Un momento delicado
- La agenda de los próximos días no se presenta especialmente intensa y, de hecho, las ventas minoristas y la producción industrial de EEUU del mes de mayo en la jornada del martes, las declaraciones de Powell ante el Congreso y el Senado de EEUU y el Consejo Europeo del viernes serán lo más interesante de una semana en la que los inversores volverán a estar atentos a la evolución del coronavirus a lo largo del mundo. Este hecho puede seguir inyectando ruido en unos mercados que habían descontado muchas cosas y muy rápido, en especial, en una semana como la actual que acabará con la conocida “triple hora bruja”. De hecho, en la jornada del viernes, la combinación de los vencimientos trimestrales y mensuales de opciones y futuros con una nueva intervención de Powell, en un contexto de pocos datos y un Consejo Europeo que supondrá un punto y seguido en cuanto a la negociación del Plan de Recuperación de la UE, puede dar lugar a cierta volatilidad en los últimos momentos de la semana.
- Junto a las anteriores cuestiones, los inversores no perderán de vista la evolución de los nuevos contagios de COVID-19, después de que la semana pasada los datos en EEUU recordasen lo prematuro de dar por superado este riesgo. A pesar de que se suceden las noticias apuntando que en los próximos meses pueden estar disponibles tratamientos más eficaces contra el coronavirus y, en especial, una vacuna que representaría la solución definitiva, lo cierto es que el mayor temor del mercado resulta acorde con que antes pueda darse un rebrote del COVID-19 que frene el proceso de normalización de la actividad e, incluso, lo revierta. Una posibilidad que volvía a estar encima de la mesa debido a las cifras de nuevos contagios en distintas regiones de EEUU.
- En el día de ayer, las cifras de nuevos contagios de COVID-19 en EEUU caían, si bien los datos de los domingos no son demasiado fiables en muchos países y la referencia a tener en cuenta es el promedio del repunte semanal, el cual se mostraba estable en tasas del 1,1%. Además, el promedio semanal de nuevos casos en estados como Florida o Tejas resulta claramente ascendente, poniendo en duda la estrategia de algunas regiones estadounidenses acorde con la reactivación de la economía sin haber llegado, realmente, a controlar la extensión del nuevo coronavirus.
- A pesar de que la gran importancia de los estímulos fiscales y monetarios a lo largo del mundo y, en especial, en EEUU, limitan cualquier deterioro de los mercados, lo cierto es que existe quien prefiere salvaguardar parte de los beneficios logrados, sobre todo, en la renta variable. Los mercados han cotizado rápidamente demasiadas cosas y se imponía una pausa, desencadenada por los nuevos casos de COVID-19 en EEUU y la excusa de que las previsiones de la Fed eran más pesimistas de lo esperado. En cuanto al segundo punto, lo adecuado es hablar de excusa ya que, al término de 2022, la senda apuntada por la autoridad monetaria estadounidense sería acorde con un PIB de EEUU un 0,82% mayor al extraído del consenso ponderado de Bloomberg.
- Por lo tanto, a corto plazo, la evolución del COVID-19 en el mundo y, en concreto, en EEUU volverá a cobrar cierto protagonismo para explicar el comportamiento de los mercados y las últimas informaciones no juegan a favor de la tranquilidad, pues se suceden las noticias de rebrotes a lo largo del mundo. Por ejemplo, durante el fin de semana, se informaba que un brote de coronavirus en el gigantesco mercado de abastos de Xinfadi en Pekín obligaba a su cierre, al tiempo que los brotes en la periferia de Lisboa han llevado a Portugal a ser el segundo país de la UE en cuanto a nuevos casos de COVID-19 por millón de habitantes en los últimos días. De forma que nuestros vecinos se sumaban a Suecia y Polonia como los únicos países de la UE con curvas de COVID-19 en ascenso.
