Jornada de declaraciones
- Dudley y Rosengren (Fed): Hablan sobre balance de la Fed, 16:15h.
- Coeuré (BCE): Habla en Nueva York, 19:30h.
- Mester (Fed): Habla en Nueva York, 19:30h.
- Williams (Fed): Habla sobre previsiones, 21:40h.
Un día después de la publicación de las actas de la Fed, llegaba el turno para que vieran la luz las relativas a la última reunión del BCE. Dichas actas reflejaban que “algunos miembros expresaron su preferencia” por eliminar del comunicado el compromiso de incrementar los estímulos en caso de que fuese necesario, dado que se ha “reforzado la confianza en un sostenido ajuste de la inflación”. No obstante, la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno acababan descartando tal opción al considerarla “prematura” y todavía no “justificada”, aunque se apuntó que la política de comunicación podría ser revisada “pronto” este año. Por otro lado, el documento apuntaba que “la reciente volatilidad en el tipo de cambio del euro era una fuente de incertidumbre que requería especial vigilancia”. En concreto, se señalaba a “recientes declaraciones en el ámbito internacional sobre la evolución del tipo de cambio y, de manera más amplia, el estado general de las relaciones internacionales”, lo cual suponía una alusión directa a los comentarios realizados por el secretario del Tesoro estadounidenses, Steve Mnuchin, y su “comodidad” respecto a la depreciación del dólar. Durante la rueda de prensa de enero, Mario Draghi ya se mostró muy incisivo a este respecto, y las actas simplemente venía a confirmar esta circunstancia. Desde entonces, el cruce del euro frente al dólar ha dado un descanso a los miembros del BCE al haber descrito tres cuartas partes de una “W”. No obstante, ayer se imponían los avances a partir del mediodía, después de que los datos del IFO ayudaran a contener los movimientos durante la mañana. La confianza empresarial alemana empeoraba hasta 115,4 puntos (117,6 ant.), ante la mayor desconfianza tanto hacia el momento actual (desde 127,8 puntos 126,3) como el futuro (desde 108,3 puntos 105,4). En concreto, las empresas germanas señalaban un ligero deterioro de la demanda y los pedidos, aunque debe enfatizarse que los datos seguían apuntando a un momento muy positivo de Alemania y acorde con un crecimiento del 0,7% trim. en el 1tr18, de acuerdo con el propio instituto IFO. Esto último se veía apoyado por el mantenimiento del índice general en el segundo mayor registro desde el año 1991, si bien la cifra final de crecimiento pudiera ser ligeramente menor. Sin salir de Europa, también destacaba la segunda estimación del PIB británico, la cual revelaba una revisión de una décima a la baja del crecimiento hasta 0,4% trim. en el 4tr17 ante el menor aporte del avance de los servicios. Por el lado de la demanda, el consumo privado desaceleraba una décima hasta 0,3% trim., mientras que la formación bruta de capital fijo repuntaba desde 0,7% trim. hasta 1,1%. De esta forma, tales partidas aportaban +0,2 p.p. y +0,6 p.p. al avance del PIB de Reino Unido, respectivamente, lo cual contrastaba con el lastre de las exportaciones netas (-0,5 p.p.). En EEUU, conocíamos que el índice líder aceleraba hasta 1,0% m. en enero gracias, principalmente, a la contribución de las componentes vinculadas a permisos de construcción (+0,21 p.p.) y nuevos pedidos del ISM (+0,2 p.p.). En paralelo, se publicaba que las peticiones semanales de desempleo se aproximaban a sus mínimos desde los años 70 durante la semana pasada (222.000). En este contexto y sin debates adicionales sobre los movimientos de la Fed, el S&P500 iba de más a menos y acababa anotándose un 0,10%, mientras que el T-Note a diez años se estabilizaba en 2,925%. En los mercados europeos, los selectivos iban de menos a más y, si bien las pérdidas predominaban en los parqués, el Ibex se desmarcaba al subir un +0,54%. Dicha subida venía impulsada por las acciones de Telefónica (+3,8%), las cuales reaccionaban positivamente al aumento de los beneficios de la compañía en un 32,2% en 2017 (3.312 mill. €). Hoy, no habrá que descuidar las declaraciones del consejero Coeuré, mientras que en EEUU lo más destacado será el foro de discusión sobre el balance de la Fed en el que participarán William Dudley y Eric Rosengren. Un interesante debate en el que todos permanecerán atentos a cualquier cifra que se dé sobre el posible ajuste del balance de la institución. Meses atrás, el propio Dudley planteó un ajuste de entre 1 y 2 bill. $ respecto a un punto de partida de 4,5 bill., siendo acorde sus estimaciones con el ejercicio realizado por Jerome Powell el pasado junio. En dicho momento, el nuevo presidente de la Fed propuso varios escenarios, estableciendo los dos más prudentes un tamaño del balance que se situaría entre 2,4 y 2,9 bill. $ en 2022. Luego, de incidirse en cifras similares a estas últimas, tendríamos una guía muy valiosa que nos señalaría hasta dónde puede llegar la Fed en la tarea más importante de su estrategia de salida. Por otro lado, también deberemos permanecer atentos al informe semestral que desde la institución se envía al Congreso en los momentos previos a la comparecencia de su presidente. Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama