Panorámica semanal: Publicación de actas
En el final de la semana, convivían las compras de treasuries que llevaban al 10 años hasta cifras de 2,87% con una sesión tranquila en el S&P500, dando forma a un entorno donde la volatilidad medida por el Vix se contenía en niveles del 19%. De hecho, las últimas noticias sobre la “injerencia rusa” en las elecciones de EEUU, simplemente, servían de excusa para poner un lógico alto a la remontada de la renta variable americana desde el pasado 8 de febrero.
No obstante, las bolsas mundiales registraban una buena semana y el mejor tono y la mayor tranquilidad también era extrapolable a Europa, donde las plazas bursátiles registraban revalorizaciones durante toda la jornada del viernes. Una situación que, en el caso del Viejo Continente, también se veía apoyada por los resultados empresariales, cuyo avance durante el 4tr17 rondará el 14,6% a. según las cifras recogidas por Thomson Reuters para el índice STOXX 600. Sin embargo, todavía es pronto para “cantar victoria”, ya que el último capítulo del episodio de corrección vivido todavía no está escrito.
En el caso de la UEM, las cuestiones políticas pueden llevar a que reaparezcan las inquietudes de los inversores, dada la cercanía de las elecciones italianas, que tendrán lugar el próximo 4 de marzo, y el proceso abierto entre las bases del SPD para ratificar el acuerdo de coalición en Alemania, cuyo resultado se conocerá el mismo día. De esta forma, el trasfondo político de la primera economía de la Eurozona estará de actualidad, aunque antes tendremos otra cita política con el Eurogrupo.
Esta tarde, los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro abordarán las últimas novedades del rescate de Grecia y la reciente misión de supervisión a Irlanda, aunque el plato fuerte será la elección del candidato a la vicepresidencia del BCE en liza entre Luis de Guindos y el gobernador del Banco de Irlanda, Philip Lane. Una cita en la que igual también haya tiempo para tratar la propuesta de la Comisión Europea respecto a la transformación del ESM en un Fondo Monetario Europeo con pleno control parlamentario y regido por la legislación de la Unión Europea, pudiendo llegar a servir de respaldo al fondo de resolución bancaria de la zona euro .
De vuelta a Alemania, esta semana no sólo deberemos estar atentos a la política, también a los datos importantes que se darán a conocer en el país durante la semana. En concreto, la estimación final del PIB alemán confirmará que, en el 4tr17, el avance del 0,6% trim. (2,9% a.) se vio notablemente apoyado por el buen desempeño de la demanda externa y el aporte del gasto público. Por el contrario, de acuerdo con la publicación de las cifras preliminares, el consumo privado se mantendría en niveles parecidos a los del 3tr17 (-0,1% trim.) y la inversión fija en maquinaria y equipo habría experimentado leves repuntes, contrastando con el ligero deterioro de la destinada a construcción. En conjunto, Alemania vivió un buen 2017 que se cerró con un crecimiento del 2,5%; la mayor tasa desde el 3,7% registrado en 2011, una vez ajustados los datos por el efecto calendario.
Más interés despertarán los indicadores adelantados que verán la luz durante la semana, esto es, los ZEW y los IFOs de febrero. En ambos casos, los subíndices relativos a la situación actual, pese a retroceder, se mantendrán en niveles cercanos a los máximos históricos registrados en enero (95,2 y 127,7 puntos, respectivamente), aunque habrá que prestar atención a las componentes de expectativas.
En el caso de las expectativas de los IFOs, la fortaleza con la que el euro empezó el año pesará en las respuestas de los industriales, a pesar de su paso atrás en febrero y de centrarse sus alzas en el cruce contra el dólar. En lo que respecta al ZEW, los recientes episodios de volatilidad bursátil explicarán la merma de la confianza de los inversores y analistas germanos, siendo interesante analizar su percepción del futuro de la inflación y de los tipos a corto plazo en las principales economías mundiales.