- De momento, el S&P500 conseguía mantenerse por encima de su media móvil de 200 sesiones y esto es una gran noticia, si bien ya ha amenazado con perforar este apoyo y su rebote del viernes carecía de la necesaria convicción. De hecho, iba de más a menos e, incluso, el S&P500 llegaba a tocar terreno negativo, aunque terminaba con alzas del 1,31% que no evitaban que cerrase la peor semana desde marzo al ceder un -4,78%. En otras palabras, las dudas empiezan a aflorar en la renta variable y éstas nos seguirán acompañando en el inicio de la semana, resultando muy significativo que el índice de volatilidad VIX llegase a 44,16% el pasado viernes, aunque acabase cediendo hasta 36,10%, lo cual no evitaba que se diese un punto de inflexión al alza respecto a sus valores más recientes.
- El rebote del viernes resultaba todavía más endeble en Europa, demostrando que las dudas empiezan a tomar fuerza. El Stoxx Europe 600 sólo subía un 0,28% e, incluso, en el caso del alemán Dax no había ni rebote al ceder un -0,18%. En las bolsas del Viejo Continente pasa especialmente factura el hecho de que se ponga en duda la intensidad de la caída de la actividad y, sobre todo, los tiempos y la fortaleza de la recuperación, pues cuentan con un mayor peso de los denominados valores value. Dichos valores se estaban beneficiando del hecho de que estamos al inicio de un nuevo ciclo expansivo de cierta intensidad y de sus valoraciones de partida realmente bajas.
- En nuestra opinión, el perfil del escenario de recuperación de muchas economías del mundo no ha cambiado, es decir, continuamos estimando que tomará forma de una salida inicial en “V” durante los dos primeros trimestres y que no servirá para recuperar la senda previa de crecimiento, tomando forma posteriormente una segunda fase de menor pendiente del crecimiento en la que se darán importantes diferencias entre países. Este escenario que los macro y las grandes instituciones tenían más que asumido, parece estar incorporándose por fases en los mercados. En las últimas semanas, pusieron en valor una “V” que resultaba previsible ya que la naturaleza de la crisis hará que la actividad se recupere por escalones y dé lugar, en un primer momento, a importantes tasas positivas de variación de los PIB. Ahora, los mercados empiezan a incorporar el hecho de que la segunda pata de la “V” puede ser más corta de lo que preveían para, a continuación, dar paso a crecimientos más moderados. En otras palabras, lo que ha llegado a calificarse de “V” asimétrica que, a pesar de ser lo esperable, es lo que ahora se ha puesto sobre la mesa entre las dudas emanadas del COVID-19.
- A la postre, las cuestiones expuestas no implican que no vaya a producirse una recuperación económica de la que acabarán por beneficiarse en mayor medida los valores value a lo largo del mundo, sino que simplemente el mercado deberá reajustar sus expectativas hacia una recuperación menos rápida y explosiva. Esta situación se ha dado al amparo de unos datos de extensión del COVID-19 que han recordado que esta amenaza no debe darse por superada, al tiempo que las estimaciones institucionales han reactivado la prudencia hacia el futuro. Todo ello mientras el espíritu puramente especulativo en determinados segmentos del mercado ha generado debilidades en cuanto a la recuperación de las bolsas.
- En los últimos días, se ha hablado mucho de la aplicación estadounidense RobinHood y de las apuestas arriesgadas de muchos minoristas utilizando este medio, decantándose por valores próximos a la bancarrota o que viven momentos muy complejos, tales como las aerolíneas o las hoteleras. En la práctica, se plantea una tesis de creación de “micro-burbujas” que también compartimos, si bien esto sería resultado de un movimiento que va más allá de las pseudo-estrategias de un grupo de minoristas a través de una aplicación.
