Vuelve el BCE
El primer gran encuentro después del verano vendrá de la mano del BCE y la reunión del jueves estará muy marcada por las cuestiones comerciales y las débiles cifras, principalmente, en Alemania.
Los últimos datos que conocíamos de órdenes y producción industrial volvían a incidir en el freno de la actividad fabril y su debilidad de fondo; al mismo tiempo que la sombra de los aranceles estadounidenses a los vehículos de la zona euro acentúan aún más los temores hacia la principal economía del área.
Los tiempos institucionales del BCE no coincidirán con los deseados por el mercado e, incluso, con los que se habrían dado bajo otra situación, lo cual puede generar algo de ruido durante el otoño. En la práctica, el relevo en la cúpula de la entidad hará que asistamos a una acción completa y decidida del BCE, pero en dos pasos.
En primer lugar, el jueves, se acordará la rebaja del tipo de depósito en -10 p.b y medidas de mitigación de esta circunstancia sobre la banca, al tiempo que se realizará algún guiño a la reactivación de las compras de activos con el fin de calmar los ánimos del mercado. En segundo, en diciembre y coincidiendo con la primera reunión de Lagarde, se optará por reactivar las compras de activos a razón de 45 mm. € al mes durante, al menos, 18 meses, aunque la búsqueda de consensos internos puede hacer que el plazo de la reactivación se acorte a 12 meses. Tampoco debe descartarse un golpe de efecto desde la perspectiva de los ETFs de renta variable y todo ello mientras se actualiza la guía de largo plazo de la entidad con el fin de reafirmar que la política monetaria del BCE será altamente acomodaticia durante un largo periodo de tiempo.
En lo que a las previsiones se refiere, el BCE tratará de generar y transmitir confianza en sus perspectivas más a largo plazo, pues de lo contrario supondría la reafirmación de que los estímulos son baladíes. Es por ello por lo que las estimaciones de crecimiento para 2020 y 2021 (ambas en 1,4%) no serán sacrificadas, lo que podría llevar a limar levemente el 1,1% del presente año. De igual manera, casi no esperamos cambios en las previsiones de inflación, las cuales convivirán con la publicación de unas cifras de IPC de agosto, en varios países de la Eurozona, que se caracterizarán por seguir dando señas de debilidad.
Tampoco resultarán muy positivas las referencias macroeconómicas que se publicarán en la UEM relacionadas con el sector secundario. La producción industrial del conjunto del área euro retrocederá en julio lastrada por el mal desempeño de la industria alemana durante el mes, lo cual contrastará con un comportamiento algo mejor en países como España.
Dejando los datos a un lado, la actividad institucional europea, una vez ya mencionada la reunión del BCE, estará pendiente de los acontecimientos en Reino Unido, donde podrán darse a conocer nuevas informaciones de cara al “Brexit”. Fuera de nuestro continente, aparte del potencial acercamiento comercial entre EEUU y China tras la escalada de tensión durante el verano, los datos del gigante asiático cobrarán relevancia. De hecho, durante el fin de semana conocíamos que las exportaciones chinas caían un -1% a. en agosto, retrocediendo las destinadas a EEUU un -16% a. (un -22,4% a. en el caso de las importaciones procedentes de EEUU). Por su parte, las reservas internacionales de China aumentaron en agosto hasta 3,11 bill. $.
Sin dejar los datos asiáticos, a primera hora del lunes se publicaba que el PIB de Japón repuntaba un +1,3% trim. a. gracias a la reactivación del consumo privado (+2,4% trim. a.) y la inversión fija (+2,0% trim. a.); lo que restaba importancia al efecto drenaje de la demanda externa (-0,3 p.p). La buena cifra de crecimiento japonés, a pesar de dar oxigeno al país, pasará a un segundo plano al ser ya una referencia final y, en la presente semana tendrán más relevancia las cifras que se publicarán en EEUU. Las ventas minoristas estadounidenses volverán a avanzar en agosto, aunque compartirán escenario con el mantenimiento de la confianza del consumidor según la Universidad de Michigan en niveles cercanos a los 90 puntos.
De esta forma, los inversores aprovecharán el deterioro del optimismo hacia el gasto de los hogares, junto con la desaceleración del IPC general en agosto hasta 1,7% a. (pese a la aceleración de la inflación subyacente hasta 2,3% a.), para aferrarse a los posibles anuncios de la Fed de cara a una mayor flexibilidad. Sobre todo, cuando Jerome Powell, pese a confirmar que existirían divergencias dentro del FOMC, recientemente realizaba la siguiente afirmación: “Vamos a actuar como sea apropiado para sostener la expansión”.
Todo ello, tras conocerse que las nóminas no agrícolas decepcionaban en agosto al situarse en 130.000 y sufrir una revisión en la serie que arrojaba una corrección de -20.000 puestos. Por su parte, la tasa de paro se mantenía en 3,7% y el subempleo avanzaba dos décimas hasta 7,2%, mientras que la población activa se incrementaba en +590.000 personas hasta 163,9 mill. En cuanto a los salarios, éstos desaceleraban una décima hasta 3,2% a., si bien esto no implicaría que nos halláramos ante un dato negativo, pues el crecimiento de dichos salarios estaría promediando en una tasa 3,2% a. en lo que llevamos de año frente a la de 3,0% a. de 2018 y 2,6% de 2016. Una situación análoga se produciría con los anteriormente mencionados payrolls, cuyo promedio para 2019 se situaría en 158.000 y, en un momento tan maduro del ciclo como el actual, puede tildarse todavía de muy positivo el comportamiento de la creación de empleo en EEUU.
De esta forma, los datos estadounidenses podrán dar lugar a movimientos en los T-Notes, si bien los movimientos más destacados los tendremos en la UEM. La deuda pública, pese a que ya se ha descontado gran parte del paquete de anuncios del BCE, reaccionará con recortes en las rentabilidades a la reunión del jueves, mientras que el sector bancario acaparará el interés en la bolsa al permitirnos discernir si las medidas anunciadas en Frankfurt “sabrán a poco” para la banca europea.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.