- Según una de las últimas encuestas de Bank of America Merrill Lynch, el temor a una recesión global constituiría la primera preocupación de los inversores en el mercado de crédito. Así, nos hallamos ante un escenario en el que el reciente empeoramiento de los datos (principalmente, en Europa) ha llevado a descontar un futuro económico menos positivo. En consecuencia, la reacción de los mercados a las próximas publicaciones de datos intentará ajustarse a un delicado equilibrio, es decir, los inversores intentarán buscar un sesgo débil para justificar el apoyo de la política monetaria, aunque huirán de las interpretaciones catastrofistas que no harán más que acrecentar los anteriormente mencionados temores a una recesión.
- De momento, la presente semana se cerraba con las cifras finales del PIB alemán. Éstas confirmaban el estancamiento de la economía en el 4tr18, pues la escalada del gasto público (+0,3 p.p.) y la recuperación del consumo privado (+0,1 p.p.) y la inversión (+0,2 p.p.) eran insuficientes para compensar el drenaje de la variación de inventarios (-0,6 p.p.), la cual sufría una corrección en la parte final del año pasado tras su fuerte aportación en el 3tr18 (+0,8 p.p.). Respecto a la productividad, el PIB real por hora trabajada caía un -0,7% a. en el 4tr18, mientras que la productividad por empleado retrocedía un -0,2% a.
- En los próximos días, se ratificará la desaceleración del crecimiento portugués (0,4% trim.) y la estabilidad del francés (0,3% trim.) en el 4tr18, al tiempo que se darán a conocer el crecimiento promedio de Italia en 2018 y su déficit público. Todo ello, después de que un documento de la Comisión Europea reconociera que el presupuesto transalpino para 2019 no incluiría medidas para impulsar el crecimiento a largo plazo y que ello convertiría al país en foco de “riesgo contagio” para el resto de la Eurozona.
- De vuelta a Alemania, nos hallábamos ante unas cifras de crecimiento que generan ciertas dudas sobre el estado con el que la primera economía de la UEM cerró 2018. Unas dudas que también siguen presentes en el arranque del presente año tal y como reflejaban los índices IFO de confianza empresarial alemana. El indicador general caía hasta 98,5 puntos en febrero, lastrado por el mayor pesimismo respecto a la situación actual (103,4 puntos) y, sobre todo, el menor optimismo respecto al futuro. De hecho, el índice de expectativas retrocedía hasta su menor valor desde 2012 (93,8 puntos), denotando el aumento de temores entre el empresariado germano hacia el comercio internacional y el sector del automóvil.
- De la misma forma, los indicadores adelantados de la Comisión Europea ofrecerán una imagen ligeramente más débil en febrero a causa de las peores perspectivas para el sector manufacturero, las cuales ya quedaban latentes en los últimos PMIs. Sin embargo, las mejoras en los índices de servicios y de confianza del consumidor permitirán arrojar cierto optimismo en la lectura del escenario del conjunto de la UEM en el 1tr19.
- Lo cierto es que una parte importante del futuro económico de la zona euro depende, en gran medida, de factores políticos. Por un lado, las inquietudes en torno al “Brexit” siguen vivas y, desde Bruselas, se mantiene que no se efectuarán cambios sobre la última propuesta realizada a Reino Unido. Theresa May, por su parte, prometía ayer celebrar una votación en el parlamento sobre su acuerdo de “Brexit” el 12 de marzo, aunque antes destacará su comparecencia del próximo martes en la que expondrá los resultados de sus últimas reuniones con representantes de la UE.
- Por otro lado, aún pendientes de la resolución de las reuniones comerciales entre China y EEUU, en la UE ya se habrían puesto a trabajar para prepararse ante unas potenciales negociaciones arancelarias con el gobierno de Donald Trump. Todo ello, tras filtrarse la posibilidad de que Washington empezara a gravar la importación de vehículos procedentes del bloque comunitario.
