ambos casos, la leve mejoría se fundamentará en la estabilización del sector del automóvil y las primeras señales respecto a la reactivación de los pedidos en la parte final de la primavera. De hecho, ciertas empresas del sector de bienes intermedios, como la industria química, estarían siendo apercibidas por sus clientes de un potencial revivir de los pedidos en los próximos meses.
No hay que olvidar que el viernes conocíamos una referencia interesante de la mano de la producción industrial de la zona euro y sus cifras estaban en línea con la de sus miembros. En febrero, el IPI mostraba un retroceso mensual del -0,2%, aunque destacaban el menor deterioro de la tasa trimestral (-0,6%); lo que puede considerarse como una señal estabilizadora en un momento en el que el sector industrial continúa muy pendiente del comportamiento del automóvil.
En Alemania, el ligero repunte del PMI manufacturero dejará en algo menor el avance de las expectativas del índice ZEW hasta 1,0 en abril. El PMI apuntará la pérdida de fuerza de la senda de deterioro de la industria germana, si bien esto no evitará una realidad acorde con el mantenimiento de dicho deterioro durante más tiempo de lo esperado. Una cuestión que, de ser cierto lo filtrado por Reuters, pasaría factura a las previsiones de crecimiento del gobierno de Alemania que podrían ser recortadas a la mitad para 2019, es decir, hasta 0,5%.
Los mejores datos en Europa tendrán un efecto positivo en las plazas bursátiles del Viejo Continente, aunque los movimientos de las bolsas estarán más influidos por la temporada de resultadas del 1tr19. El viernes, se conocieron las contrapuestas cifras de JP Morgan y Wells Fargo. El primero ofreció unos resultados positivos con un BPA por encima de lo esperado (2,65$ vs 2,35 esperado) y un beneficio neto atribuido de 5,5 mm. $ frente al pronóstico de 4,8 mm. $. La cara opuesta era Wells Fargo que acusaba la caída de los ingresos trimestrales al situarse en 21,6 mm. $ (21,9 mm. $). en el 1tr19.
En los próximos días la publicación de resultados se intensificará y entre los más destacados estarán los de Galp, ADP, Citigroup y Goldman (lunes); Hasbro, L’Oreal, Bank of America, Johnson & Johnson (martes); Ericcson, BHP, Danone, Roche, Kering, Abbott, Bank NY Mellon, Morgan Stanley (miércoles); y Unilever, Nestlè, Penod Ricard, Philip Morris (jueves).
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.