El científico alemán Max Planck fue bastante desgraciado en su vida. Su amada primera esposa murió pronto, y al más pequeño de sus hijos le mataron en la Primera Guerra Mundial. Tenía también dos hijas gemelas a las que adoraba. Una murió de parto. La superviviente fue a hacerse cargo del bebé y se enamoró de su cuñado. Se casaron, y al cabo de dos años, ella murió también de parto. En 1944, cuando Planck tenía 85 años, una bomba de los aliados cayó en la casa y lo perdió todo, artículos, notas, diarios, lo que había acumulado a lo largo de una vida. Al año siguiente, el hijo que le quedaba fue detenido y ejecutado por participar en una conspiración para acabar con Hitler.
Hay veces que todas las desgracias vienen juntas y no parecen tener fin. Esa situación la estamos viendo en los mercados financieros donde las malas noticias parecen retroalimentarse.
Vamos a intentar analizar lo que estamos viendo en los mercados financieros. Las caídas en el año están siendo cuantiosas, y debemos preguntarnos si ya es suficiente o todavía podemos esperar nuevas caídas. Las caídas en Europa son cuantiosas, aunque hay alguna excepción, como es el caso del Ibex 35 que apenas lo hace. El Eurostoxx 50 cae un 15%, Francia un 12.4% o Alemania un 12%. El único índice que sube es el FTSE británico. Como ven, los dos patitos feos de los últimos años son los que mejor comportamiento están teniendo, ya que no han tenido los excesos de algunos sectores como el tecnológico o el de bienes de lujo, y en el caso británico se beneficia del alto peso de los sectores energético y de minería. Por primera vez en la última década, también estamos viendo como Estados Unidos lo está haciendo peor que Europa, con caídas en el tecnológico, Nasdaq del 28% y en el SP 500 del 17.30%.
¿Son ya suficientes estas caídas? Pues la respuesta es gallega, depende… Los datos que estoy viendo me tienen un pelín confuso. Me sorprende, por ejemplo, que las estimaciones de beneficios que dan para este año los analistas en el Eurostoxx 50, no solo no han bajado, sino que han subido. Si a principios del año, se esperaba que las empresas ganaran 280 euros, el consenso ha subido hasta los 310 euros, un porcentaje superior al 10%.
Es cierto que hay mucha disparidad sectorial, y que las alzas se concentran en sector financiero (por subidas esperadas de tipos de interés) y en energéticas. Esto nos da un PER (ratio precio sobre beneficio del 11,76). Este dato está por debajo de las medias históricas. Después de mucho tiempo, las acciones parecen estar atractivas y alejadas del mundo irreal que han llegado a vivir, y si lo miramos contra unos tipos de interés reales que viven en el subsuelo, empiezan a presentar una alternativa clara. 1-0 Para estar largo de acciones europeas. En el caso americano, la estimación de beneficios es distinta. El SP 500 espera ganar 227 dólares frente a los 220 dólares que se estimaban a comienzos del año. Es apenas un 3% de subida, y explica la diferencia de comportamiento con las empresas europeas. Esto nos deja un PER de 17 veces que es la media de los últimos 10 años, y todavía algo superior a las medias históricas más largas. En el caso del Nasdaq, las estimaciones han bajado un 1%. Se esperaban 562 y ahora se esperan 558. Es un PER de 24 y ya se encuentra en la media de los últimos años. La conclusión que podemos sacar es que el proceso de ajuste que ha hecho el mercado, lo ha hecho en términos de valoración, sin tocar de momento el denominador de la fórmula (los beneficios empresariales). ¿Aguantarán los beneficios? Por ese lado tengo más dudas. Los márgenes empresariales se encuentran en máximos históricos en el 12.5% en el caso americano. Es claro que la parte de costes presenta variados problemas (aumento costes salariales, aumento de costes financieros, aumento de los costes energéticos y aprovisionamientos) y no está claro que los puedan repercutir íntegramente a los clientes. Los márgenes de petroleras y eléctricas están por las nubes, pero ya hemos visto que ha pasado con el sector distribuidor con los resultados de Wal Mart o Target, que han tenido que comerse la mayor parte de la subida de costes. Si vemos también la diferencia estratosférica entre los precios de producción (por encima del 30% en Alemania) y los del IPC, tenemos que colegir que las empresas están asumiendo gran parte de los costes sin repercutir a los clientes. Por el lado de los ingresos se presentarán dos problemas. Por un lado, la renta disponible de los hogares se está viendo afectada por la pérdida de renta derivada de la subida de la inflación, con lo que disminuirá su capacidad de compra, a lo que se une la finalización de las ayudas públicas que han estado mandando cheques mensuales a los hogares americanos. Por otro, el viento de cola que ha representado el gasto público también afrontará su parón particular por las preocupaciones revividas sobre los déficits públicos y las subidas en la partida destinadas al pago de intereses de la deuda.