También se publicarán indicadores adelantados en el agregado de la UEM, donde la estimación preliminar de febrero de la confianza del consumidor de la Comisión Europea permanecerá en niveles cercanos a 1 punto, volviendo a adelantar una evolución favorable del gasto de los hogares en el área. Asimismo, mostrarán un buen desempeño los PMIs preliminares de febrero de la Eurozona, si bien no descartamos una ligera corrección de los mismos ya que las respuestas podrían haber sobre-reaccionado al alza en los meses previos. Por ejemplo, en el final de 2017, las cifras de los PMIs se correspondían con tasas de crecimiento cercanas al 0,8% trim. en la Eurozona, cuando el avance del PIB fue del 0,6% trim.
En un entorno donde la sensibilidad hacia la evolución de la inflación ha aumentado en gran medida, la estrella de los PMIs serán los subíndices de precios. El referente a los costes, alcanzaba máximos de 81 meses en enero, mientras que los precios cobrados por las empresas de la UEM experimentaban el avance más intenso desde abril de 2011. Todo ello, en la misma semana en la que se confirmará que el IPC del agregado de la Eurozona moderó hasta 1,3% a. en enero, mientras que la inflación subyacente incluido alcohol y tabaco repuntó una décima (1,2% a.) y la de servicios se mantuvo en 1,2% a.
De confirmarse lo recogido en las componentes de precios de los PMIs, deberemos prepararnos para que la inflación de la UEM avance a un mayor ritmo en los próximos meses. En este contexto, las actas del BCE recordarán la confianza de la institución de cara a la recuperación de la inflación en el medio plazo, así como hacia el buen momento de la actividad en la Eurozona. Otra cuestión es que desde Frankfurt se cante victoria y de esto también dejará constancia el documento, aunque la prioridaddel mismo será generar confianza respecto a la comunicación de la estrategia de la entidad. Así, se dejará claro la continuidad de las actuales guías del BCE y que aún no se ha iniciado el debate sobre el futuro de la política de comunicación de la institución.
Por otra parte, habrá que seguir muy de cerca las discusiones sobre el impacto de la cotización del euro en la economía de la UEM, después de las críticas no tan veladas de Mario Draghi a EEUU por el comportamiento del dólar. En paralelo, los inversores ya empezarán a mirar al encuentro clave de marzo en un escenario donde la importancia de la volatilidad vivida en los mercados ha sido minimizada desde los bancos centrales, siendo un buen ejemplo de ello las últimas declaraciones del consejero del BCE, Benoit Coeuré: “hasta ahora, lo que vemos es que el ajuste ha sido ordenado en los mercados y en su transmisión hacia la Eurozona; el impacto en la UEM se ha circunscrito, especialmente, a los mercados de renta variable”.
Un día antes de publicarse las actas del BCE, verán la luz las de la Reserva Federal. Éstas también vendrán marcadas por los mensajes positivos sobre el crecimiento económico estadounidense y la inflación, la cual se espera que “avance en el presente año”. Además, dichas actas servirán para señalar al FOMC de marzo como el momento en el cual podremos presenciar la primera subida de tipos de 2018, la cual cuenta con el apoyo de los últimos datos publicados en EEUU y es descontada por los mercados con una probabilidad superior al 80%.
En informes anteriores, hemos insistido en que, si la volatilidad en los mercados iba a más, llegarían los gestos desde instituciones como la Fed. Sin embargo, en el organismo parecen cómodos con la entidad del actual ajuste y el rebote de los mercados juega a favor de sus intereses, tendentes a normalizar lo máximo posible la política monetaria en EEUU. En nuestra opinión, esto se traduciría en un escenario central acorde con tres subidas de tipos en 2018 y la continuidad del ajuste programado del balance.
De la misma forma, las últimas referencias estadounidenses permiten el endurecimiento paulatino de la política monetaria. El viernes, se publicaba que los precios de importación aceleraban en enero hasta 3,6% a., al tiempo que la confianza del consumidor (según la Universidad de Michigan) repuntaba hasta 99,9 puntos en febrero. También dejaban un “muy buen sabor de boca” los datos relativos al sector residencial. Por un lado, los permisos de construcción se elevaban en enero hasta rozar los 1,4 mill. a. y alcanzaban cotas no vistas desde 2007; por otro, la iniciación de construcciones superaba los 1,3 mill. a. por primera vez desde octubre de 2016.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama
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