La reunión del BCE cumplía con lo esperado y el T-Note a 10 años seguía próximo a niveles del 3%, aunque cedía posiciones y daba un respiro a los inversores. En este contexto, el Eurostoxx50 cerraba con avances del +0,58% para cotizar en 3.506 puntos, mientras que el Cac-40 se anotaba un +0,74% y se situaba en 5.453 pts. En EEUU, las bolsas también cogían aire y S&P500 se anotaba un +1,04%. El comportamiento de los treasuries permitía acentuar el protagonismo de las cuentas empresariales.El jueves, sufríamos una avalancha de resultados que en España nos dejaba los de Telefónica, los cuales arrojaban un beneficio por acción de 0,162 € que superaba en un 15,5% las estimaciones recogidas por Bloomberg para el 1tr18, al tiempo que la compañía reducía su deuda en 255 mill. € en el trimestre y un 9,8% en términos interanuales. Por su parte, Banco Sabadell cerraba el trimestre con un beneficio neto de 259 millones € (+32,7% más que el año pasado) y batía de forma holgada las estimaciones de los analistas. Fuera de España, Deutsche Bank registraba una caída del beneficio del 79%, Barclays perdía 764 millones £, lastrado por costes legales en EEUU y Reino Unido que ascendían a 2,4 mm. £. En EEUU destacaban los resultados de General Motors cuyo resultado caía un 60% en el 1tr18 debido a cuestiones temporales, a la par que Amazon cuyos beneficios doblaban las expectativas. De vuelta con los bancos centrales, más allá del BCE, asistíamos al encuentro del Riksbank sueco que defraudaba al dibujar una primera subida de tipos que se dilataría en el tiempo. La entidad apuntaba un endurecimiento de los tipos hacia finales de año frente a lo indicado en febrero, cuando se señaló que la primera subida de tipos podría llegar en la segunda mitad del año. La probabilidad de una mayor demora en los movimientos del banco sueco aumentaba significativamente, sin que se pueda descartar su llegada a principios de 2019 e, incluso, más tarde. Una circunstancia que impactaba sobre la corona sueca que caía a su nivel más bajo desde 2009, cotizando en 10,48 EURSEK. Al margen de los bancos centrales, la agenda macro era escasa pero estaba presidida por datos relevantes. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en España la tasa de desempleo sorprendía ligeramente al alza en el 1tr18 al situarse en 16,74% (+0,2 p.p) a la sombra del aumento del número de parados en 29.400 hasta 3.796.100 personas. Una cifra que no era representativa debido a lasdistorsiones estacionales y, de hecho, descontado este efecto los parados descendían en un -2,97% en el trimestre. Una situación similar se daba con las cifras de ocupados, las realmente importantes. El descenso de las personas empleadas en 124.100 durante el trimestre resultaba algo mayor de lo que preveíamos, aunque tampoco debía llamar a la preocupación. En primer lugar, las cifras ajustadas revelaban un aumento de los ocupados del 0,46% trim. (aunque era la menor tasa desde el 2tr16) y, en segundo, las cifras en términos interanuales seguían siendo muy positivas. Respecto al 1tr17, los ocupados aumentaban en 435.900 personas, lo que equivalía a un repunte del 2,36% a. que resulta acorde con nuestras estimaciones de un avance del empleo del 2,3% en España durante 2018. Un dato que en sí no es negativo, pues simplemente viene a confirmar que dejamos atrás un periodo anormal en el que por cada punto de PIB casi se generaba otro de empleo. En paralelo, sí que nos preocupaba la continuidad del deterioro del número de activos al descender en 94.700 personas durante el 1tr18, lo cual permitía arrojar un descenso interanual del -0,1%. De forma que la tasa de actividad se quedaba en el 58,46%, su nivel más bajo de los últimos 12 años. Por último y no menos importante, las órdenes de bienes duraderos en EEUU aumentaban un 2,6% m. en marzo que implicaba moderar menos de lo esperado por el consenso de Bloomberg (1,6% m.), mientras que las cifras de febrero eran revisadas al alza pasando de un +3,0% m. a +3,5% m. Los pedidos de bienes de capital volvían a arrojar un magnífico comportamiento al crecer un 5,4% m., aunque debido a los pedidos de aeronaves y defensa; sin éstos retrocedían un -0,1% m. y un -0,2% trim. a. En paralelo a estos datos, conocíamos los embarques de bienes de capital que aumentaban un 1,6% m. y un 2,2% m. descontados los bienes de defensa, sin bien restadas las aeronaves las cifras eran negativas en el mes y su tasa trimestral frenaba apuntando la moderación de la inversión en bienes de equipo durante el 1tr18. El encuentro del BCE cumplía casi a la perfección con el guion esperado, pues no se daban novedades en forma de movimientos y la guía de largo plazo de la entidad no sufría cambios. Así, lo más reseñable era la forma en la que se abordaron algunos puntos de interés como el freno de la economía de la zona euro en el arranque de 2018 y los riesgos proteccionistas, además del comportamiento del euro. Las dos primeras cuestiones tenían hueco tanto en el comunicado de la entidad como en la rueda de prensa de Draghi. El enfriamiento de la actividad económica durante el 1tr18 en la UEM era la cuestión que más tiempo ocupaba, realizándose un análisis adecuado al relativizarse este hecho. En primer lugar, se reconocía los últimos datos acordes con cierta moderación y, en segundo, se tomaba perspectiva para remarcar la pervivencia de una base acorde con la expansión sólida y generalizada de la economía de la zona euro. De forma acertada se achacaba el enfriamiento de la actividad a factores pasajeros y un lógico proceso de normalización. La economía de la UEM creció a un ritmo próximo al 0,7% trim. durante gran parte de 2017 y esto le permitió avanzar un 2,4% en el año, cosechando el mejor comportamiento desde 2007. De hecho, en base a los cálculos del FMI, la brecha negativa respecto al producto potencial prácticamente se habría cerrado, lo cual encajaría con la tesis de un escenario de normalización aunque desde el BCE se alimente el debate sobre la posibilidad de asistir a una capacidad de crecimiento mayor de lo estimado en la UEM. Por su parte, una vez reconocida la entidad mayor de lo esperado de la caída de algunos indicadores,Draghi desarrollaba el discurso recogido en el párrafo anterior al apuntar que, a pesar de la moderación, la actividad crecerá por encima de su promedio histórico en la Eurozona y concretaba los factores pasajeros que han lastrado el crecimiento. Entre éstos, citaba las huelgas, el mal tiempo en algunos países e, incluso, el calendario de la Semana Santa, aunque este último debería corregirse en las series ajustadas de estacionalidad. El hecho de restar importancia al freno de la actividad, no evitaba que Draghi se “cubriese las espaldas” al indicar la posibilidad de que algunos indicadores sugieran el debilitamiento de la demanda para, a continuación, señalar que se vigilará de cerca el comportamiento de los datos en la UEM. En primer lugar, se imponía señalar los cambios observados en el párrafo que trata los riesgos existentes hacia la actividad, el cual mutaba en una estructura sencilla para señalar que permanecen equilibrados aunque los principales están vinculados con el comercio. “Los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona euro siguen estando, en términos generales, equilibrados. Sin embargo, los riesgos relacionados con factores globales, incluida la amenaza de un mayor proteccionismo, se han vuelto más prominentes”. El mensaje de Draghi en cuanto al proteccionismo caminaba por la misma senda, aunque se viese obligado a aclarar convenientemente su grado de preocupación. No debían malinterpretarse sus palabras señalando las dificultades para cuantificar cuál es el impacto actual de las fricciones comerciales, pues lo cierto es que no tenemos información suficiente para saber cómo pueden redefinirse las relaciones comerciales globales. De forma que IM estimamos su mensaje acorde con un discurso muy razonable al huir de la sobrerreacción a corto plazo ante unas cuestiones que están lejos de cerrarse, mientras se apuntan los riesgos existentes. Por ejemplo, se recordaba que los efectos vía deterioro de la confianza que conllevan un menor crecimiento esperado y lastran la inversión son un riesgo real derivado del proteccionismo, pudiendo evolucionar muy rápido aunque las mayores consecuencias serían palpables en el medio plazo. El BCE ponía dos cuestiones clave en el adecuado contexto y evitaba el ruido en cuanto al euro. Draghi “despachaba” este punto de forma aséptica, como si las preocupaciones expresadas en el seno del Consejo en marzo no se hubieran producido. La corrección del euro y, sobre todo, el descenso de su volatilidad servían para zanjar la cuestión con “un no se discutió”. Por lo tanto, se aprovechaba la coyuntura para no alimentar otro tema de debate. Una vez repasados los principales puntos de inquietud, queda por abordar qué se dijo sobre la inflación. El discurso continuista se imponía y la confianza en la consecución de los objetivos de inflación permanecía “inalterada”, aunque todavía se consideren necesarios los estímulos de gran calado y la estrategia siga pasando por: “la paciencia, la prudencia y, sobre todo, la persistencia”. No obstante, se realizaban dos guiños positivos e importantes en materia de inflación, pues Draghi consideraba que se dan señales alentadoras del crecimiento de los salarios nominales y el comunicado del BCE apuntaba que “probablemente la inflación tenderá a rondar el 1,5% durante el resto del año”. En otras palabras, en Frankfurt atesoran un elevadísimo grado de confianza en que sus previsiones de marzo se cumplan y el IPC de la Eurozona promedie un 1,4% en 2018. Sin embargo, en IM seguimos considerando esta cifra prudente y creemos que podemos asistir a tasas de 1,6%. Las primeras estimaciones de los PIB del 1tr18 vendrán a evidenciar el freno de la actividad en ambos lados del Atlántico durante el arranque del año. De momento, las cifras conocidas a primera hora en Francia confirmaban este hecho ya que su crecimiento moderaba hasta 0,3% trim., a la sombra de una inversión que moderaba al avanzar sólo un +0,6% trim. Sin