Panorámica semanal: En clave estadounidense
El viernes, las cifras del mercado laboral germano superaban las expectativas y debían considerarse como robustas al ser puestas en relación con la actual coyuntura alemana próxima al pleno empleo. Así, lo más relevante no era el recorte del número de desempleados en 23.000 personas en septiembre, sino la aceleración de la creación del empleo en agosto en términos ajustados de estacionalidad bajo los estándares de la Organización Internacional del Trabajo. En base a dicha referencia, el número de empleados aumentaba en 65.000 en el mes y crecía a un ritmo del 1,6% a., después de sumar 683.000 en un año.
En Francia, el comportamiento algo más sólido de la inflación francesa en septiembre era debido, especialmente, a la aceleración de los precios de los alimentos (+1,0% a.) que complementaban a los avances algo más dinámicos de la energía (+5,1% a.). Un hecho que restaba valor al dato del mes pasado, sobre todo, ante la moderación de la inflación de servicios (+1,1% a.). Asimismo, la composición del dato restaba importancia al tropiezo del gasto en consumo galo durante el mes de agosto, dado que se debía a la fortísima corrección de los alimentos (-1,0% m.) y al retroceso de la energía (-0,2% m.), aunque como se apuntaba, no debemos de preocuparnos al ser partidas menores.
Durante el fin de semana, China acaparaba parte del protagonismo con la publicación de los PMI tanto oficiales como los publicados bajo el patrocinio de Caixin. Comenzando por los primeros, estos mostraban el crecimiento más rápido desde septiembre de 2012 ante el aumento en la producción y los nuevos pedidos, mientras que el índice corroboraba el buen momento del sector de la construcción. Los industriales chinos están recogiendo sus mayores beneficios de los últimos años, beneficiándose, en parte, de medidas del gobierno, como el mayor gasto en infraestructuras.
No obstante, los datos chinos deben de ser tomados con cautela, ante las divergencias y distorsiones que pueden ocasionar. Por ejemplo, la lectura que hacía Caixin del sector industrial era menos positiva, pues si bien las condiciones del sector manufacturero continuaban mejorando, en septiembre moderaba hasta 51 puntos, lo hacía de manera marginal y, al contrario que el oficial, mostraba un menor aumento de los nuevos pedidos y una contracción en el empleo. Lo cierto es que, a pesar de cualquier distorsión en los datos lo que es claro es el grado de complacencia de las autoridades chinas y desde el PBoCh se recordaba el fin de semana al hacerse saber que la entidad mantendrá una política monetaria prudente y neutral, usando múltiples herramientas de política monetaria para garantizar una liquidez estable, a la par que tratará de estabilizar el yuan en los niveles actuales de 6,65 USDCNY.
En la semana que comienza, la publicación de los primeros capítulos del informe semestral de Perspectivas Globales del FMI, nos recuerda que estamos cerca de una nueva cita con el organismo, la cual se antoja más agradable que en ocasiones anteriores. La sincronización y fortalecimiento del crecimiento mundial es una realidad y los datos no lo pondrán en entredicho en los próximos meses, pues tropiezos como los que podremos observar en EEUU durante el 3tr17 podrán ser justificados mediante la adversa meteorología.
El viernes, las cifras estadounidenses de gasto personal del mes de agosto hacían presente la anterior circunstancia. Como esperábamos, el alza de los carburantes embellecía el dato nominal y permitía su avance del 0,1% m., referencia que resultaba engañosa frente a un dato real que cedía un -0,1% m. y sí recogía las distorsiones vividas. Luego, los indicadores tangibles confirmaban que deberemos diluir la importancia de las cifras del 3tr17 en EEUU, como también será apuntado por el gasto en construcción de agosto este lunes. En principio, su adverso desempeño en los meses anteriores facilita el camino a un potencial avance del indicador, si bien creemos la realidad será más acorde con el estancamiento y no con el avance del 0,4% m. descontado por el consenso de Bloomberg.
En la misma línea, el próximo viernes, asistiremos a unos datos del mercado laboral con una difícil interpretación ante lo atípico del mes de septiembre. De hecho, ya el miércoles, la fuerte moderación del dato de ADP adelantará el acusado deterioro de las nóminas que conoceremos dos días después, cayendo las segundas por debajo de las 100.000. Sin embargo, aun afrontando un periodo atípico, el dato no sería negativo debido al comedido número de incorporaciones (en media) al mercado laboral estadounidense. Asimismo, las distorsiones serán extrapolables a otras referencias como la población activa, el subempleo o los salarios, lo cual no restará interés a estos últimos que esperamos mantengan sus avances a un ritmo del 2,5% a.
