“Sumarse al cambio no es un reto, sino una obligación”
Ayer tuvo lugar otra de las conferencias organizadas por Finametrix, distribuidora de desarrollos tecnológicos para el sector financiero. Los ponentes invitados al debate sobre la influencia del fintech en el ahorro y la inversión a largo plazo, presentaron su experiencia como entidades que se han sumado a la digitalización.
Entre las temáticas que fueron surgiendo a raíz de las preguntas formuladas por los espectadores, no tardó en salir la regulación. Desde su experiencia, los ponentes defendieron que lejos de suponer un obstáculo, todo avance tecnológico que cumpla con las normativas, es fuente de transparencia y facilita la adaptación a los nuevos requisitos que se impondrán a partir del 2018.
Cómo ejemplo, mencionaron la normativa de transparencia de costes que entrará en vigor en Enero del 2018. Con MifID II, no solo serán accesibles al cliente la totalidad de comisiones que hay detrás de cada producto, sino que los porcentajes tradicionales darán paso al precio exacto que paga el participe por el patrimonio invertido. Esta accesibilidad al detalle completo del precio por producto comercializado, no solo es perfectamente compatible con una plataforma de contratación digitalizada, por ejemplo, sino que el nivel de información al que puede acceder el cliente a través de los nuevos portales online es cada vez mayor.
La segunda gran ventaja, en la que hizo hincapié Patricia Mata, Directora de Fintech del Grupo CIMD y su nueva pata tecnológica imdi funds, es el ahorro en costes que supone la digitalización. Con MifID II, las comisiones pasarán a tomar un papel decisivo para el cliente a la hora de seleccionar un producto y todo ahorro en costes para el comercializador permite bajar los precios de su producto, y hacerlo más competitivo. “Nuestro objetivo principal es reducir al máximo el número de costes, para poder ofrecer mayor rentabilidad al cliente.
Para hacerlo hemos optado por automatizar todo aquello que suponía una mejora del user experience, sin deteriorar la calidad del producto”. Para el sector financiero sumarse al cambio no es solo un reto, sino una obligación, y todo avance previo a normativas futuras o cambios en la legislación, es tiempo ganado y puntos a favor.