Mirando al periodo vacacional
En las próximas semanas, el periodo navideño se dejará sentir en forma de menor actividad en los mercados, pero también a nivel institucional y en cuanto a publicación de indicadores.
Sin embargo, menor actividad no significará ausencia de la misma y ciertas cuestiones políticas pueden atraer el interés de los inversores, empezando por los últimos acontecimientos vinculados con el brexit.
El pasado viernes, el proyecto de ley que consagra en la regulación británica el acuerdo de divorcio alcanzado entre Londres y Bruselas en octubre era aprobado por una sólida mayoría, pues contaba con 358 votos a favor y sólo 234 en contra. Un proyecto que acabará recibiendo su forma final en las primeras semanas de enero, si bien no se divisa ningún obstáculo para que Reino Unido cumpla internamente con todos los requisitos legales antes del 31 de enero y, oficialmente, esté fuera de la UE el 1 de febrero de 2020. Ahora bien, dicho día dará comienzo una nueva fase de incertidumbre ya que el redacto de la ley británica del brexit prohíbe la extensión del periodo de transición más allá de 2020 y Johnson está dejando claro que no relegará a un segundo plano los postulados euroescépticos.
En nuestra opinión, la anterior posición sólo es una baza negociadora y el pragmatismo económico acabará imponiéndose y llevará a que ambas partes realicen cesiones. En el acumulado del año hasta octubre y según datos de Eurostat, el 46,9% de las exportaciones de bienes del Reino Unido fueron destinadas a la UE y esto equivale a 163 mm. €, mientras que los británicos importaron productos del resto de la UE por valor de 257,3 mm. €. De hecho, una vez tome forma el brexit, Reino Unido se convertirá en el segundo destino de las exportaciones de bienes de la UE sólo por detrás de EEUU que sumaba 376,9 mm. € hasta octubre.
Las anteriores cifras son lo suficientemente importantes como para que se imponga el pragmatismo económico en las negociaciones comerciales que se llevarán a cabo entre ambos lados del canal de la Mancha en 2020. A pesar de las declaraciones de Johnson, cualquier acuerdo con la UE obligará al Reino Unido a mantenerse bastante alineado con las normas de sus antiguos socios, mientras que Bruselas también se moverá de sus posiciones en un contexto negociador que se antoja complicado y al estilo Trump. No obstante, la gran partida no se jugará en el campo de los bienes, sino de los servicios financieros y en este punto los británicos chocarán con los deseos de franceses, alemanes y holandeses de hacerse con su negocio.
La actualidad en EEUU, aunque menos intensa de lo habitual, tampoco podrá dejarse de lado, aunque antes conviene realizar un repaso de las importantes referencias que conocíamos durante la jornada del viernes. En primer lugar, la evolución del gasto personal en noviembre resultaba francamente positiva ya que aumentaba un 0,4% m. en términos nominales y un 0,3% m. en reales; unas cifras que no evitaban que la tasa trimestral anualizada del gasto personal real frenase hasta 2,4%. Sin embargo, lo importante es que las cifras de gasto de los estadounidenses son consistentes con un avance del 2,0% trim. a. de su consumo durante el 4tr19. Una tasa que supone una importante garantía respecto a que EEUU seguirá creciendo algo por encima de su potencial.
De momento, el predictor de la Fed de Atlanta resulta acorde con un avance del PIB de EEUU del 2,1% trim. a. en el último trimestre del año; cifra totalmente en línea con la tasa de crecimiento del 2,1% trim. a. cosechada en el 3tr19 y que era reafirmada por la última estimación del PIB de dicho periodo. Una estimación que arrojaba la revisión al alza del consumo privado (3,2% trim. a.) gracias al mayor gasto en servicios, pero también de las exportaciones (1,0% trim. a.), las importaciones (1,8% trim. a.) y el gasto público (1,7% trim. a.), aunque en todos estos casos las variaciones eran comedidas y, por lo tanto, su aportación al PIB no sufría grandes cambios. Así, la clave estaba en la mejora del consumo privado que llevaba su aportación al crecimiento hasta +2,12 p.p y permitía compensar el peor comportamiento de los inventarios que pasaban de sumar 0,17 p.p a restar -0,03 p.p. Respecto al resto de capítulos de la inversión, los cambios eran comedidos y seguía destacando la excepción a las caídas en forma de avance de la residencial en un 4,6% trim. a.
En el corto plazo, el consumo seguirá siendo clave para explicar el crecimiento de los EEUU; un hecho reforzado por el buen desempeño del ingreso personal y la renta disponible de los estadounidenses. En noviembre, el primero avanzaba a un dinámico ritmo del 0,5% m., mientras que la segunda repuntaba cerca de un 3% a. en términos reales. Luego, los recursos de los hogares siguen apoyando el avance de su consumo y, a su vez, la solidez de su confianza, generando casi un círculo virtuoso.
