Atención a la industria
En un momento en el que la industria se sitúa en el epicentro de las preocupaciones, los últimos datos conocidos permiten arrojar cierto optimismo y adelantar que los peores momentos para el sector ya podrían haber pasado, a pesar de que su debilidad se mantendrá en la parte final del año.
La industria europea no acaba en Alemania y no deben menospreciarse los datos más favorables de actividad manufacturera en Holanda y Francia durante el mes de septiembre. En el primer caso, el repunte ascendía al 1,7% m. y 0,77% trim. mientras que la actividad manufacturera gala repuntaba un 0,6 % m. y daba forma a cierta estabilización que se sobreponía a los problemas del sector automovilístico francés (-3,9% m. y -6,9% a.).
Las dificultades del sector automovilístico han representado una de las grandes debilidades de la industria europea y, afortunadamente, ya empieza a divisarse el “final del túnel”. De acuerdo con los PMIs, el sector seguiría siendo el peor de Europa, si bien su deterioro continuaría perdiendo fuerza y sus órdenes e inventarios apuntarían hacia un escenario de estabilización. De acuerdo con la propia nota de Markit, en octubre: “Los nuevos pedidos (de las empresas automovilísticas y de componentes) cayeron al ritmo más lento en 11 meses, y las existencias de productos terminados disminuyeron al ritmo más rápido en casi una década. La proporción de los dos índices aumentó bruscamente, apuntando a una posible estabilización de la producción en los próximos meses”.
Los problemas en la industria han sido un gran lastre y, más allá de lo expuesto, otros datos dibujan un horizonte menos gris para el sector, especialmente, en Asia. Éste era el caso de los PMIs relativos a la coyuntura para materiales como el acero, cobre y aluminio, los cuales recogen las respuestas de sus grandes consumidores. Unas respuestas que, en los tres casos, eran acordes con cifras por encima de 50 y la ratificación del cambio de tendencia.
El PMI de grandes consumidores de acero se situaba en 51,5 y registraba la primera cifra por encima de 50 desde septiembre de 2018, gracias a la sólida mejora de los pedidos que ponía fin a 12 meses seguidos de caídas de las órdenes. No obstante, el punto débil de este dato radicaba en que las mejoras no eran homogéneas a lo largo del mundo, pues se concentraban en Asia (máximos de 22 meses para este PMI) frente a la continuidad de los problemas en EEUU y Europa, dándose en nuestro continente la mayor caída en más de 10 años.
En cuanto al PMI de los grandes consumidores de cobre, éste registraba otra lectura por encima de 50 al situarse en 50,8 e informaba del mayor avance de los pedidos desde noviembre de 2018. Desgraciadamente, la contrapartida negativa volvía a tomar forma de concentración de las mejoras en Asia frente a la continuidad de los problemas en EEUU y, sobre todo, en Europa.
Por otra parte, el PMI de aluminio mejoraba hasta 51,6 y lograba su mayor valor desde agosto de 2018, “moviéndose firmemente en territorio de expansión y señalando una recuperación en la industria que usa aluminio. Los fabricantes que aumentaron la producción durante septiembre fueron debidamente recompensados, ya que los nuevos pedidos crecieron por primera vez en 13 meses, lo que provocó un aumento aún mayor de la producción en octubre”.
En conjunto, los indicadores adelantados que, a su vez, podemos considerar el indicador adelantado del PMI manufacturero, deparaban muy buenas noticias aunque sus mejoras se concentrasen en Asia e informasen de la continuidad de los problemas en EEUU y, especialmente, en Europa. Sin embargo, la mejora en Asia no debe ser menospreciada debido a la importante capacidad de arrastre de un continente que explica casi el 50% del crecimiento mundial.
La realidad de determinados estímulos locales explica que las primeras noticias esperanzadoras para la industria global provengan de Asia. No obstante, esperamos que con el arranque de 2020 se extiendan al resto del mundo; momento en el que también estimamos que juegue a favor la pérdida de vigor de focos de incertidumbre como el brexit y las tensiones comerciales. Las elecciones de diciembre en Reino Unido no serán ninguna panacea, pero sí marcarán un punto de inflexión para que los británicos desbloqueen el acuerdo con la UE. Ambas partes se necesitan y la realidad en forma de un 40% de las exportaciones de bienes y servicios del Reino Unido destinadas a socios como los que conforman la Eurozona, acabará por vencer las diferencias entre los políticos británicos que impiden rubricar un acuerdo.
De forma que esperamos que los riesgos sobre el crecimiento sean al alza en el arranque de 2020, a pesar de lo apuntado por encuestas industriales como los PMI manufactureros. En este caso, se da un gran desacople entre el escenario inquietante apuntado por los indicadores mencionados y la realidad económica. Dichas encuestas dibujan un escenario de gran debilidad que no se corresponde con la realidad de un crecimiento global que ha moderado, pero que en 2019 se situará próximo al 3%; cifra que no se encuentra muy alejada de las tendenciales. Una situación que nos ha llevado a prestar atención a una esfera diferente de los PMIs, como apuntábamos al principio.
A corto plazo, lo expuesto no será incompatible con la pervivencia de la debilidad en Europa y, sobre todo, en Alemania donde la inercia negativa continuará presente. La importancia de la industria en la economía germana y su retroceso del -1,2% trim. en el 3tr19, combinado con el estancamiento de la construcción, respaldarían que el próximo jueves conozcamos una caída del PIB alemán del -0,1% trim. en el pasado trimestre. Sin embargo, los últimos datos conocidos desde el lado de la demanda hacen que no debamos descartar que Alemania sortee la segunda caída trimestral consecutiva de su PIB.
El viernes, las exportaciones alemanas sorprendían al alza ya que se rebajaba su caída de agosto y las cifras de septiembre revelaban un crecimiento del 1,5% m., el cual implicaba el mayor repunte desde de noviembre de 2017. De forma que, antes de ajustar por el efecto de los precios, este dato permitía que las exportaciones de bienes lograsen un avance del 0,7% trim. frente al retroceso de -0,5% trim. de las importaciones. Luego, en el 3tr19, la demanda externa podría llegar a evitar que el PIB germano retrocediese ligeramente.
La anterior posibilidad no evitará que Alemania siga representando uno de los mayores lastres para el crecimiento de la UEM y explique la ratificación del avance del 0,2% trim. del área durante el 3tr19, a pesar de las sorpresas positivas de los PIBs de Francia, Italia y España. Unas sorpresas a las que, seguramente, se una Portugal con un desempeño trimestral de su PIB que permitirá a su tasa interanual acelerar ligeramente hasta rondar el 2%. Una noticia que será francamente positiva para nuestro país, puesto que Portugal es el cuarto destino de las exportaciones españolas (7,5% sobre el total) y explicaba un superávit comercial de 7,06 mm. € entre enero y agosto de 2019.
También se publicarán datos de PIB en Reino Unido, donde conoceremos que la economía se recuperó en el 3tr19 (0,4% trim.) gracias a la acumulación de inventarios causada por el agravamiento de la incertidumbre en torno al brexit, dejando atrás la caída del -0,2% trim. del 2tr19. Luego, las cifras británicas de contabilidad nacional serán peores de lo que parecen mientras que el tímido avance de las ventas minoristas de Reino Unido en octubre recordará la pervivencia de los problemas, como también lo hará el retroceso de la producción industrial del mismo mes. Desgraciadamente, en la industria la situación es más grave, dado que la incertidumbre provocada por el brexit ha originado un proceso de deslocalización de la actividad fabril que no tiene vuelta atrás.
Por otra parte, en China también tendremos referencias importantes durante la semana, aunque el martes los inversores estarán más atentos a cuál fue el saldo de las ventas del “Día del Soltero”, el lunes 11 del 11; fecha que representa el día más importante del año para compañías como Alibaba. De forma que, en el gigante asiático, las referencias macro competirán en importancia con el saldo comercial de esta celebración.