- De cara a los próximos días, lo importante es que la apuesta por volver a tomar riesgo pierde fuerza temporalmente y a esto ayudará, en el inicio de la semana, los datos del mes de mayo conocidos en China durante la pasada madrugada. En el gigante asiático, la producción industrial y las ventas minoristas del mes pasado mejoraban, pero lo hacían en menor medida de lo previsto. Por ejemplo, en cuanto a la actividad fabril, su crecimiento aceleraba desde +3,9% a. hasta +4,4% a., pero se quedaba lejos del 5% a. esperado y esto lo podemos achacar a que la demanda externa seguía sin acompañar. Una circunstancia que pone en entredicho la fortaleza del resurgir inicial de la economía china, pues la industria representa casi un tercio del PIB del gigante asiático. No obstante, de momento, la estrategia encaminada a dinamizar la demanda nacional parece que estaría funcionando ante el buen desempeño de la producción de cemento (+8,6% a.) y acero (+6,2% a.), mientas que ya se producían 2,15 mill. de vehículos al mes frente a los 1,46 mill. de marzo.
- En cuanto a las ventas minoristas en China, éstas frenaban en gran medida su retroceso al pasar de tasas de -7,5% a. en abril a -2,8% a. en mayo, aunque esto no evitaba que defraudasen las expectativas acordes con una caída del -2,3% a. En este punto, cabe llamar la atención sobre el primer repunte interanual de las ventas de coches en 2020 (+3,5%) y que el efecto precios lastraba a partidas como el consumo de carburantes (-14,0% a.), pero también que la caída del -18,9% a. de la componente de restauración apunta que el retorno a la normalidad será algo más costoso de lo esperado.
- Los datos en China se completaban con una inversión en activo fijo que mejoraba al reducir su retroceso hasta -6,3% a. en mayo, aunque esto no evitaba que empeorase las previsiones de -6,0% a., y la caída en una décima de la tasa de paro hasta 5,9% en el mes pasado. El problema es que esta última estadística no tendría en cuenta a casi 300 millones de trabajadores migrantes que se están viendo más afectados por la crisis, en especial, los cerca de 175 mill. que son definidos como migrantes de larga distancia. En otras palabras, las cifras de paro en China seguramente superen el 5,9% reconocido.
- A pesar de los incisos realizados, debemos reconocer que la recuperación en China progresa adecuadamente y los esfuerzos de las autoridades para reactivar la demanda interna están funcionando, debiendo mejorar las cifras a medida que en el gigante asiático se activen los estímulos programados por valor del 11% del PIB. Sin embargo, en un momento en el que parecen estar bajo revisión las expectativas de los mercados, en términos generales, las cifras chinas resultaban peores de lo esperado e incidían en la idea de una recuperación más costosa de lo previsto, al tiempo que los brotes del COVID-19 en lugares como Pekín tampoco ayudaban y vienen a sumarse al viento en contra de las tensiones con EEUU.
- Las últimas noticias apuntan que un grupo Anti-China, el cual incluye al ex-asesor de la Casa Blanca, Steve Bannon, está presionando para que la Administración Trump excluya de cotización en EEUU a una serie de empresas chinas. El grupo, autodenominado Comité Sobre el Peligro Actual: China (CPDC, en sus siglas en inglés), instaba al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a que tome la citada decisión a la luz de un reciente informe del Senado de EEUU que encontró una supervisión deficiente de las compañías de telecomunicaciones estatales chinas que cotizan en los EEUU. La carta elaborada por el grupo señalaría directamente a: China Telecom Americas, China Unicom Americas, ComNet USA y China Mobile. A cambio, estas tensiones cuentan con contrapesos como la autorización dada a la sociedad conjunta de American Express para que opere en China, convirtiéndose así en la primera compañía extranjera de tarjetas de crédito en obtenerla.
- Desgraciadamente, el citado contrapeso resulta algo menor frente a unas referencias procedentes de China que servirán para rearmar el discurso negativo en el inicio de la semana. De hecho, esta madrugada, los números rojos dominaban en Asia y el futuro del S&P500 apuntaba casi -1,5% a la baja, adelantando que hoy el índice estadounidense podría poner en entredicho su media móvil de 200 sesiones y esto pondría en alerta a los bajistas. En paralelo, los diferenciales de crédito en EEUU también habrían aumentado la semana pasada, en especial, los referentes al high yield.
- De momento, aunque nuestro tono de fondo es cauto, creemos que lo está ocurriendo actualmente en los mercados forma parte de un necesario paso atrás para reevaluar la situación, tomando la excusa de los últimos datos e informaciones, después de haber avanzado demasiado rápido. No obstante, de nuevo, en este punto debemos insistir en que los mercados cuentan con importantes redes de seguridad generadas por los gobiernos y los bancos centrales. A este último respecto, sirva como ejemplo que desde los anuncios de la Fed en cuanto a sus planes de intervenir en el mercado de deuda corporativa, en EEUU, los fondos de deuda de grado de inversión (incluidos ETFs) han recibido entradas por valor de 40 mm. $. Además, al otro lado del Atlántico, se han emitido 965 mm. $ en bonos desde marzo y, en conjunto, estos se situarían 70 mm. $ por encima de su valor nominal.
- Las redes de seguridad articuladas por los bancos centrales y los gobiernos ponen límites a los retrocesos de los mercados, si bien en momentos como el actual también cabe plantearse qué puede servir de revulsivo al alza. En este sentido, resultarán claves las ventas minoristas de mayo en EEUU, las cuales consideramos bastante probable que aumenten en línea con el repunte del 8% m. esperado por el consenso de Bloomberg. Por ejemplo, la mera flexibilización de la movilidad beneficiará las ventas de carburantes y, a su vez, la reapertura de la actividad se dejará sentir en el incremento de las ventas en concesionarios de coches y otros establecimientos respecto al mes de abril.
- En la anterior línea, el pasado viernes, la confianza de los estadounidenses, elaborada por la Universidad de Michigan, sorprendía al alza en junio al aumentar hasta 78,9 frente a los valores de 75 esperados, sobresaliendo el repunte de las expectativas desde 65,9 hasta 73,1. Una evolución positiva acorde con la progresiva normalización de la actividad en EEUU y la reincorporación de los estadounidenses a sus puestos de trabajo, lo cual ayudará a que tome forma un fuerte rebote del consumo después de una situación excepcional que limitó las posibilidades de consumir, incluso, entre quienes querían hacerlo. Empero, tampoco deben obviarse las limitaciones del consumo en EEUU durante las primeras etapas de la recuperación, pues el 46% de los estadounidenses estima que sus ingresos serán similares dentro de un año y debemos tener presente que comparan con una situación de estrés de dichos ingresos. Por otro lado, el 63% de los americanos descuenta que los malos tiempos económicos tendrá continuidad durante los próximos 12 meses.
- La clave para que los estadounidenses y, también, los inversores vislumbren un futuro mejor estará en la evolución favorable de los datos de mercado laboral. En este sentido, resultará vital que las peticiones semanales de desempleo igualen o mejoren el registro de 1,29 mill. esperado para la semana pasada, frente a los 1,54 mill. de la anterior, y que el número de los beneficiarios de prestaciones por desempleo ceda, como se espera, desde 20,9 mill. hasta 19,7 mill.
- Las referencias industriales supondrán la otra gran cita de la semana con los datos en EEUU, empezando hoy con el indicador adelantado en forma de índice Empire State. Éste mejorará en junio hasta valores de -32,0 frente a las cifras de -48,5 de mayo y pondrá en valor el retorno de la actividad en una región donde hasta el 80% de las empresas manufactureras apeló a los planes gubernamentales de ayuda. En la práctica, la mejoría de los indicadores adelantados de la industria de EEUU se traducirá en un repunte del 2,5% m. de su producción en mayo, si bien éste se quedará por debajo de lo esperado por el consenso de cara a la sesión del martes. A la postre, la estadística también tiene en cuenta actividades como la extracción de petróleo que sufrirá un importante desplome, al tiempo que sectores como el aeronáutico siguen atravesando una etapa bastante complicada.
