Temores ya habituales
En el inicio de la semana, el brexit volverá a estar en el foco de atención después de que, el sábado, el Parlamento forzase al primer ministro a pedir a la UE una nueva prórroga y se retrasara el acuerdo de salida con Bruselas.
En la votación, una mayoría de diputados (322 frente a 306) dejaba claro que no respaldará al Gobierno hasta que no se debatiera en condiciones el texto legal pactado. Johnson se había mostrado desafiante asegurando que no negociaría un nuevo retraso y reiteraba su intención de sacar a Reino Unido de la UE el 31 de otubre. Sin embargo, se veía forzado a solicitar un retraso a las autoridades europeas.
A través de una enmienda llamada Ley Benn, se imponía una nueva prórroga al dictar ésta que, si Johnson no alcanzaba un acuerdo sobre el brexit que fuese respaldado por el Parlamento, se debería solicitar una nueva extensión el 19 de octubre. Una vez la enmienda salía adelante, Johnson decidía retirar su propia moción, aunque alzaba su amenaza al replicar que no negociará ningún nuevo retraso con la UE, recordando que la ley no le obliga a ello. El mismo día, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, confirmaba que había recibido la solicitud del Gobierno británico de una nueva prórroga.
Este lunes, Downing Street volverá a someter a votación el acuerdo a través de lo que se denomina “una votación significativa”, cuyo objetivo es someter a la totalidad los principios del nuevo tratado internacional para darlo prácticamente por ratificado si sale adelante y, así, proceder a debatir y tramitar todas sus disposiciones legales. No obstante, los mercados se muestran confiados en que finalmente se consiga un acuerdo antes del 31 de octubre y una prueba de ello era la estimación realizada por Goldman Sachs, en la que reducía la probabilidad de un brexit sin acuerdo del 10% al 5%
Con todo, el brexit seguirá marcando el desempeño de los mercados en una semana en la que el ruido comercial y los indicadores adelantados también marcarán su impronta. No obstante, preferimos empezar por el último encuentro de Draghi al mando del BCE ya que estamos ante dos cuestiones muy manidas.
Las importantes diferencias en el seno del BCE deslucirán la despedida de Draghi, quien seguramente repase los logros de su mandato en forma de salvación del proyecto del euro y consecución de la recuperación vivida por la UEM, al tiempo que allanará el camino a su sucesora con un mensaje ya conocido: el BCE no es una persona, sino una institución en la que se toman las decisiones por consenso. Sin embargo, el primer gran problema que se encontrará Lagarde es que en el Consejo ya no existe un consenso verdaderamente amplio, después del paquete de medidas de estímulo acordado en septiembre.
El centro de las tensiones no está tanto en las rebajas de tipos, admisibles para países como Alemania en un momento de freno económico, sino en la reactivación de las compras de activos. Esta medida se enfrentó al rechazo de los representantes de las antiguas autoridades monetarias de países como Alemania, Holanda o Austria, si bien la gran novedad radicó en el voto negativo proveniente de Francia. Más allá de los motivos de esta situación, lo importante es que estamos ante representantes de países que suman algo más de la mitad del PIB y la población de la UEM.
Entre todas estas cuestiones, Draghi optará por la despedida políticamente correcta en un contexto en el que los indicadores adelantados recordarán que los riesgos persisten en la UEM, a pesar de la mejoría de los PMIs ya que ésta será bastante comedida. En el momento actual, el simple hecho de que los indicadores adelantados no empeoren ya es una noticia positiva y el PMI manufacturero de la zona euro repuntará tímidamente hasta 46,0 en octubre. Las diferencias comerciales entre EEUU y la UE serán compensadas por el tono conciliador de Trump hacia China y darán lugar a una tibia mejora del índice manufacturero, lo cual no evitará que éste siga siendo acorde con un escenario recesivo para la industria de la zona euro. De hecho, las cifras de 42,0 en Alemania continuarán concordando con una situación depresiva de su sector manufacturero.
Los problemas de la industria y su prolongación en el tiempo, desgraciadamente, resultan una dura realidad ya asumida, centrándose el verdadero interés en el PMI de servicios. El gran temor en la Eurozona radica en que los problemas industriales acaben traspasándose al sector terciario, especialmente, en Alemania. Sin embargo, los elevados niveles de empleo existentes en la economía germana y las fórmulas para minimizar la destrucción de puestos de trabajo en la industria deberían ayudar a diluir el impacto de la incertidumbre sobre el gasto de las familias y el sector servicios. De forma que el PMI germano de servicios debería situarse en cifras próximas a 52,0, si bien esto no evitará su permanencia en valores alejados de sus cotas de 54,8 de agosto ya que tampoco podemos negar que ciertos contratos de la industria con las empresas de servicios se han visto resentidos.
