La semana empezará a la sombra del resultado de las elecciones en Francia, el cual arrojaba una segunda vuelta en la que se enfrentará Macron contra Le Pen después de aventajar a la segunda al obtener más del 23% de los votos.
Así, cobraba forma el escenario más favorable y la mañana de hoy debería caracterizarse por los avances de las bolsas y el sesgo vendedor en los bonos germanos, pero sin que debamos esperar mucho más de los mercados europeos en un día en el que la deuda de Italia merecerá especial atención.
Los inversores darán una buena acogida inicial a los resultados electorales en Francia pero huyendo de la sobrerreacción. El resultado de las elecciones francesas vendrá a reforzar el impacto positivo de indicadores como los PMI de la UEM.
A nivel compuesto, el índice de la Eurozona se situaba en máximos de 6 años y era consistente con avances del 0,7% trim. del PIB. Quedará en el olvido el paso atrás dado en el comunicado final de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en lo referente al comercio. El compromiso mostrado anteriormente para luchar contra el proteccionismo comercial queda atrás y, ahora, se plantea trabajar para acabar con las “desigualdades” del comercio mundial.
El jueves, el BCE celebrará un nuevo encuentro de política monetaria y, en línea con lo ya apuntado semanas atrás por distintas voces de la entidad, el tono será continuista y muy cuidadoso, después de considerarse que los mercados habían malinterpretado su mensaje en marzo. Los índices de confianza de la Comisión Europea experimentarán pocos cambios en abril, salvo el vinculado a los consumidores, cuyas cifras finales confirmarán su buen comportamiento (-3,6). Tampoco registrarán grandes cambios los índices IFO de confianza empresarial en Alemania. También, conoceremos los datos preliminares de IPCA de abril en Alemania y el resto de grandes economías del euro, sufriendo ahora el camino de vuelta del “efecto Semana Santa”. La inflación de servicios repuntará y llevará al agregado del IPC de la UEM hasta 1,8% a. en el presente mes.
En España, la economía mantiene el ritmo de avance del 0,7% trim. al amparo del buen tono de la demanda nacional pero, también, de la externa. La publicación del PIB francés del 1tr17 mostrará la estabilidad del crecimiento aunque a un ritmo del 0,4% trim., protagonizado por la demanda interna. El PIB preliminar del 1tr17 del Reino Unido, se espera que desacelere hasta 0,4% trim. en un entorno de enfriamiento del consumo, lastrado por el avance de la inflación, y que se reflejará en el peor desempeño de los servicios en las cifras desde el lado de la oferta.
Pero el gran dato de la semana serán las discretas cifras de crecimiento en EEUU, debido al tímido crecimiento del consumo y la aportación negativa de los inventarios y la demanda externa, en línea con el aumento del déficit comercial el pasado mes de febrero. Por otro lado, en las cifras de PIB de EEUU, podremos observar una evolución positiva de la inversión residencial.
Los índices de confianza del consumidor se mantendrán en niveles elevados en el mes de abril al estar todavía bajo el influjo de los prometidos estímulos, mientras que las órdenes de bienes duraderos deberían presentar una evolución positiva en marzo en consonancia con la tendencia al alza observada en los últimos datos. Asistiremos a otra semana donde lo mediático se impondrá a las realidades tangibles en lo que a los estímulos se refiere en EEUU.
Trump ha prometido “un gran anuncio” en materia fiscal para el próximo miércoles, si bien las primeras filtraciones apuntan que: “Van a esbozar amplios principios y prioridades”. Una filtración que puede ser cercana a la realidad, si también tenemos en cuenta otras palabras del Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien apuntaba que la reforma fiscal causará ciertos “problemas a corto plazo” en materia presupuestaria, bajo una visión “tradicional” y “estática” de los presupuestos.
En otras palabras, queda mucho trabajo por hacer para ofrecer planes “cerrados” en EEUU y lo mismo ocurre con el impulso a las infraestructuras.
En Asia, la celebración de la reunión del BoJ precederá a la del BCE en la jornada del jueves, si bien tampoco se esperan novedades en base a lo ya adelantado por su gobernador, Haruhiko Kuroda. No obstante, se dará a conocer la actualización de las previsiones macroeconómicas de la entidad, las cuales revelarán una recuperación más rápida de lo previsto del PIB, aunque la proyección de la inflación seguirá marcando una senda de debilidad. Los datos nipones de IPC de marzo, que se publicarán el viernes, seguirán siendo débiles.
Una vez superado el impacto positivo de las elecciones en Francia, la lectura favorable del momento económico actual en Europa revelada por los datos se verá compensada por el tono continuista del BCE, contribuyendo a que los movimientos sean comedidos en la deuda soberana del Viejo Continente (con permiso de Italia). En EEUU, las cifras causarán cierta confusión con el PIB contrarrestando el efecto de los indicadores adelantados y derivando también en cambios comedidos de los treasuries. Las bolsas volverán a estar pendientes de los resultados corporativos y, en especial, en EEUU donde asistiremos a una avalancha no vista en una década al publicarse en tan sólo una semana las cifras de 190 empresas del S&P500 cuyo valor supera los 7,7 billones $.