- En esta ocasión, los datos en EEUU se tornarán casi más importantes que la intervención del presidente de la Fed ante el Congreso y el Senado, pues servirán a los mercados para calibrar adecuadamente la relevancia de la prudencia del discurso de Powell. En principio, el responsable de la Reserva Federal debería incidir en los mensajes ya conocidos, es decir, cautela hacia el devenir de la economía estadounidense, énfasis en los riesgos, petición de un mayor respaldo de la política fiscal y pleno compromiso con el cumplimiento de los objetivos de la Fed. En cuanto a estos, dejará claro que la máxima prioridad es retornar a los niveles de empleo pre-crisis y, en particular, en lo referente a los trabajadores con menores remuneraciones ya que en un 35% de los casos han perdido su empleo frente al rango de entre el 5% y el 15% en el caso de los empleados con mayores salarios.
- Las intervenciones de Powell representarán la principal cita de la semana en la esfera de la Fed, pero no la única. En los próximos días, también contaremos con las comparecencias de otros miembros de la entidad como Kaplan, Daly, Clarida, Mester, Rosengren o Quarles que, si bien no se desmarcarán de la línea oficial, se distinguirán por el distinto grado de inquietud hacia el escenario de actividad. Por ejemplo, el viernes, el presidente de la Fed de Richmond, Tom Barkin, incidía en la posibilidad de que la actual crisis deje heridas duraderas en EEUU, en especial, desde la perspectiva del empleo.
- En la UE, los datos macroeconómicos que conoceremos durante la semana no serán decisivos y, de hecho, el más valioso para testar la reactivación del área serán las matriculaciones de mayo del miércoles y el índice ZEW de confianza de los analistas e inversores alemanes en cuanto a su potencial impacto en los mercados, a pesar de que resulta más útil para testar el sentimiento del mercado en el presente que para adelantar lo que ocurrirá en el futuro. En cuanto al segundo, la realidad es que el convencimiento generalizado respecto a que lo peor de la crisis empieza a quedar atrás, y que dominaba hasta hace unos días, ayudará a dar continuidad a sus repuntes, si bien las dudas surgidas hacia el futuro en la parte final de la semana pasada inyectan algo de incertidumbre respecto al dato de difusión del ZEW que hace referencia a cómo se percibe el escenario en Alemania.
- A pesar de lo apuntado, esperamos que tanto la vertiente de expectativas como de situación actual del ZEW mejoren las estimaciones de mercado al situarse en junio en 65 (51 en mayo) y -80 (-93,5 en mayo), respectivamente. No obstante, el dato que mayor impacto tendrá en el mercado serán las citadas expectativas y, en la práctica, las dudas de la segunda mitad de la semana pasada frenarán su progresión al alza. En este sentido y a título comparativo, cabe incidir en que las expectativas del ZEW pasaron de 28,2 en abril a 51,0 en mayo.
- De vuelta a las matriculaciones de la UE, el desplome interanual del -76,3% de abril perderá fuerza en mayo, pues pasaremos de un escenario de actividad comercial casi nula en los concesionarios de algunos países, a otro en el que habrá actividad, y esto dejará huella en la estadística. No obstante, los datos clave serán los de junio y julio; meses históricamente buenos para la venta de coches y que coincidirán con la activación de planes de estímulo a las compras por parte de particulares en países del peso de Alemania y Francia. Unos incentivos que también serán una realidad en España ya que formarán parte del plan de impulso para la automoción por valor de 3.750 mill. € que se comunicará hoy, siendo el turno el jueves para el plan cuyo objetivo es la dinamización del turismo.
- Más allá de lo expuesto, entre los indicadores de los países de la UE, sólo cabrá destacar la balanza comercial de la Eurozona del mes de abril que se publicará hoy lunes y servirá para constatar el importantísimo freno sufrido por el comercio de los países del euro con el resto del mundo y, también, entre ellos como así será recogido por los intercambios intra-europeos. Un hecho que también quedará reflejado en las balanzas comerciales de abril de Italia y España.
- De la misma forma, el colapso vivido por la actividad en Europa será recordado por las cifras de abril de gasto en construcción en la UEM al experimentar una caída histórica de doble dígito que superará la contracción del -14,1% m. que registró en marzo. En Francia, la caída de la construcción en abril alcanzaba el -31,7% m. y resultaba menos intensa que el -42,2% m. registrado en marzo, si bien la diferencia la marcará Alemania donde la construcción pasaba de repuntar un 8,0% m. en marzo a caer un -4,1% m. en abril. Mientras tanto, las órdenes industriales de Italia del mes de abril continuarán evidenciando el desplome vivido por la actividad en el país, después de ceder un -26,5% m. en marzo. Unos datos que se verán completados por las cifras finales de inflación del mes de mayo a lo largo de la zona euro, siendo el mejor resumen de su freno el dato de 0,1% a. para el conjunto de la UEM que se verá aquejado por las presiones a la baja de los precios de la energía.
- La importancia de la actual crisis en Europa está fuera de dudas, aunque una vez más los problemas no han sido igualmente intensos en todos los países y esto será clave de cara al Consejo Europeo del 19 de junio (viernes) en el que se debatirá el Fondo de Recuperación para responder a la crisis de la COVID-19 y un nuevo presupuesto de la UE a largo plazo. Por ejemplo, en los Países Bajos, la tasa de paro se espera que alcance un 4,2% en mayo frente al 2,9% que atesoraba en febrero; cifra que será revisada al alza en junio cuando empiecen a contabilizarse como parados las personas sujetas a situaciones temporales de desempleo. No obstante, esta situación se dará en el conjunto de la UE e impactará especialmente en países como España. De forma que las cifras de paro, en términos relativos, seguirán siendo igualmente bajas en casos como el de Países Bajos y darán fe de que el impacto de la crisis no ha sido igual para todos.
- De nuevo, el gran desafío para la UE radicará en que la crisis no ha sido homogénea para todos los socios y, a su vez, la recuperación se tornará menos compleja en unos países que en otros. Ante este trasfondo, una vez que casi se da por descontado que lo peor de la crisis queda atrás, el acuerdo en cuanto al Plan de Recuperación de la UE empieza a complicarse. En ocasiones anteriores, hemos insistido en que el paso del tiempo juega en contra de países como España o Italia ya que diluirá la sensación de emergencia generalizada y jugará a favor de un plan menos ambicioso. En otras palabras, los 750 mm. € (de estos 500 mm. € en subvenciones) propuestos para el Plan de Recuperación y los 1.100 mm. € para los presupuestos de la UE en el periodo 2021-2027 deben entenderse como un planteamiento de máximos que acabará siendo limado, en especial, en lo concerniente a los 310 mm. € en subvenciones de la Facilidad de Recuperación y Resistencia.
- Por el momento, en Bruselas ya asumen que la reunión del viernes de los líderes europeos supondrá sólo un punto y seguido en el debate sobre las medidas a llevar a cabo. De partida, la Comisión Europea ya retrasaba cualquier acuerdo al mes de julio y la nota de prensa en la que se comunica el próximo Consejo Europeo apunta: “El debate de los dirigentes de la UE servirá de preparación exhaustiva para una cumbre que se celebrará más adelante, si es posible de forma presencial”.
- La realidad es que llegamos al Consejo Europeo del viernes con dos grupos diferenciados de países que expresan claramente sus reservas hacia la propuesta de la Comisión. Unos porque no ven con buenos ojos cualquier intento de compartir riesgos o de articular mecanismos de subvenciones a gran escala, mientras que otros se quejan por el diseño de un programa que creen beneficia a naciones que consideran ricas. Estas críticas dan forma al eje de los frugales (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia) y de Visegrad (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia). Unos países a los que se sumarían Finlandia y Estonia que también han mostrado su incomodidad con la propuesta de la Comisión. De hecho, en el caso finés, el Comité Constitucional de su Parlamento recomendaba una actitud vigilante ante la propuesta del Plan de Recuperación de la Comisión Europea, dado que representa “cualitativamente y por el tamaño de su financiación un nuevo tipo de elemento en el funcionamiento” de la UE. En palabras textuales del citado Comité: “El Comité entiende que el acuerdo no necesariamente cumple totalmente con la legislación de la UE. El gobierno (finlandés) debe garantizar que existan bases legales apropiadas en la ley de la UE para el (Plan de Recuperación)” y “El Comité cree que la capacidad de Finlandia para decidir sobre su propio presupuesto debe protegerse de la manera más efectiva posible”.
- En total, la lista de países críticos con los planes de estímulo de la Comisión Europea engloba a 10 países sobre un total de 27 miembros de la UE y, debemos recordar, estamos ante una decisión que demanda unanimidad. Por lo tanto, aunque creemos que el Plan de Recuperación saldrá adelante, también estimamos que movilizará menos de los 750 mm. € que se apuntan actualmente.
- La realidad descrita acabará pesando en los mercados del Viejo Continente, si bien el próximo Consejo Europeo terminará cuando dichos mercados ya estén disfrutando del fin de semana. La cuestión es que cuando el propio gobierno de Francia trabaja a la sombra de una contracción de su economía nacional del -11% en 2020 o que el ministro de Economía de Italia reconoce que el desplome de la actividad transalpina superará el 8% que preveían para este año (dada la recuperación más costosa de sectores como el turístico), se impone un plan ambicioso de estímulos a escala paneuropea. Un plan que, además, debe tener un papel importante de las subvenciones; por ejemplo, en Italia, con un déficit que sus autoridades ya reconocen que alcanzará el 10,4% del PIB en 2020 y una deuda que se disparará hasta el 160% del PIB, un plan de apoyo sustentado sólo en préstamos vendría a ahondar en los problemas existentes. Además, debemos tener en cuenta que las subvenciones no serán gratis, lo cual era recordado de forma elegante por la presidenta del BCE cuando apuntaba que Italia no puede dejar que esta crisis “vaya a la basura”, es decir, que deberá responder a este desafío con reformas.
- En paralelo, aunque en Alemania sus autoridades políticas se resistan a modificar su previsión acorde con una contracción del PIB del -6,3% en 2020, no cabe duda de que el riesgo respecto a que la locomotora europea retroceda algo más de lo esperado en el corto plazo es muy real. Así que resulta bastante probable que acabe tomando forma el Plan de Recuperación de la UE, si bien la cuestión estriba en los tiempos para que así sea y, sobre todo, en la cuantía de dicho plan.
- Por el contrario, lo que costará mucho menos que tome forma es la propuesta de la Comisión Europea para proteger a las empresas estratégicas de la UE de compras realizadas por corporaciones extranjeras respaldadas por subsidios estatales “injustos”, aprovechando sus bajas valoraciones en la actualidad. En principio, la propuesta se presentará el próximo miércoles y hará énfasis en el sector del aluminio, el acerero, los semiconductores, astilleros y automovilístico, en los cuales se ha detectado una mayor incidencia de grupos de fuera de la UE que cuentan con subsidios consistentes en préstamos a tipo cero, garantías estatales ilimitadas, acuerdos de bajos impuestos o el respaldo de fondos estatales.
- De acuerdo con lo filtrado por Reuters, las empresas extranjeras que deseen adquirir una participación de más del 35% en empresas de la UE que tengan una facturación de más de 100 mill. € deberían informar a la Comisión, si han recibido más de 10 mill. € en ayudas estatales en los últimos tres años. En la práctica, podrían llegar a vetarse operaciones, pero también se buscaría evitar la competencia desleal en el mercado único de compañías extranjeras que cuenten con respaldo público. Dichas compañías deberían vender activos, reducir su cuota de mercado o realizar pagos a la UE para reequilibrar cualquier distorsión.
- Finalmente, en la UEM, también tendremos el Boletín Económico del BCE que recordará los desafíos actuales y la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales en el área euro. Todo ello mientras nuestro banco central sigue siendo el gran salvavidas del proyecto de la Eurozona. Por ejemplo, esta realidad era visible indirectamente mediante la masiva inyección de liquidez realizada a la banca, en el caso de la española, accedía a financiación del Eurosistema por valor de 176 mm. € en mayo frente a las cifras de 167,5 mm. € de abril, registrando la mayor cifra en 6 años. No obstante, nuestra banca se sitúa todavía muy lejos de los 411 mm. € que obtuvo del BCE en agosto de 2012.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.
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