A la postre, la noticia positiva en clave alemana de los PMIs será que la debilidad en la locomotora europea no va a más; una conclusión que también será apoyada por la estabilización de los IFOs, si nos abstraemos de las cifras de octubre y tomamos en conjunto las relativas a los últimos 3 meses. Además, en los IFOs, la clave volverá a radicar en la resistencia de los servicios, si bien no podemos negar que los datos apuntan a que seguramente el PIB de Alemania decreció ligeramente en el 3tr19 y los indicadores adelantados nos llevan a descontar un escenario próximo al estancamiento en el 4tr19. Una circunstancia que no será puesta en entredicho, durante los próximos días, por la cifra de 9,7 de la confianza de los consumidores alemanes según el instituto Gfk.
De vuelta al conjunto de la UEM y los PMIs, el indicador de servicios debería mejorar sólo tímidamente hasta 52,0, lo cual no evitará que el dato compuesto sea acorde con cifras de crecimiento del 0,1% trim. en la Eurozona. Más allá de lo expuesto, la primera estimación de la confianza de los consumidores de la zona euro del mes de octubre elaborada por la Comisión Europea y la resistencia de la confianza de los empresarios franceses pasarán desapercibidas, cobrando más interés los datos de la Encuesta de Población Activa del 3tr19 en España y el descenso estacional hasta 13,8% de la tasa de paro.
Junto a las anteriores cuestiones, una semana más, no nos libraremos de las noticias en clave comercial que deberían entremezclar los guiños de Trump hacia China con una actitud más beligerante con la UE, después de conocerse que Bruselas prepara aranceles sobre 18 mm. $ en productos estadounidenses como represalia al último movimiento arancelario estadounidense.
No obstante, las recientes palabras del presidente de EEUU respecto al potencial acuerdo de “fase 1” con China pueden servir de bálsamo temporal en los mercados, pues señalaba textualmente: “creo que se firmará (el acuerdo) con bastante facilidad, con suerte en la cumbre en Chile, donde el presidente Xi y yo estaremos”. La desaceleración algo más intensa de lo esperado de la economía de China puede estar llevando a Trump a sobrevalorar la predisposición china a ceder en algunos aspectos y esto sería un error.
En cuanto a los indicadores en EEUU, las órdenes de bienes duraderos apuntarán hacia la existencia de ciertas debilidades localizadas en la industria, aunque esto no será ninguna sorpresa, al igual que la confirmación del dato final de la encuesta de octubre de la confianza de Michigan en cifras de 96,0. Por su parte, más positiva será la resistencia de las ventas de viviendas de segunda mano y nuevas en septiembre, poniendo en valor la situación de pleno empleo y menores tipos hipotecarios en EEUU. Una situación positiva en la que conviene quedarse con el dato de vivienda nueva, pues respalda el avance de la inversión residencial, aunque el mercado dará más importancia a las cifras cercanas a 51,0 tanto del PMI de servicios como manufacturero en EEUU. §
Todo ello en una semana con una larga lista de resultados empresariales: SAP, Atlas Copco, Tomra Systems y Halliburton (lunes); Enagas, Randstad, Galp, UBS, Novartis, Skf, Logitech, Sartorius, Akerbp, Husqvarna, Ingenico, Biomerieux, AMS, Whitbread, Biogen, Mc Donalds, Procter & Gamble, Texas Instrument, UPS y United Tech (martes); ABB, Telenor, Akzo Nobel, SebA, SHBA, Norsk Hydro, Heineken, Neste, Swedbank, Technip, Kone, Unibail, Jeronimo Martins, Novozymes, Orion, Boeing, Caterpillar, Ebay, Ford Motor, General Dynamics, Eli Lilly & Co y Microsoft (miércoles); Atresmedia, Viscofán, Nordea, Schindler, DNB, Mediobanca, Saipem, STM, Fortum, Basf, Daimler, Astra Zeneca, RBS, Dassault Systemes, Equinor, Lafarge Holcim , Nokia, Upm-Kymmene, Puma, Ica Gruppen, Scor, Alfa laval, Boliden, Trelleborg, Kesko, Kinnevik, Amazon, Comcast, Dow, Intel, 3M y Visa (jueves) y Alantra, Duro Felguera, Banco Sabadell, Vidrala, KPN, Eni, AB Inbev, Electrolux, Barclays, Metso, Light, SES, Essity, Schibsted, Epiroc, Swedish Match, Proximus, Wartsila y Verizon (viernes).
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.