El anterior avance salarial, como solemos recordar con cierta recurrencia, es mucho mejor de lo que se desprende de una mera comparativa con las tasas superiores al 3,5%que se llegaron a cosechar en 2007. En base al deflactor del consumo personal (PCE) de agosto, cuya estabilidad en 1,4% a. conocíamos el viernes, estaríamos ante un incremento de los salarios reales próximo al 1%. En otras palabras, los estadounidenses tienen más margen para consumir y esto es eminentemente positivo para el actual escenario, si bien parte de sus recursos deberían ser destinados a reflotar la deprimida tasa de ahorro (3,6%).
Una lectura detallada de los salarios enfatizará que su evolución es mejor de lo que se percibe, lo cual juega a favor de la Fed que también afrontaba la ligera moderación de su referencia en materia de precios (PCE central) hasta el 1,3% a. El dato sólo se podía calificar de decepcionante, pero no como decisivo para causar algún tipo de reacción en el banco central de EEUU. La estrategia de salida sólo reaccionará a grandes choques económicos y, además, los “pesos pesados” de la Fed han achacado, indudablemente, el actual freno de la inflación a cuestiones transitorias. Un discurso que esperamos sea repetido en las nuevas intervenciones de Yellen, Dudley y Bullard durante los próximos días.
No obstante, en las próximas semanas, el verdadero interés en el ámbito de la Reserva Federal virará de su política monetaria a la composición del organismo. Trump ya ha anunciado que en cuestión de 2 o 3 semanas tomará una decisión sobre el futuro de su presidencia. De momento, Yellen ha expresado su deseo a optar a otro mandato, aunque esto es una pieza de un rompecabezas en el que todavía faltan otras 4 en forma de las vacantes en la Junta de Gobernadores de la entidad (formada por 7 miembros).
Ante lo incierto de las cuestiones donde interfiere la política, lo mejor será que retornemos a los datos de EEUU, los cuales se verán completados por la ratificación del avance de las órdenes de bienes duraderos (también descontado defensa y transporte) y una evolución positiva de los pedidos de fábrica, además de por unos datos de balanza comercial menos favorables para el proteccionismo y distintos indicadores adelantados. Entre estos últimos, destacará el dinamismo del ISM manufacturero de septiembre y los niveles de 55 de su homólogo de servicios.
Los indicadores adelantados sustentarán la tesis de un bache en la actividad debido a los huracanes y, de hecho, ya existen algunos datos que apuntan a que las labores de reconstrucción y la reposición de bienes dañados compensarán holgadamente este hecho. Las consultoras J.D Power y LMC Automotive señalan el inicio del reemplazo de los automóviles dañados en las ciudades afectadas y preveían, en septiembre, que las ventas minoristas de coches alcanzasen los 15 millones de unidades en términos anualizados.
En conjunto, no asistiremos a novedades revolucionarias en EEUU y tampoco en Europa, donde las referencias serán escasas y positivas desde la perspectiva de los indicadores adelantados. Los datos finales del mes de septiembre de los PMI de la UEM ratificarán las buenas perspectivas a corto plazo para la economía del área. El índice del sector manufacturero (58,2) corroborará sus mayores niveles en casi seis años y se verá acompañado por las cifras también dinámicas de su homólogo de servicios (55,6).
Las encuestas apuntarán un futuro positivo, al igual que lo harán los datos reales que informan del futuro cercano, como las órdenes industriales de agosto en Alemania. Éstaspondrán en valor el buen momento de la demanda en la Eurozona y retornarán al crecimiento con un avance del 0,6% m. Sin embargo, no todo será positivo en la Eurozona y, también, asistiremos a unos datos más discretos del mercado laboral en nuestro país y al retroceso de las ventas minoristas del conjunto del área euro durante el mes de agosto. Desgraciadamente, este último dato no será ninguna sorpresa después de conocerse el descenso del -0,4% m. del indicador germano y la caída del -0,3% m. del gasto en consumo de los franceses.
Desde la perspectiva de la UEM, únicamente queda por señalar la publicación de las actas del encuentro de septiembre del BCE, cuya importancia se ha visto reducidadespués de las últimas declaraciones de sus miembros apuntando a una reducción progresiva de los estímulos. De hecho, las mencionadas declaraciones eran tendentes a generar confianza en una estrategia futura a semejanza de la Fed, la cual no estaría puesta entredicho por la ligera decepción de la inflación de la zona euro en septiembre. Ésta se mantenía estable en 1,5% a. al verse compensada la aceleración de los precios de los alimentos (1,9% a.) y el dinamismo de la energía (3,9% a.) por el ligero freno de la inflación de servicios (1,5% a.). Una circunstancia que reducía el IPC subyacente hasta 1,1% a., aunque esto no debía alarmar ante un estadio de la recuperación en la Eurozona que pasa por la demanda interna y, por tanto, acompañará las mejoras en los precios del sector terciario.
Finalmente, dos guiños hacia la actualidad asiática; el primero, a los índices Tankan del 3tr17 que se espera continúen apuntando una senda de mejoría en Japón y, el segundo, a la semana festiva en China que llegará después de conocerse unos PMIs con pocos cambios durante el fin de semana.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio
Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama