El ‘empoderamiento digital’ suele hacer referencia a la capacidad de la tecnología para mejorar las condiciones de vida y desarrollo de colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión social.
No obstante, este concepto es valido para toda la sociedad, ya que implica también la preparación de las personas, incluidos los nativos digitales, para vivir en un mundo cada vez más digitalizado.
Por eso ayer, con motivo del día mundial de Internet, se decidió poner en valor la importancia del empoderamiento social que este fenómeno conlleva. La sinergia de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), con la conciencia de actuación y mejora, representa la mayor fuente de innovación del momento.
En este contexto, empresas e instituciones se enfrentan a un imperativo digital: adoptar las nuevas tecnologías de forma eficaz, con el fin de transformar las organizaciones y mejorar la experiencia del cliente, a través de la racionalización de operaciones o la creación de nuevos modelos de negocio. La transformación que ha vivido la banca y los servicios financieros es un claro ejemplo del impacto de las herramientas tecnológicas en la vida de las personas.
Una transformación cuyo objetivo es poner al alcance del cliente las oportunidades que brinda la era digital, para facilitar sus decisiones financieras.
Sin ir más lejos, hemos podido comprobar que pequeñas cosas como el móvil, cuya finalidad primitiva era permitir la comunicación entre dos usuarios, esconden grandes cambios. El dispositivo que se inventó para realizar llamadas ha revolucionado la manera de operar con las entidades financieras.
La rápida adopción de los canales móviles no sólo refleja un cambio de hábitos de los clientes, que exigen inmediatez y comodidad para operar, sino también la anticipación de las empresas en desarrollar productos y experiencias capaces de enganchar y aportar valor diferencial para el usuario. La transformación del sector financiero no ha hecho más que empezar. Las entidades están viviendo intensamente este proceso de digitalización, fundamental para competir en el nuevo entorno, pero cuyo objetivo final no es otro que el de poner al alcance de todos esta nueva era de oportunidades.