- Sin embargo, las miradas se siguen postrando sobre las reuniones que tienen lugar entre la Casa Blanca y Pekín, sobre las cuales hablará el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, en su comparecencia ante la Cámara de Representantes el próximo miércoles. Dicha comparecencia compartirá escenario con las diversas declaraciones de miembros de la Fed, entre las cuales destacarán las de su presidente, Jerome Powell, ante el Congreso y el Senado.
- Tras confirmarse que la estrategia de “esperar y ver” es la que sigue la autoridad monetaria de EEUU a día de hoy, uno de los grandes puntos de interés ahora es ver cómo y hasta qué nivel se desarrollará la reducción del balance. De momento, el informe semi-anual de la Fed señalaba que la entidad mantendrá un balance mucho mayor a largo plazo en comparación con los niveles previos a la crisis financiera. Además, Powell podrá a aludir a otras cuestiones que, recientemente, eran tratadas por voces importantes dentro de la entidad. El viernes, Williams y Clarida hablaban sobre la capacidad que tiene la Fed para lograr los objetivos de inflación y la posibilidad de flexibilizar ligeramente dicho objetivo de precios (2% a. para el PCE central) en el contexto actual.
- Respecto a los datos, finalmente se publicará el PIB estadounidense del 4tr18; una cifra que combinará tanto la primera como la segunda estimación y que vendrá marcada por el apoyo del gasto privado al crecimiento pese al comportamiento peor de lo esperado de las ventas minoristas en diciembre. De hecho, la actividad se vio acompañada por el buen momento del mercado laboral en el 4tr18 puesto que, entre octubre y diciembre de 2018, el promedio de las nóminas no agrícolas fue de 232.000 frente a los 223.000 del agregado del año. Así, el cierre del año pasado se producirá en consonancia con lo apuntado por la Reserva Federal en el anteriormente mencionado informe semi-anual, en el cual se describía el crecimiento de 2018 como “sólido” (“ligeramente” por debajo de 3%) aunque perdía fuerza a medida que avanzaba el ejercicio.
- Sin embargo, hay que proceder con más cautela a la hora de valorar el desempeño de la demanda externa en la parte final del año pasado. Los efectos negativos de la batalla comercial ya llevan notándose en varias economías y, obviamente, EEUU no constituye una excepción. Al final de la presente semana, la Cámara de Comercio estadounidense urgía a Washington y China a llegar a un acuerdo lo antes posible con el fin de acabar con las consecuencias negativas derivadas de la prolongación de la incertidumbre comercial.
- También se darán a conocer las cifras de gasto personal de diciembre, si bien la atención se postrará sobre el PCE central después de que John Williams (Fed de Nueva York) haya puesto en duda la consecución de los objetivos inflacionistas por parte de la Fed. Asimismo, conoceremos datos del mercado residencial de la mano de la iniciación de construcciones y los permisos de construcción, aunque más interés depararán indicadores como el ISM manufacturero en un momento en el que se pone en duda la solidez del sector industrial a nivel mundial.
- En este sentido, los PMIs manufactureros chinos (tanto el gubernamental como el patrocinado por Caixin) volverán a situarse en zona de contracción en febrero y convivirán con una cierta estabilidad de los indicadores del sector terciario. Sin dejar las economías emergentes, la publicación del PIB brasileño del 4tr18 se convertirá en el principal dato que verá la luz en la mayor economía latinoamericana y denotará una desaceleración del crecimiento hasta 0,3% trim., según el consenso de Bloomberg.
- En los mercados, la semana arrancará con las reacciones a unos mensajes lanzados por la Fed (Quarles, Herker, etc.) que aliviaban a los inversores al no conllevar endurecimientos de la política monetaria. Por su parte, los datos de la próxima semana también serán analizados en clave de política monetaria, pues se esperará que sean lo suficientemente saludables como para no descontar una recesión pero ligeramente débiles para “exigir” un apoyo de los bancos centrales. En paralelo, deberemos prestar atención a informaciones corporativas como las que, recientemente, veían la luz en torno a Kraft. Ésta se desplomaba en bolsa el viernes tras sanear 15.000 mill. € de fondo de comercio y reconocer una investigación del regulador.
Intermoney Análisis y Estudios.
Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.