En un escenario de guerra comercial y tensiones políticas, algunas economías emergentes se ven afectadas. De hecho, existen motivos para seguir muy de cerca países como China, Brasil, Turquía e India.
En el caso de Turquía, la interferencia política ha puesto en entredicho la independencia del banco central del país , pues el impacto que las subidas de tipos tendrían sobre las familias y empresas provocaron una fuerte oposición política poniendo en duda la credibilidad de la autoridad monetaria y generando un escenario de incertidumbre sobre los inversores; plasmándose en la deprecación de la lira turca (-30% desde junio de 2017) y en el retroceso de casi el 18% en la Bolsa de Estambul desde comienzos de año.
En la semana que comienza contaremos con otros comicios, en este caso de Méjico, donde el líder de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés López Obrador, obtenía la victoria con el 53% de los votos. Unas elecciones muy seguida desde EEUU ante los cambios significativos que con el futuro presidente puedan darse en las relaciones entre ambos países, las cuales no pasan por su mejor momento. Con un impacto de los aranceles sobre el acero y el aluminio muy limitado en la economía mejicana, la clave se sitúa en la renegociación del tratado NAFTA que, desgraciadamente, López Obrador deberá afrontar desde una posición precio-aceptante.
No obstante, la situación mejicana resultará secundaria frente a los desafíos existentes en países como Argentina o Brasil. En el segundo caso, su banco central banco central recortaba drásticamente sus expectativas de crecimiento para la economía nacional en 2018, (un 1,6% frente al 2,6% anterior). Una circunstancia que venía a evidenciar el momento peor de lo esperado de la economía brasileña y que puede ayudar a alimentar los movimientos en los activos de la mayor economía latinoamericana durante el verano. En un entorno caracterizado por la pervivencia del conflicto comercial entre EEUU y China, así como la menor generosidad de la Fed.
Entre todos los emergentes, el gran protagonista puede ser China con las miradas atentas al comportamiento del yuan y las debilidades de las bolsas en las últimas semanas. De momento, la revisión al alza del déficit de la cuenta corriente hasta -34,1 mm. $ dólares no juega a favor, ya que podrá alimentar el debate sobre el momento de los flujos de capitales en el gigante asiático.
Algunos índices como el Morningstar Emerging Markets High Yield Bond que cedía hasta los 133,08 puntos, acumulando una caída de casi el -7% en lo que va de año, dan un toque de atención respecto a la posibilidad de asistir a un “verano caliente” en los emergentes. Los deterioros también son extrapolables al índice MSCI de divisas emergentes, así como al JP Morgan EM currencies index. De hecho, el cruce del yuan frente al dólar se sitúa en 6,662 USDCNY y alcanza valores no vistos desde 2017, al igual que le pasa a la rupia india (68,47 USDINR) y sus mínimos de 2013. Sin embargo, aunque todavía no se encienden las alarmas, las preocupaciones van ganando fuerza.
Al margen del ruido emergente, no debemos de dejar de lado la agenda macro de la semana donde contaremos con las órdenes industriales de Alemania. El comportamiento de las órdenes ha sido malo en los últimos meses, sembrando dudas hacia el desempeño del sector secundario germano especialmente de los bienes de capital y los bienes de consumo, donde la evolución negativa de la tasa trimestral pone en valor el menor dinamismo tanto de la demanda interna como externa. Sin embargo, cuestiones como la debilidad mostrada por el euro y la disipación de una serie de factores, como la climatología adversa que afectó a los pedidos a principios de año, deberían de ir quedando atrás, lo que se plasmará en el repunte de las órdenes (+1,0% m.) y de la producción industrial (+0,4% m.).
Poco más habrá que destacar en el Viejo Continente, salvo datos como el desempleo en España. El inicio de la temporada turística seguirá apoyando la continuidad de la fuerte rebaja del número de parados en nuestro país, aunque más importante será el número de afiliaciones a la Seguridad Social que debería seguir creciendo casi al mismo ritmo que el total de la actividad. En la UEM, más allá de los PMIs finales, destacarán las ventas minoristas de mayo, siendo su caída reflejo de la desfavorable evolución en las ventas de España y Alemania.
Más allá de los datos, en Europa cabe señalar algunas notas de atención como es el deterioro del crédito corporativo. Por ejemplo, el iTraxx a 5 años se alza hasta casi 330 p.b; en un entorno en el que los últimos movimientos de las bolsas no terminan de convencer.
En EEUU, la agenda será interesante en lo que a indicadores macro se refiere, en una semana en la que el Día de la Independencia alterará el normal funcionamiento de las bolsas estadounidenses. Es más, habrá que tener cuidado con el freno de la actividad y la menor liquidez, ya que puede dar pie a movimientos extraños en Europa.
Antes de comenzar con los datos que conoceremos, debemos de centrarnos en las importantes referencias del viernes, como el gasto personal de mayo que, el cual no copaba las expectativas al aumentar un +0,2% m. frente al +0,4% m. estimado por el consenso de Bloomberg, unas cifras que, en términos reales, también dejaban que desear al mantenerse estancado (0,0% m.) al tiempo que, en ambos casos, las cifras del mes anterior eran revisadas una décima a la baja. Luego, unas cifras de gasto que no cuadraban con lo apuntado por las ventas minoristas del mismo mes; lo que apuntaría a una caída en el gasto en servicios.
Por otro lado, el ingreso personal era la otra gran referencia, arrojando un repunte del +0,4% m.; el cual se alinea con el buen momento del mercado laboral. De hecho, las nóminas de junio, que conoceremos el viernes seguirán avanzando de manera dinámica próximos al promedio del presente año (205.000 vs 207.000 promedio). Un dato positivo al que habrá que sumarle el leve repunte del salario medio por hora trabajada hasta +2,8% a. ante las estrecheces del mercado laboral. Por último, apuntar que el PCE central, que también conocíamos el viernes, se situaba en +2,0% a. secundando así la hoja de ruta de la Reserva Federal.
Precisamente, se publicarán las actas del último encuentro del FOMC, donde se pondrá a relucir el consenso de los miembros a la hora de aumentar los tipos y acelerar el ajuste del balance a partir de julio. De vuelta con los indicadores estadounidense que se publicarán, el ISM y los PMIs manufactureros, ambos de junio, seguirán mostrando el dinamismo del sector industrial estadounidense; al igual que sus homólogos de servicios.
Por otro lado, asistiremos a la recuperación de la encuesta ADP de empleo en junio, mientras que las órdenes de bienes duraderos finales de mayo confirmarán el equilibrio en los bienes de capital y el avance de su tasa trimestral.
Respecto a Asia, en China, los PMI ofrecidos bajo el patrocinio de Caixin seguirán dando una lectura ambigua del crecimiento del país, poniendo de relieve la susceptibilidad de cara a la escalada en las tensiones comerciales, ya como apuntaba el ligero recorte de los PMIs oficiales. De igual manera, los índices Tankan del BoJ mostrarán las inquietudes comerciales y el devenir del gasto de los hogares.
Por último, habrá que estar atentos a la cotización del crudo después que Trump confirmase que sancionará a cualquier compañía europea que negocie con Irán. El polémico presidente ha asegurado que su país impondrá sanciones a cualquier compañía europea que negocie con Irán, una vez Washington termine de restituir las penalizaciones a la república islámica, suspendidas hasta que Estados Unidos decidió abandonar el histórico acuerdo nuclear internacional con Teherán.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Gabriel Marquès y Mariano Valderrama.
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