- La publicación del PIB preliminar del 4tr18 en Alemania o las cifras de ventas minoristas del mes de diciembre en EEUU serán referencias claves para unos mercados que deberán luchar en las próximas semanas con dos cuestiones que condicionarán su desempeño: el comercio y la posibilidad de asistir a un “Brexit” duro. En el primer caso, nos acercamos a la recta final de las negociaciones y en los próximos días deberán producirse encuentros de alto nivel en Pekín entre EEUU y China, debiéndonos preparar para todo porque posiblemente Trump se vea tentado por el endurecimiento de su estrategia negociadora. El presidente estadounidense está interesado en retrasar algo en el tiempo el efecto del revulsivo en forma de un potencial acuerdo comercial mientras el S&P500 “aguante”, lo cual nos lleva a estimar en IM que habrá acuerdo comercial pero será en primavera.
- El anterior punto implicará claras limitaciones para las bolsas mundiales, sumándose en el caso europeo otra cuestión en forma de un “Brexit” encallado. May quiere renegociar el acuerdo y Juncker ofrece ajustes semánticos de la declaración política. Una situación que recuerda la pervivencia del riesgo político en Europa y resta atractivo a nuestro continente desde la perspectiva de los inversores foráneos. De hecho, el inicio del año se ha caracterizado por el buen desempeño de los flujos hacia los emergentes, pues estos para inversores como los estadounidenses ofrecen un extra en forma de crecimiento respecto a la vieja Europa y, desgraciadamente, con un riesgo político que estiman se está desacoplando entre ambos.
- En la anterior línea, desgraciadamente, debemos recordar que no sólo afrontamos la posibilidad de un “Brexit” sin acuerdo, también el cierre en falso del problema italiano. Las últimas previsiones de la Comisión evidencian que, incluso, bajo un escenario ligeramente favorable de progresiva recuperación, Italia sólo crecerá un 0,2% en 2019. Luego, tratando de “no hacer leña del árbol caído”, simplemente podemos apuntar que el déficit público transalpino superará holgadamente el 3% del PIB este año y la deuda pública perforará al alza la cota de 132% del PIB. En los últimos días, la deuda italiana ha vuelto a poner en valor esta situación, si bien sus autoridades se han adelantado para tratar de limitar las tensiones a corto plazo.
- Más interés tendrá la balanza comercial china de enero, la cual seguramente no acabe de convencer ya que, a pesar del efecto positivo del adelanto de la operativa antes de las celebraciones de año nuevo y el efecto embellecedor de la depreciación de la divisa, las cifras serán débiles. Las exportaciones en yuanes sólo crecerían un 3,2% a. y las importaciones caerían un -2,4% a. Luego, estaremos ante unas cifras que podrán seguir alimentando las dudas de los mercados hacia el futuro de la actividad global. Tampoco convencerán las cifras de cuenta corriente, las cuales cerrarán el agregado de 2018 con un tibio superávit. Sin embargo, debemos reconocer que el mercado estará más centrado en la balanza comercial de China que en su cuenta corriente e, incluso, sus datos de inflación.
- Japón también tendrá su cuota de protagonismo con las cifras de PIB del 4tr18, las cuales servirán para dar un pequeño “soplo de aire fresco” a la economía después de su paso atrás en el 3tr18 causado por los tifones. En concreto, la actividad nipona avanzará un 1,4% trim. a. destacando el empuje de la demanda interna apoyada en la inversión, mientras que la demanda externa se verá mermada por el efecto de la moderación de China sobre las exportaciones.
- Al margen de Asia, en Europa la semana nos dejará la segunda estimación del PIB de la Eurozona del 4tr18 que confirmará su aumento del 0,2% trim. De forma que será más interesante el cálculo preliminar del PIB alemán del 4tr18, el cual experimentará un tímido crecimiento del 0,1% trim. en el que será decisivo el papel de la demanda externa
- Las referencias de la UEM se completarán con la producción industrial de diciembre, cuyo -0,4% m. se justificará por la caída de la actividad secundaria en España y, principalmente, en Alemania. Un dato que compartirá protagonismo con la balanza comercial también de la UEM, la cual pondrá en valor el buen desempeño de las exportaciones germanas que en volúmenes alcanzaban nuevos máximos en diciembre.
- Sin dejar el Viejo Continente, en Reino Unido el crecimiento del PIB en el 4tr18 moderará hasta 0,3% trim., acusando la menor aportación de la demanda externa frente a la resistencia del consumo favorecido por los estímulos fiscales. El PIB británico dará paso a los IPCs de enero que no serán inmunes a los efectos de la caída del petróleo, si bien seguirán en línea con las estimaciones del BoE; mientras que la producción industrial del país seguirá viéndose aquejada por el retroceso de la actividad manufacturera. Por otra parte, el gasto en construcción en diciembre continuará viéndose beneficiado por el empuje de actividad privada tanto en el ámbito industrial como comercial, al mismo tiempo que las ventas minoristas deberían verse beneficiadas en enero por la mejora de la partida de textil que se verá beneficiada por las temperaturas y las ofertas más agresivas.
- No obstante, el principal evento que seguirá dando que hablar en Reino Unido será el “Brexit” que escribirá su siguiente capítulo el miércoles y el jueves. La primera ministra, Theresa May, fijaba el 13 y 14 de febrero como fecha límite para llevar un acuerdo revisado al Parlamento. En caso de fracasar, lo que parece probable dada la coyuntura actual, la líder conservadora presentará una moción para que los parlamentarios puedan enmendar y votar al día siguiente, lo que podría abrir la puerta a una potencial votación para retrasar la salida de la UE.
- En EEUU, los indicadores macro compartirán protagonismo con las comparecencias de los distintos miembros de la Fed, a pesar de que los mensajes que se desprendan apunten en la dirección ya conocida: un escenario de receso de los movimientos de tipos ante los riesgos a la baja existentes. No obstante, en nuestra opinión, el escenario todavía da margen para llevar los tipos hasta 2,75-3% a finales de 2019. Sin embargo, reconocemos la evolución de los miembros de la Fed hacia un tono más laxo, siendo su máximo exponente la mención a una posible alteración del ritmo de ajuste del balance.
- En cuanto a los datos estadounidenses, la inflación tendrá un papel importante debiendo detenernos en el índice subyacente cuyo avance del 2,1% a. estará en línea con la hoja de ruta de la Fed, mientras que el IPC general (1,6% a.) recogerá los efectos de la caída de los precios de la energía. De igual manera, el descenso de los precios energéticos no será indiferente para el dato de ventas minoristas de diciembre, pasando factura a la componente de carburantes. Por lo tanto, la referencia será el dato excluyendo gasolina y autos, el cual crecerá un 0,5% m. arrojará un buen desempeño del consumo.
- Por otro lado, en el caso de la producción industrial de enero en EEUU asistiremos a un pequeño bache que contrastará con el comportamiento de la encuesta manufacturera elaborada por la Fed de Nueva York que, en febrero, repuntará tras varias lecturas adversas. Mayor interés tendrá el rebote de la confianza de Michigan en febrero, pues confirmará que el mes pasado sí sufrió los efectos negativos del cierre de la administración federal que alimentó la percepción de incertidumbre política.
Intermoney Análisis y Estudios. Autores: Francisco Vidal, Gabriel Marquès, Mariano Valderrama.