Ahora viene la Fed
Durante la semana que comienza, la reunión del FOMC adquirirá el máximo protagonismo, puesto que asistiremos a un juego de equilibrios por parte de la entidad.
La Fed deberá justificar una nueva bajada de tipos y, a su vez, frenar los ánimos del mercado que esperan una mayor velocidad en los recortes de tipos.
Así, todo el interés se postrará sobre el discurso de Jerome Powell y la actualización de las previsiones, tanto de los tipos como del crecimiento. Todo ello permitirá a la Reserva Federal calmar los ánimos del mercado, el cual espera una mayor velocidad en las bajadas de tipos, y también explicar que el recorte de los Fed Funds hasta 1,75%-2% (-25 p.b.) constituye un ajuste necesario para apoyar a la economía en el momento actual, dados los importantes frentes de tensión internacional.
La anteriormente mencionada justificación de la bajada de tipos por parte de la Fed, tal y como ha venido sucediendo últimamente, no gozará del apoyo de las referencias macroeconómicas. Éstas siguen presentando un trasfondo positivo tal y como denotaba el nuevo avance de las ventas minoristas (excluyendo automóviles y gasolina) en 0,1% m. durante el mes de agosto, al tiempo que la confianza del consumidor (según la Universidad de Michigan) se recuperaba en septiembre hasta 92,0 puntos.
También durante la próxima semana, volveremos a asisitir a unos datos optimistas en EEUU. Por un lado, la producción industrial se recuperará en agosto tras su retroceso del mes anterior; por otro, los datos vinculados con el mercado inmobiliario (permisos de construcción e iniciación de construcciones) volverán a situarse en cotas elevadas en el octavo mes de 2019.
Sin dejar la política monetaria, no podrán obviarse las reuniones de los bancos centrales de Japón, Suiza, Noruega, Sudáfrica, Indonesia y Brasil, siendo este último país el único donde tendremos movimientos en el tipo oficial de interés (-50 p.b. hasta 5,5%). Sin embargo, mucho más interés despertará el encuentro del BoE que, pese a que no se anunciarán cambios en las herramientas monetarias, revelará las preocupaciones de la entidad tras las últimas novedades políticas.
En la UEM, tras una semana de intensa actividad institucional, los próximos siete días serán mucho más tranquilos y únicamente sobresaldrán las comparecencias de miembros del BCE en las que se defenderán las medidas recientemente anunciadas en Frankfurt. Queda claro que el BCE pide reformas y un paso adelante de los países. La reunión del Ecofin en Helsinki que tenía lugar durante el fin de semana constataba la necesidad de cambiar las normas acuales en materia fiscal, pero se encuentra con la complejidad entre algunos paises que quieren flexibilizar las normas y otros que abogan por la mano dura. Como declaraba el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis: «Tendremos que evaluar si podemos alcanzar un acuerdo realista sobre unas reglas más simples sin abrir la legislación».
Respecto a los datos, las cifras finales de inflación no aportarán grandes novedades en el conjunto de la Eurozona, salvo la confirmación del drenaje de los precios energéticos (-0,6% a.) frente al avance de los servicios (1,3% a.). En paralelo, la confianza del consumidor mejorará tímidamente en septiembre, aunque ésta quedará en un segundo plano detrás de otro indicador adelantado: el índice ZEW. Éste reflejará que las tensiones globales siguen afectando negativamente al ánimo de los analistas e inversores alemanes, sobre todo, tras la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento germánico por parte de dos de los institutos de análisis económicos más importantes del país.
De hecho, las dudas sobre Alemania se sustentan sobre dos aspectos que, durante los próximos días, podrán dar lugar a nuevos titulares, esto es, el “Brexit” y la guerra comercial. A su vez, la dicha guerra comercial también explicará, en gran medida, el porqué de la desaceleración de las ventas minoristas chinas hasta sus niveles más bajos desde 2003 en agosto.
En consecuencia, nos volveremos a hallar en un escenario en el que las noticias vinculadas con los focos de tensión global serán las culpables del devenir de los mercados. Tampoco podemos olvidar el papel que jugará la Reserva Federal y la reacción de los inversores al FOMC, según la contundencia con la que la autoridad monetaria estadounidense remarque que el futuro próximo viene marcado por las bajadas de tipos a una velocidad muy comedida.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.