Panorámica semanal: Foco en el BCE
Shinzo Abe se convertía en el primer ministro más longevo de la historia japonesa de la posguerra tras la victoria de la coalición que él lidera en las últimas elecciones presidenciales niponas. Con el escrutinio casi finalizado, el Partido Liberal Democrático (PLD) y la formación budista Komeito obtenían 312 de los 465 asientos del Parlamento; una amplia mayoría que deja a Abe las manos libres para llevar a cabo su pretendida reforma de la Constitución pacifista de Japón, que persigue desde hace años. La victoria de Abe era recibida en la bolsa de Tokio con un aumento del +1,1% en el Nikkei.
En el terreno económico, Abe mantendrá su estrategia para impulsar el crecimiento económico (Abenomics) centrada en una liberal política monetaria que ha alentado las exportaciones. Además, el jefe del Gobierno nipón continuará con la aplicación de la subida del impuesto sobre el consumo en 2019. Aunque es una medida muy impopular, Abe la considera imprescindible para reducir el déficit fiscal nipón y sufragar un gasto público que apuntale la aún débil recuperación económica. El Ejecutivo también deberá adoptar medidas ante el envejecimiento de la población.
Otras de las informaciones del fin de semana provenía de China, pues en el XIX Congreso del Partido Comunista se hacía hincapié la importancia del sector privado en su economía, señalándose la inversión como el gran motor del crecimiento. Desde el seno interno, se destacaba que, a pesar de que el crecimiento se ralentizó el año pasado, la inversión privada aumentó un 6% en los nueve primeros meses de este año, +3,5 p.p respecto al año anterior.
Sin dejar China, el ministro de Trabajo del país expresaba su punto de vista con respecto al mercado laboral al explicar que se necesita crear empleo para 15 millones de personas cada año y que mantendrá su apoyo al emprendimiento para ayudar a lograrlo. Dichas palabras se producían después de que la tasa de desempleo del país alcanzase su punto más bajo en años al situarse en 3,95%.
Al margen de lo acontecido entre el sábado y el domingo, el BCE ocupará el centro de casi todas las miradas en la semana que comienza debido a su reunión del próximo jueves. La reducción de las compras por parte de la entidad se da por descontada y el interés radicará en la forma de dar este paso. En los últimos días, se ha especulado con más fuerza respecto a la posibilidad de reducir las adquisiciones hasta 20 mm. € al mes, prorrogándolas hasta finales de 2018. Así, se mantendría la actuación en mercado durante más tiempo, se retrasarían las especulaciones sobre el futuro de los tipos y, también, se evitaría la escasez de activos comprables. Sin embargo, desde el punto de vista del bando laxo, cuyas inquietudes no desaparecen, el gran inconveniente descansaría en que un recorte inicial de 40 mm. € se interpretaría como excesivo.
Otra de las opciones sobre la mesa consistiría en una reducción de las compras hasta 40 mm. €, extendiéndolas hasta junio. Una acción que consideramos acabaría viéndose complementada con adquisiciones de 20 mm. € al mes durante el segundo semestre, dado que un recorte abrupto desde 40 mm. € hasta 0 (aunque fuera en junio) seguiría sin convencer al bando laxo, teniéndose en mente también el potencial impacto sobre los mercados de un paso abrupto. Así, consideramos esta opción como la más probable, pues contentaría incluso a los ortodoxos al poder vislumbrar el potencial fin del QE. El problema es que, bajo este formato, sí podrían darse tensiones desde la perspectiva de los activos comprables.
Tampoco debe desecharse otra alternativa que nos gusta especialmente en IM: la reducción de las compras a 30 mm. € al mes y su prolongación hasta septiembre. Una opción que colocaría las compras en unos niveles compatibles con el planteamiento, antes del verano, de su finalización en el mismo mes de septiembre o su progresivo desmantelamiento en el 4tr18. Además, no obligaría a cambios en los límites por emisor y emisión de las compras, al tiempo que sería aceptable para los dos grandes bandos.
El debate sobre las acciones del BCE ocultará la importancia de las referencias macro que conoceremos a lo largo de la semana. Los indicadores adelantados serán los protagonistas en Europa, si bien éstos no deberían desmarcarse en exceso de sus niveles anteriores. De hecho, esperamos que elPMI compuesto preliminar de septiembre se sitúe en 56,5 en la Eurozona, registrando un tímido descenso que no evitará su mantenimiento en niveles acordes con un destacado dinamismo del crecimiento. En esta línea, el índice manufacturero se mantendrá en cotas no vistas en más de seis años (58,0) y su homólogo de servicios contará con el apoyo del dinamismo de los pedidos (55,4). Además, conoceremos la cifra preliminar de la confianza de los consumidores de la UEM correspondiente a octubre y publicada por la Comisión Europea, cuyo nivel de -1,1 puntos también se alineará con las cifras del mes anterior y no pondrá en duda el ritmo de crecimiento de la zona euro.
Los indicadores adelantados que conoceremos en Alemania registrarán variaciones algo más relevantes, pero sin ser decisivas. En octubre, los índices IFO evolucionarán al alza y su indicador agregado se situará en 115,6 apuntando la solidez de la economía alemana. Por su parte, el índice GfK de noviembre no pondrá en entredicho esta circunstancia al continuar anclado en niveles de máximos históricos (10,8). En Italia, el comportamiento de las confianzas será algo menos favorable ante unos empresarios que modularán la evolución al alza del su optimismo y una confianza de los hogares que dará un paso atrás. Un paso atrás que no será extrapolable a los franceses aunque después de su claro comportamiento a la baja en los últimos meses como consecuencia al temor hacia el futuro ante la peor percepción de las condiciones de vida.
Al margen de las confianzas, la M3 de la zona euro aumentará en septiembre a un ritmo del 5,0% a., reflejando sus contrapartidas el avance del crédito de los hogares y la recuperación de los préstamos a las empresas no financieras. Tampoco debemos descuidar las importantes referencias que conoceremos durante en nuestro país y que el viernes ya comenzaban después de que la agencia de calificación Moody’s mantuviese la nota a España (Baa2), aunque advertía que, si la tensión sigue alargándose sin llegar a ninguna solución, la calificación de la deuda soberana se verá afectada. Entre los datos más importantes, esperamos que la Encuesta de Población Activa del 3tr16 revele el descenso de la tasa de paro hasta 16,6%, si bien mayor interés cobrará el freno en la creación de empleo y unos datos mejorables de la población activa. Junto a los datos de mercado laboral, destacarán las ventas minoristas de septiembre que, en términos ajustados de estacionalidad, deberían repuntar hasta +1,9% a., pero arrojando un comportamiento del consumo de bienes más discreto respecto a lo descontado meses atrás.
Autores: Intermoney Análisis y Estudio
Francisco Vidal, Garbriel Marquès, Mariano Valderrama