¿Cuándo es conveniente desmarcarse de la manada?
Los inversores coinciden en la búsqueda del equilibrio entre la aversión al riesgo y la obtención de rentabilidades. Pero el camino a seguir para llegar a ese equilibrio es difícil de descifrar. Persisten malos hábitos que muchas veces llevan a los partícipes a excluir alternativas de las que podrían obtener mayor beneficio.
Y es que a día de hoy continuamos siendo victimas de conductas que la razón no entiende, también en el ámbito de las inversiones. Dos de los motivos principales de estas decisiones erróneas y contraproducentes son nuestra tendencia a seguir el comportamiento de la mayoría, y la debilidad ante los impulsos emocionales y el temor a la perdida.
Los episodios de volatilidad ponen a prueba la capacidad del inversor de mantenerse fiel a una estrategia. Los vaivenes del mercado no dejan indiferentes a la mayoría de partícipes que fallan a la hora de reconocer cómo muchos de los acontecimientos considerados negativos, en realidad suponen un excelente punto de entrada para obtener rentabilidad.
Conocerse a uno mismo y cuestionar la toma de decisiones que nos puedan llevar a dejar escapar atractivas revalorizaciones, es un factor fundamental a la hora de invertir. Pero el antídoto más seguro para evitar caer en nuestras malas conductas es acudir a los expertos.
De esta forma podremos obtener una definición optima de cuál es nuestro perfil inversor, escoger el producto más a acorde, y beneficiarnos de su criterio experimentado a la hora de tomar de decisiones.