En diciembre, la confianza de Michigan finalmente se situaba en 99,3 (96,0 puntos en promedio anual) al verse apoyada por la destacada recuperación de la percepción del escenario futuro, pero también de la situación actual. En la práctica, esto se traducía en que sólo el 16,6% de los encuestados opinaba que una persona de la unidad familiar perderá su empleo en los próximos 5 años, lo cual explicaba que un mayor número de estadounidenses considerase el momento actual como más favorable para comprar un vehículo o gran equipamiento para el hogar.
No obstante, lo más llamativo de la encuesta de Michigan era la coincidencia del anuncio de un acuerdo de “Fase 1” entre EEUU y China con la mejora de la percepción de la gestión económica del gobierno y, sobre todo, con el repunte del número de encuestados que esperaba un desempeño positivo y continuado de la economía estadounidense durante los próximos 12 meses. Desgraciadamente, no todo en las economías desarrolladas es el consumo, incluso en EEUU, y debemos reconocer que en el arranque de 2020 se divisa un nuevo lastre puntual como ocurriera con la huelga de General Motors.
Antes, hoy lunes, las órdenes preliminares de bienes duraderos del mes de noviembre darán mejores noticias en EEUU con su avance del 2,0% m. que se reducirá al 0,4% m., una vez descontado el efecto de los pedidos de equipo transporte. Por el contrario, los embarques de bienes de capital excluyendo defensa y aeronaves se comportarán peor que en octubre, aunque serán acordes con un mejor desempeño de la inversión en bienes de equipo durante la parte final del año frente a su retroceso del -3,8% trim. a. en el 3tr19.
En EEUU tampoco deberemos perder de vista a la Fed, aunque no como consecuencia de la política monetaria. A este respecto, la estrategia de “esperar y ver” resulta muy clara y las cifras del viernes del PCE subyacente no la ponían en entredicho, aunque mejorasen las expectativas al situarse en 1,6% a. en noviembre mientras que las cifras de octubre eran revisadas una décima al alza hasta 1,7% a. Así que desde la perspectiva de la Reserva Federal el gran punto a vigilar en la recta final del año será otro: la liquidez en el mercado monetario.
En EEUU, la política parece que tampoco será una fuente de preocupación para los mercados en los próximos días. El juicio político a Trump, el llamado impeachment, llegará entrado enero y, además, la mayoría republicana en el Senado que protegerá al actual presidente ha llevado a que éste considere el proceso como una oportunidad para reforzar su figura. Además, la aprobación en la Cámara de Representantes y el Senado de los paquetes de fondos por valor de 1,4 billones $ para financiar la administración federal hasta que finalice el presente año fiscal en septiembre, aleja el fantasma del cierre administrativo que sí nos acompañó en la parte final de 2018 y principios de 2019.
Las noticias comerciales también serán fuente de tranquilidad en el periodo navideño. El Congreso de los EEUU ratificaba el nueva NAFTA (llamado USMCA) y, además, el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, reafirmaba que el acuerdo de “Fase 1” con China se firmará en los próximos días, una vez que el texto ya está completamente terminado y sólo afronta “una depuración técnica”. Sin embargo, la mayor visibilidad desde la óptica comercial no evitará que los efectos de la incertidumbre vivida todavía sean visibles.
Por su parte, la actualidad en Europa no será muy intensa en las dos próximas semanas, aunque existirán algunas cuestiones que servirán de entretenimiento. Por ejemplo, el debate respecto a si la economía alemana volverá a retroceder en el 4t19. En opinión del instituto germano DIW, volveremos a asistir a un tropiezo en el último trimestre del año y éste supondría un retroceso del -0,1% trim., si bien cabe reconocer que desde dicho instituto no descartaban totalmente la posibilidad del estancamiento.
Más optimistas se mostraban los responsables del IFO al prever un avance del PIB germano del 0,2% trim. en el 4tr19, alineándose con el mayor optimismo del ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier, quien afirmaba en una entrevista a la revista Der Spiegel que la mayor claridad en torno al brexit habría ayudado a la locomotora europea a evitar el peligro de una recesión. Altmaier también descartaba una guerra comercial entre EEUU y la UE “un año antes de las elecciones presidenciales estadounidenses”.
En el paso del año también conoceremos datos de inflación del mes de diciembre en países como España, Alemania y Francia, siendo su aceleración con motivo del aumento del coste del petróleo la característica común en todos los casos. No obstante, deberemos posar nuestra atención en los precios de los alimentos debido a los riesgos globales que se erigen sobre los mismos. En principio, las potenciales tensiones en este ámbito durante el arranque de 2020 causarán más ruido en el mercado que en el BCE, pues en la entidad ya se está poniendo el acento convenientemente en la inflación subyacente.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.