embargo, el freno observado debe concebirse como pasajero y, en esta línea, ahondará el comportamiento del gasto en consumo de los franceses que reafirmará su comportamiento de menos a más en el trimestre y consolidará su recuperación en marzo, después de su buen desempeño en febrero. Una situación similar se dará en Reino Unido, donde el PIB frenará hasta 0,3% trim. en el 1tr18 al sufrir las consecuencias de la tormenta invernal llamada “Beast from the East”. De nuevo, debido al carácter pasajero de determinados lastres, cabe esperar cierta mejoría de la economía británica durante el actual trimestre. La última encuesta de la Confederación industrial británica (CBI por sus siglas en inglés) apunta una mejora apreciable de su índice de seguimiento del volumen de ventas desde -8 en marzo hasta -2 en abril. Una evolución que adelanta la recuperación de la actividad en Reino Unido. De vuelta a Europa continental, ante las tesis apuntando a la recuperación de la actividad durante el 2tr18 en la UEM, las miradas girarán hacia los indicadores de confianza para el área elaborados por la Comisión Europea. Respecto a los consumidores, no esperamos sorpresas al estimar que el dato final confirme su mejoría en abril hasta 0,4, alineándose con cierta reactivación del consumo. Un comportamiento que chocará con el deterioro del ánimo entre los empresarios, si bien la pervivencia de cierto ruido de fondo hace que los indicadores adelantados puedan resultar engañosamente prudentes. De hecho, entre los grandes institutos de investigación de Alemania se defiende la tesis de la moderación pasajera, siendo el último ejemplo de ello lo apuntado desde DIW. El instituto germano considera que la epidemia de gripe, las huelgas y el número de vacaciones por encima de la media, han lastrado el desempeño económico germano a comienzos de 2018. De forma que estima un crecimiento del 0,4% trim. para Alemania durante el 1tr18, cifra equivalente a las previsiones del instituto Ifo y a las nuestras. No obstante, lo relevante es que estima un avance del 0,7% trim. en el 2tr18, apoyándose en cuestiones como la elevada cartera de pedidos de las empresas alemanas. En el día de hoy, el nuevo descenso del desempleo y, sobre todo, el avance del número de ocupados en Alemania avalarán la tesis expuesta, pues se confirmará la predisposición para contratar de las empresas que resulta acorde con una percepción positiva de la actividad. Unas empresas que, desde la perspectiva industrial, son muy dependientes de una demanda externa que depara ciertas incertidumbres que pueden empezar a despejarse. En las próximas semanas o días, según el caso, EEUU abordará las tan esperadas negociaciones comerciales con China y Japón en un entorno donde se filtran ciertos gestos de buena voluntad por parte de los chinos. Ayer, conocíamos que las autoridades del gigante asiático estarían planteándose un importante recorte de los aranceles aplicados a los coches, los cuales podrían reducirse desde el 25% hasta el 15% e, incluso, el 10%. Luego, habría predisposición a ceder ante ciertas demandas de Trump, no sólo respecto a la propiedad intelectual, también en lo referente al mercado automovilístico. En este entorno, el PIB de España se desmarcará de lo observado en otras naciones europeas. De hecho, asistiremos al mantenimiento de un dinámico ritmo de crecimiento del 0,7% trim. durante el 1tr18. Finalmente, entre el carrusel de PIBs llegará el realmente importante para el mercado en forma de las cifras estadounidenses del 1tr18. En IM esperamos que el crecimiento estadounidense modere hasta el 1,8% trim. a. al verse afectado por el freno del consumo privado, además de por la moderación de la inversión en bienes de equipo. Luego, afrontaremos un dato algo peor de lo esperado del PIB en EEUU que puede ayudar a que el T-Note a 10 años nos siga dando un respiro durante la jornada, permitiendo que las bolsas únicamente permanezcan atentas a los resultados empresariales: Acerinox, BBVA, Bankia, CaixaBank, Mapfre, Eni, Sanofi, Galp, Daimler, Electrolux, RBS, Stora Enso, Airbus, Colgate-Palmolive, Chevron, Exxon Mobil… Más allá de los puntos expuestos, durante la jornada también conoceremos la estabilidad del IPCA de nuestro país en 1,2% a. durante el mes de abril en un entorno en el que se entremezclarán las alzas del crudo con el comportamiento irregular de la electricidad y el diferente calendario de la Semana Santa respecto a 2016. Mientras tanto, las cifras galas de IPCA para el mismo mes repuntarán tímidamente hasta 1,7% a. Por último, la intensidad de los acontecimientos en ambos lados del Atlántico nos ha llevado a relegar las novedades en Japón. El encuentro de política monetaria del BoJ cumplía con lo esperado al mantener la política monetaria estable y proyectar que la inflación alcanzará su objetivo el próximo año fiscal, una cuestión que podría indicar que el próximo paso podría ser empezar a reducir los estímulos. Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama
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