Actualidad política
La comedida publicación de indicadores en ambos lados del Atlántico, sumada a la escasez de sorpresas en algunos de ellos como los PIBs finales del 1tr19 y las inflaciones preliminares de mayo en algunos países de la zona euro, hará que la política vuelva a situarse en el centro de atención.
En Europa, este domingo ha supuesto el fin de la mayoría de los grandes grupos de centro (socialistas y populares) que por primera vez en su historia no superan el 50%.
La nueva composición del Parlamento Europeo conserva una mayoría europeísta gracias al auge de Los Verdes y los liberales, pero el triunfo de los partidos de Le Pen y Salvini anuncian un nuevo equilibrio de poder. El PP Europeo se mantiene como primera fuerza en la Eurocámara, mientras que en el grupo socialdemócrata pierde peso con la caída del SPD alemán. Por su parte, el Partido del eurófobo Nigel Farage arrasaba en las elecciones europeas en el Reino Unido frente a los batacazos de conservadores y laboristas, a quienes los votantes han vuelto a castigar por su gestión del “Brexit” semanas después de las elecciones locales.
Así, la actualidad del fin de semana eclipsaba la dimisión de Theresa May al frente de los tories. La libra mejoraba frente al dólar hasta 1,2714 con la confirmación de la noticia, si bien esto era resultado del cierre de posiciones de quienes ya descontaban esta posibilidad. De hecho, en mayo, la libra pasaba de máximos de 1,317 frente al billete verde a ceder casi un 4% hasta los mínimos de la semana pasada.
En la práctica, May hará efectivo su abandono de la presidencia del Partido Conservador el 7 de junio, pero mantendrá el puesto de primera Ministra hasta que sus compañeros encuentren un nuevo líder. El proceso de sucesión puede prolongarse hasta 8 semanas, procediéndose a una serie de votaciones de descarte hasta dar con los dos candidatos que cuenten con más apoyo. Una vez logrado este hito, los 125.000 afiliados del partido deberán decidir quién será su nuevo presidente.
Desde la perspectiva del mercado, más que el proceso, lo relevante es quién será el próximo líder conservador y primer Ministro de Reino Unido y, entre la malgama de 15 candidatos, suena con mayor fuerza el euroescéptico Boris Johnson. Las bases conservadoras criticaban a May por su laxitud en cuanto al “Brexit” y, seguramente, apoyen a los candidatos partidarios de un “Brexit” más duro y rápido en su ejecución.
En paralelo, el impredecible choque comercial entre EEUU y China seguramente depare nuevos episodios de interés a partir del martes (el lunes será festivo en EEUU), si bien su resolución puede demorarse más de lo esperado. El viernes, las palabras de Trump evidenciaban que el veto al acceso a la tecnología estadounidense impuesto a Huawei no deja de ser un arma de presión negociadora, si bien ésta ha chocado con un muro chino más fuerte de lo esperado. De hecho, aunque los costes del mantenimiento de la actual situación sean mayores para el gigante asiático que para los estadounidenses, las autoridades políticas chinas cuentan con el viento a favor de un sistema político que les “sacude parte de la presión” y cuentan con que la situación de Trump es la contraria. El presidente de EEUU afronta en 2020 su segunda cita electoral y, si quiere ser reelegido, necesita llegar a la misma con un sólido desempeño del S&P500 y de la economía. Una situación que acabará por hacer ceder a Trump.
De momento, el Ejecutivo estadounidense se ha visto obligado a otorgar cerca de 700 mill. $ en subvenciones a los proveedores de telecomunicaciones del país para hacer frente al coste de retirar los equipos de Huawei de sus redes. No obstante, más llamativos son los 16 mm. $ en ayudas destinadas al sector agrícola que, además de sufrir especialmente el choque con China, está íntimamente ligado con las bases de Trump.
El recrudecimiento del choque comercial llega en un trimestre en el que la economía estadounidense ya apuntaba un peor desempeño. En el 1tr19, el PIB de EEUU esquivó la desaceleración gracias a la importante aportación al crecimiento de los inventarios y al efecto positivo de la caída de las importaciones desde la perspectiva de la demanda externa. Una situación que será confirmada en los próximos días por su segunda estimación, la cual revelará pocos cambios de su tasa de crecimiento (3,1% trim. a.) y composición. Por lo tanto, reafirmará la desaceleración de la inversión no residencial y del consumo privado.
En cuanto al consumo privado en EEUU, el próximo viernes, el retroceso del gasto personal real en abril (-0,2% m.), después del mal desempeño de las ventas minoristas, apuntará que su debilidad se adentrará en el 2tr19. No obstante, a tenor de los sólidos datos de la confianza del consumidor del Conference Board (132,0) y de la Universidad de Michigan (101,3) en mayo, el paso atrás del gasto de los estadounidenses debería ser temporal.
A efectos prácticos, al ciudadano medio le cuesta traducir en términos de su economía personal el coste del choque comercial con China, aunque la Fed de Nueva York lo estime en 831$ al año por hogar. De forma que en la confianza de los estadounidenses pesará más el avance próximo al 2,5% de su renta disponible real, gracias al repunte del 0,3% m. de su ingreso personal debido al contexto caracterizado por el avance del empleo y los salarios. Por el contrario, los mercados estarán más atentos a las cifras de 1,6% a. del PCE subyacente.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.
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