Este sábado se daba a conocer la aceleración del IPC de China hasta 3,8% a. en octubre, a la sombra del dinamismo de los precios de los alimentos. Estas alzas de precios seguirán maquillando las ventas minoristas chinas de octubre cuyo crecimiento se mantendrá en 7,8% a. No obstante, deteniéndonos en la inflación china, ésta aumentaba a su mayor ritmo desde enero de 2012 gracias al incremento en los precios de productos cárnicos como el cerdo, el cual se había visto muy mermado por la peste porcina africana. Desde el PBoCh se alababan las cifras pero se advertía de que las políticas de flexibilización generen un riesgo elevado de precios salariales en medio del incremento de los precios porcinos, en un momento en el que estos pueden avanzar a tasa en torno al doble de su referencia del año pasado.
Sin embargo, los precios de producción del gigante asiático siguen jugando a favor de los estímulos y estos caían a su tasa mínima en más de tres años para un mes de octubre (-1,6% a.). El sector industrial sigue acusando los efectos del freno en la demanda y los problemas arancelarios quedando recogido su efecto adverso en la disminución del 2,6% a. en los precios de los bienes de capital, secundados por la caída en los precios de extracción de petróleo y gas natural (-17,9% a.). La minería y el calandrado de metales ferrosos también disminuía un -6,1% a. mientras que la de no ferrosos repuntaba un +0,2% a.
Sin dejar Asia, Japón demandará su cuota de protagonismo con la publicación de datos como la producción industrial final de septiembre, la cual corroborará su recuperación tras el fuerte descenso vivido en agosto. Empero, más interés generará la desaceleración del PIB nipón hasta 0,9% trim. a. en el 3tr19 (1,3% ant.), pese a la mejora de la inversión empresarial.
Todo ello mientras no perdemos de vista a la India, después de que Moody’s redujese su perspectiva para el país hasta negativa y lo hiciese a la sombra de su preocupación por la desaceleración económica cada vez más profunda y la acción gubernamental insuficiente. Una perspectiva negativa por parte de Moody’s que también era extensible al Reino Unido con el cierre de la sesión del viernes.
En EEUU, entre las numerosas comparecencias de miembros de la Fed, destacarán las intervenciones semestrales de Jerome Powell ante el Congreso y el Senado estadounidense. A priori, no deberían generar sorpresas al remarcar que la institución ha pasado a un modo de “esperar y ver”. Así que la defensa de la independencia de la Reserva Federal y, sobre todo, sus respuestas a las preguntas respecto a las tensiones de liquidez en el mercado monetario de EEUU serán lo más interesante. De hecho, la gestión de la liquidez es el mayor problema que afronta la autoridad monetaria estadounidense en el corto plazo. Tampoco habrá que dejar de lado las potenciales menciones a un posible cambio en la definición del objetivo de inflación de la Fed.
En la actualidad, EEUU no necesita mayor flexibilidad monetaria y, en la próxima semana, las ventas minoristas de octubre, una vez descontado el efecto de los automóviles y los carburantes, darán buena prueba de ello. Éstas crecerán un 0,4% m., cifra que se situará en 0,2% m. después de restar el aporte de las alzas de los precios, ratificando así que el gasto de los hogares seguirá siendo un pilar sólido del crecimiento estadounidense en el arranque del 4tr19. En la práctica, la información revelada por las ventas minoristas será mucho más interesante que la caída de la producción industrial estadounidenses durante el mes de octubre, pues ésta volverá a ser explicada básicamente por el impacto de la huelga de General Motors.
De vuelta a los precios, la inflación de octubre en EEUU con el IPC subyacente en 2,4% a. también recordará que estos no son un gran problema para la Fed. Por su parte, en la UEM, los datos finales de inflación del mes de octubre vendrán a confirmar las menores tasas como consecuencia de la caída del precio del petróleo. Así que el resultado de las elecciones en nuestro país será más interesante que la inflación de la Eurozona.
Finalmente, aunque lo expuesto en los últimos párrafos es importante, lo cierto es que las informaciones comerciales seguirán teniendo un papel crucial. El viernes, Trump negaba que se hubiese acordado con China la retirada gradual de los aranceles, pero su tono seguía apuntando hacia un acuerdo. Un acuerdo que, desde la óptica china, básicamente, depende de un paso atrás en cuanto a los nuevos aranceles, el cual nunca será completo por parte de los EEUU ya que los ingresos derivados de dichos aranceles son claves para compensar la rebaja fiscal articulada por Trump.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.