El re-endurecimiento de la postura comercial de EEUU coincidía en el tiempo con las noticias que apuntaban al éxito de la moción de censura en España, contribuyendo a que las ventas dominasen durante la tarde en las bolsas. El Eurostoxx caía un -1,0% y el Ibex-35 se dejaba un -1,05%. No obstante, desde la perspectiva española, la buena noticia radicaba en que las compras dominaban en la deuda soberana y, a pesar de perder algo de fuerza, llevaban al 2 años hasta 0,02% (-5,3 p.b.). Mientras tanto, Italia seguía dejando atrás el episodio de extrema tensión vivido y su 2 años cedía -63 p.b. hasta 1,067%. Como ya viene siendo habitual esta semana, la política hacía que los datos quedasen en un segundo plano, a pesar de su relevancia. En este sentido, destacaba la aceleración de la inflación de la UEM hasta 1,9% a. en mayo (+0,7 p.p.) que, bajo otras circunstancias, habría provocado bastante ruido. Los precios de la zona euro repuntaban apoyándose en la aceleración de la energía (desde 2,6% a. hasta 6,1% a.), mientras que resultaba más importante que la partida de servicios normalizara su comportamiento. Ésta, tras verse afectada por el “efecto calendario” en los meses anteriores, se situaba en 1,6% a. y permitía la recuperación del IPC subyacente (incluido alcohol y tabaco) hasta 1,3% a. (+0,2 p.p.). En nuestro país, las cifras finales del PIB del 1tr18 confirmaban la estabilidad del crecimiento de la actividad en 0,7% trim., si bien se ajustaba en una décima al alza la tasa anual hasta 3,0% a. En términos desagregados, nos sorprendía el sobresaliente comportamiento del consumo de los hogares con un repunte del 0,7% trim. que contrastaba con lo revelado por indicadores como las ventas minoristas. Asimismo, sobresalía el avance del 0,8% trim. de la inversión en capital fijo gracias al buen desempeño de la destinada a construcción (2,4% trim.). Por el contrario, la aportación de la demanda externa era residual ante un crecimiento a la par de las importaciones y las exportaciones (1,3% trim.). Junto a las anteriores cuestiones, cabía señalar la continuidad de los avances discretos en la productividad por trabajador (0,3% a.) y de la remuneración por asalariado que crecía un 0,4% a. En conjunto, cifras muy mejorables en cuestiones clave cuya combinación daba lugar a un ligero deterioro de la competitividad española, ya que los costes laborales unitarios crecían un 0,1% a. Respecto a los EEUU, conocíamos que el ingreso personal aceleraba una décima en abril hasta 0,3% m. tras revisarse ligeramente a la baja el registro del mes anterior, mientras que el gasto personal repuntaba hasta 0,6% m. y se anotaba su mayor avance desde el pasado mes de noviembre. En términos reales, dicho gasto desaceleraba una décima hasta 0,4% m., manteniéndose en niveles sólidos y permitiendo el empuje de la tasa trimestral anualizada hasta 1,3%. De esta forma, el dato denotaba la recuperación del consumo privado estadounidense en el 2tr18 y desmentía lo adelantado por el Libro Beige de la Fed. Por su parte, el PCE central, pese a moderar unas centésimas, conseguía mantenerse en 1,8% a. en abril y sigue siendo acorde con el cumplimiento de los objetivos de la autoridad monetaria estadounidense. Sin embargo, como ya apuntábamos al principio, EEUU volvía a vivir una jornada marcada por las informaciones políticas vinculadas con el comercio. En esta ocasión, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, anunciaba que no se prorrogaría la exención arancelaria a las importaciones de aluminio (10%) y acero (25%) procedentes de la UE, Canadá y Méjico, a partir del viernes. Éstos amenazaban con represalias como introducir aranceles a las importaciones estadounidenses y solicitar un caso de solución de diferencias a la OMT. En este entorno, las ventas predominaban en la renta variable estadounidense y el T-note a 10 años se situaba en 2,86%. Por su parte, las cifras de gasto personal y PCE central pasaban desapercibidas para el T-Note a diez años pues, durante la tarde, mandaban las compras a la sombra de las fricciones comerciales. En cuanto al petróleo, su precio caía pese al descenso de los inventarios de crudo en EEUU(-3,6 mill de barriles) durante la semana pasada. No obstante, sobresalía el aumento del diferencial entre el Brent y el WTI hasta superar los 10$ por primera vez desde 2015, ante la elevada producción estadounidense de hidrocarburos no convencionales. La política estaba llamada a quitar el protagonismo a los datos y así seguirá ocurriendo en el final de la semana, pues bajo otras circunstancias estaríamos debatiendo sobre el destacado repunte de la inflación de la zona euro en las semanas previas a un encuentro clave del BCE. Un repunte respecto al cual debe tomarse perspectiva, dado que la energía ha sido el gran motor del mismo y el próximo encuentro de la OPEP está llamado a reforzar su enfriamiento, mientras que los importantísimos servicios han confirmado la normalización de sus precios al superarse las turbulencias emanadas del calendario de festivo. En Frankfurt, tienen presentes las anteriores cuestiones y siempre toman perspectiva, por lo tanto, las últimas cifras de inflación no pondrían en entredicho su estrategia de movimientos progresivos y telegrafiados pero, bajo otras circunstancias, el debate hubiera girado alrededor del IPC de 1,9% a. en la UEM acompañado por una inflación de servicios de 1,6% a. De forma que habría quien hubiera puesto en valor movimientos más rápidos del