El BCE cumplía con lo esperado al subir los tipos de interés en 75 p.b. como se anticipaba, llevando así la facilidad de depósito al 1,50%, el tipo para las operaciones principales de refinanciación al 2,0% y situaba en el 2,25% la línea marginal de crédito. Como también cabía esperar, el movimiento no acabará aquí pues en su comunicado adelantaba que seguirá incrementando los tipos de interés para hacer revertir la inflación al objetivo a medio plazo basando sus acciones en las perspectivas de precios y de la economía con un enfoque que irá reunión a reunión considerando que el principal riesgo a corto plazo es una nueva subida en los precios minoristas de la energía.
Hasta ahí nada nuevo si tenemos en cuenta que la subida de 75 p.b había sido telegrafiada al mercado, que ya había dejado a un lado el forward guidance para que sus acciones pivotasen en el corto plazo y que había dejado entrever más movimientos entre las próximas 2-5 reuniones. Esto mismo abre las puertas al debate sobre cuanto más tiene previsto el BCE endurecer los tipos, partiendo de la base de que la amplitud del último movimiento nos lleva a preguntarnos si se trata de un movimiento de endurecimiento o restrictivo.
Por el momento, el mercado está apostando a que no se irá más allá presuponiendo que el banco es consciente de que la actividad se desacelera probablemente aún más en los próximos seis meses. Por el momento, en base a la curva OIS se apunta a un tipo terminal que se situaría en torno al 2,60%; lo que supone un paso atrás si consideramos que hasta hace poco se señalaba un nivel de llegada del 3%.
Que se esté cotizando una amplitud en los movimientos algo más reducida se desprende de respuestas como las que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, daba al ser preguntada sobre cuantos más aumentos se puede esperar, a lo que la francesa respondía que “podría ser varias reuniones”, señalando que los datos entrantes y la posibilidad de una recesión serán consideraciones clave para decisiones futuras.
Esto pone de manifiesto que, a pesar del mandato único del BCE de mantener la estabilidad de precios, no se va a descuidar las condiciones financieras. Esto era con lo que se quedaba el mercado como bien se podía ver en los movimientos en la renta fija, con compras llamativas en todos los tramos de la curva tesoro. En Italia, el tono dovish del comunicado ayudaba a que tuviésemos compras en muchos tramos de la curva que reducían el rendimiento en más de 30 p.b., reduciendo el diferencial con el Bund a 203 p.b.
Los tipos de interés seguirán siendo el punto caliente del BCE, debiendo de remitirnos a las respuestas escuetas que la francesa daba hacia otras cuestiones. Siendo preguntada por el balance Lagarde explicaba que no se ha discutido nada respecto al balance que sea relevante, pero que en diciembre se tratarán los principales aspectos clave para su reducción. Por el momento, se seguirá reinvirtiendo el principal de los vencimientos del APP durante el tiempo que sea necesario, lo mismo que con el PEPP, al menos hasta el final de 2024.
En la práctica, el PEPP seguirá siendo la herramienta elegida para garantizar las condiciones financieras en áreas tensionadas como Italia, entendiéndose los mensajes escuetos que Lagarde daba para las preguntas sobre si se usará la herramienta para la protección de la transmisión. Para su uso, en la teoría, el BCE esperará a recoger más información en base a los indicadores, así como evaluar si se aplica a un solo país o a más.
En otro orden de cosas, lo novedoso de la reunión estaba en que el BCE apostaba por modificar las condiciones de los TLTRO III, comunicando también que las reservas mínimas mantenidas por las entidades de crédito en el Eurosistema serán remuneradas en línea con el tipo de deposito en lugar de la tasa más alta de las operaciones principales de refinanciación. Dicha acción no extrañaba si consideramos que nuestro banco central buscaba reducir los beneficios que obtienen los bancos con la liquidez que mantienen.
Para los TLTRO III, el BCE llevará a cabo una recalibración para reforzar la transmisión de las decisiones de política monetaria a las condiciones de los préstamos bancarios. Para ello, el tipo de interés de las operaciones pendientes se indexará al tipo de interés medio aplicable del BCE a partir de esa fecha y se ofrecían tres fechas adicionales de reembolso anticipado voluntario. ¿El objetivo? Que se produzcan los reembolsos voluntarios anticipados para disminuir el balance y contribuir a la normalización de la política monetaria. Debemos tener en cuenta que entre el 4tr22 y el 3tr23 en TLTRO se acumulan vencimientos de 1,50 billones € que equivalen al 17% del balance actual del BCE.
Asimismo, se decidía fijar la remuneración de las reservas mínimas al tipo de interés de la facilidad de depósito Hasta ahora, el exceso de reservas se remuneraba al tipo de las operaciones principales de financiación del BCE. Sin embargo, con la facilidad de depósito se refleja mejor los tipos a los que se pueden invertir los fondos en instrumentos del mercado monetario si no se mantienen como reservas mínimas y se evita el arbitraje por parte de las entidades financieras y los beneficios inesperados. Con todo, los valores financieros registraban pocos cambios algo lógico ya que se había anticipado la renovación.
Autores Mariano Valderrama, Rodrigo Floro y Gregorino Escalera equipo de análisis Macro de Intermoney.
Fuente CIR (CIMD Intermoney Research).
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