Desde el punto de vista técnico, nos presenta más dudas. El mercado americano a pesar de la extrema sobreventa que tiene a corto plazo tiene un aspecto bastante tocado. Si miramos un gráfico mensual del SP 500, vemos como ha encontrado suelo en la última década en su media de 200 semanas. Así lo hizo en el año 2016, 2018 y 2020.
Ese punto se encuentra actualmente en los 3485 puntos. En el 3500 se encuentra el 50% de toda la subida desde el bajo marcado en marzo del 2020 con el inicio del COVID. El máximo anterior a la pandemia se encuentra en el 3389. Esa zona entre el 3400 y el 3500 puede ser el objetivo técnico de la caída, por lo que nos podría quedar un 11% de caídas a lo largo del año. El caso europeo es distinto. Nos encontramos con la media de 200 semanas en el 3576 (hemos estado allí este año), y estamos por debajo tanto de los máximos prepandemia (3867) como de los máximos del año 2015 (3836). Suena duro, pero se ha perdido dinero en bolsa europea en los últimos 7 años sólo ligeramente compensados por la remuneración vía dividendos. El 50% de la subida desde el mínimo Covid está en los 3358 puntos, que podría alcanzarse en algún momento de pánico como vimos en marzo. A pesar de la diferencia entre USA y Europa en el año, la diferencia en los último 5 años es todavía abismal. El peso del sector tecnológico y de las FAANG ha sido bestial, y ahora estamos asistiendo a la corrección. Vamos a ver que vemos técnicamente en los valores principales. Amazon se ha dejado un 47% desde máximos. Ahora mismo esta a niveles de máximos del 2018 (ligeramente por encima de los 2000 dólares) y la figura de hombro cabeza hombro rota tiene un objetivo de 1756 dólares. En 1905 tiene el retroceso del 50% de todo lo ganado desde el año 2009. No hay ni divergencias ni señales técnicas de vuelta. Facebook ha perdido un 54% desde máximos y se encuentra en su línea de tendencia alcista de largo plazo. En este caso, los indicadores si empiezan a dar posibilidad de vuelta, siempre que no pierda esa línea de tendencia. Microsoft ha roto al igual que Amazon su línea clavicular de HCH que estaba en los 270 dólares. Se ha dejado “sólo” un 27% desde máximos, y el objetivo de la figura está en los 200 dólares, donde coincide con su media de 200 semanas. Sin figura de vuelta. Apple: se ha dejado un 25% desde máximos. Es la última compañía en caer por el poder de tamaño de sus recompras de acciones. Figura de doble top rota en 150 con objetivo en 120 dólares. Google se deja un 33% desde su máximo. El objetivo de caída de los 2000 dólares está cerca de completarse. Tesla ha caído un 50%, pero no existe ningún soporte relevante hasta casi 0. Nvidia, 54% de caída. Una figura similar a Tesla. Se puede describir como la figura de un cohete que puede volver a su nivel de salida. Tiene más soportes que Tesla (116 dólares y 74) pero figura peligrosa. Netflix; caída del 76% desde máximos y tiene soporte en los 170 dólares. Como Google o Facebook podemos pensar que casi ha completado su caída.
Quedan dos aspectos por ver: la actuación de los Bancos Centrales y el posicionamiento de mercado. Este último tiene ahora mismo un exceso de miedo que puede jugar a favor de la compra de acciones. La mayoría de los inversores piensa que los mercados no han alcanzado su suelo con lo que han subido sus apuestas por el cash y tienen bastantes opciones de venta compradas.
No podemos hablar todavía de capitulación porque la volatilidad no ha alcanzado niveles sostenidos por encima de 30 que es la señal más clara para darse la vuelta. El movimiento bajista de bolsas iniciado a raíz de las primeras subidas de tipos no ha tenido su continuación en los mercados de bonos. Tras haber llegado el 10 años americano al 3.25%, ahora ha recortado hasta el 2.73%. El mercado tiene una apuesta clara porque tendremos una recesión y que para la FED quiera llegar a niveles cercanos al 3%, el mercado ya estará apostando por prontas nuevas bajadas para evitar que dicha recesión se acentúe. La FED, a los 45.000 millones de retiradas mensuales de dinero, sumará a partir de septiembre otros 45.000 hasta llegar a los 90.000 millones. Teniendo en cuenta que al repo inverso diario actual (el dinero que devuelven las entidades financieras por la noche porque no lo están usando) están yendo 2 trillones de dólares, da cierto margen para que el efecto pernicioso de esa retirada de dinero pese inmediatamente en los mercados.
Veremos como cuadrar tanto número. Como decía un vecino mío, “hay tres tipos de personas, las que saben contar y las que no”.
Fuente CIR (CIMD Intermoney Research).
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