BCE, pero la actualidad hará que hoy nos movamos entre la política en España e Italia y el reforzamiento de las fricciones comerciales encabezado por las últimas medidas de Trump. En clave europea, nuestro país acaparará todas las miradas ante una moción de censura que parece contar con los apoyos para salir adelante y llevaría a la presidencia del gobierno a Pedro Sánchez. No obstante, todavía cabe la posibilidad que el presidente del Gobierno dimita, aunque esta posibilidad sea marginal. En dicho caso, se abriría un nuevo escenario con un ejecutivo en funciones encabezado por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. A partir de este momento, entraríamos en una nueva fase equivalente a la del comienzo de legislatura, cuando el rey inicia un proceso de consultas y propone un candidato para la investidura. Un proceso sin plazos que podría prolongarse en el tiempo, en caso de no existir un candidato. Sin embargo, de existir, la elección e, incluso, el rechazo de la misma nos llevaría a desbloquear la situación ya que desde la primera votación, si no resulta elegido como nuevo presidente del Gobierno, en un plazo de dos meses se disolverían las cámaras y se convocarían elecciones. A la espera del devenir de los acontecimientos y teniendo presente que “obras son amores y no buenas razones” en estas cuestiones, conviene permanecer a la expectativa y dar valor a los hechos frente a los posicionamientos políticos. Sin embargo, de lo que no cabe duda, es que asistiremos a una jornada de ruido en clave nacional y que tendrá la capacidad de llegar a transmitir la inquietud a otros países, aunque en algunos como Italia el ruido amainará ante los últimos acontecimientos. En concreto, el Movimiento 5 Estrellas y la Liga cerraban el acuerdo que les permitirá gobernar el país durante los próximos cinco años. Ambas formaciones recularon y aceptaron retirar el encargo de ministro de Economía al euroescéptico Paolo Savona, como pedía el presidente Sergio Mattarella. Ejecutivo. Tras una larga negociación, ambos partidos aceptaron desplazar del Ministerio de Economía al euroescéptico Paolo Savona y sustituirlo por Giovanni Tria, rector de una Facultad de Económicas.; algo que cuenta con el beneplácito de Mattarella. Mientras tanto, el comercio volverá a estar en el centro de las miradas, después de que EEUU decidiese no prorrogar las exenciones a los aranceles al aluminio y al acero concedidas a la U.E, Canadá y Méjico que vencían el día 31 de mayo. Una medida de presión para acelerar unos acuerdos que no acaban de llegar en el formato deseado por la Administración Trump y que ya ha deparado la esperable réplica de la U.E en forma de denuncia ante la OMC y el anuncio de imposición de aranceles a los productos estadounidenses. Al mismo tiempo, las conversaciones comerciales entre EEUU y China se caracterizan por las tensiones y no por los acercamientos. Luego, la política enturbiará el comportamiento de los mercados durante la parte final de la semana, en un momento en el que las últimas encuestas de Reuters señalan que los gestores de fondos en EEUU optaron por reforzar sus tenencias de bonos (con la mirada puesta en los treasuries) y recortar sus posiciones en renta variable. La situación política en Italia y los temores comerciales daban respaldo a unas respuestas que apuntaban un peso de los bonos en las carteras del 35,8% (la mayor cifra desde febrero de 2016) frente al 34,9% de abril, al tiempo que la renta variable recortaba desde los máximos de 4 años y medio de abril al pasar del 57,9% al 56,9%. Unos resultados interesantes, aunque debemos tener en cuenta dos cuestiones: la muestra era reducida y algunas respuestas llegaban en pleno episodio de tensión. Las respuestas dadas por los gestores a escala global incidían en una dirección similar, al igual que la encuesta realizada por Reuters a los gestores europeos entre el 14 y el 29 de mayo. “El peso de las acciones en las carteras globales de los fondos europeos cayó casi -2 p.p respecto a abril hasta el 41,7%, el nivel más bajo desde noviembre de 2016. El porcentaje de la deuda subió +2,6 p.p, hasta cerca de máximos de dos años, al situarse en el 43%”. La cautela de fondo es real y ésta se moverá al son de la política, sin que en Europa el dato final del PMI manufacturero de la UEM de mayo o la confirmación del crecimiento de Italia en un 0,3% trim. durante el 1tr18 tengan capacidad para evitarlo. Por su parte, en EEUU, tendremos datos importantes del mercado laboral y, también, en forma de mejora del ISM manufacturero, pero vendrán a confirmar la inercia positiva del 2tr18 y no deberían marcar ningún punto de inflexión. Las nóminas no agrícolas se situarán en mayo próximas a su promedio mensual en lo que llevamos de año al repuntar hasta 185.000, ante la ausencia de efectos distorsionadores. Un dato positivo aunque los inversores tendrán más interés por el comportamiento de los salarios. A este respecto, cabe destacar una cuestión que recogía el Libro Beige y es que la escasez de personal cualificado en ciertos ámbitos está llevando a reforzar los paquetes de compensaciones, lo cuales van más allá de las prestaciones salariales. Por lo tanto, el repunte del 2,7% a. que esperamos del salario hora estadounidense en mayo sólo contaría una parte de la realidad de las remuneraciones a los trabajadores, explicando que las cifras no acaben de registrar cifras más dinámicas. Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama