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2022 desafía a los mercados

Ahorro e inversión 13 mayo, 2022

En las últimas semanas las principales bolsas globales han acabado cediendo ante un contexto marcado por las mismas grandes cuestiones que nos acompañaban en los primeros meses del año: el temor a un rápido endurecimiento de la política monetaria de los principales bancos centrales y la incertidumbre generada por el ataque de Rusia a Ucrania.

La preocupación por la inflación ha empujado a los principales bancos centrales a adoptar una actitud más decidida en relación a la normalización de la política monetaria, aumentado la incomodidad de los inversores en cuanto a la posibilidad de que el control de la inflación devenga en un enfriamiento excesivo de la economía. Sin ir más lejos, en los últimos días, el principal banco central del mundo, la Reserva Federal de EEUU, aceleraba las subidas de tipos con un aumento de 50 p.b.

Las bolsas, que tienden a actuar como máquinas de descuento del futuro de la economía, han recogido, en forma de correcciones, la posibilidad de un escenario de desaceleración económica con su consiguiente impacto en los beneficios empresariales y los bonos tampoco han servido de colchón en un contexto de subidas (o anuncios de subidas) de los tipos de interés y reducciones (o anuncios de reducciones) de sus balances. 

Sin ir más lejos, los bonos del tesoro estadounidense y alemán a 10 años, considerados como los activos de menor riesgo a ese plazo en las divisas dólar y euro, han registrado caídas superiores al 10%. Si nos fijamos en bonos con prima por emisor (crédito corporativo, deuda soberana periférica, países emergentes) las caídas son aún más pronunciadas por incurrir en un mayor riesgo de crédito. 

Por otro lado, continúa la ofensiva rusa en Ucrania, con su consiguiente impacto en la economía global y al precio de las materias primas, que a su vez influye en la temida inflación, mientras la comunidad internacional sigue buscando la manera de aplicar sanciones que tengan un impacto relevante en la economía de Rusia. En última instancia, Alemania se mostraba a favor de apoyar la prohibición sobre el petróleo ruso si era de manera gradual, advirtiendo al mismo tiempo de que la detención del suministro de gas por parte rusa debe de tomarse en serio.

Aunque, en el contexto actual, no podemos concluir que el precio de las acciones y los bonos hayan tocado su suelo, los mercados podrían haber hecho ya parte del trabajo, aplicando descuentos a todas las clases de activos.

Como hemos comentado en numerosas ocasiones, los activos financieros han vivido unos años de fuertes subidas, en algunos casos sobredimensionadas, y uno de los factores que ha contribuido a ello han sido las importantes inyecciones de liquidez de los bancos centrales, junto a una bajísima inflación. Una vez que los mercados dejan de contar con esta herramienta (políticas monetarias expansivas) parece natural que los precios se desinflen descontando unas rentabilidades más moderadas para los próximos años.

Con todo lo anterior podemos concluir que se trata de un momento complejo con enormes retos para los inversores tanto de renta variable como de renta fija. Como comentábamos anteriormente, la realidad descrita estaría ya recogida en los precios y quedarse fuera de los mercados tras las recientes caídas supone un riesgo elevado. Son varios los escenarios que pueden darse de manera repentina y cambiar el rumbo de los mercados: Una resolución cercana en el tiempo de la guerra de Rusia, un retorno de la inflación a niveles más próximos a su media reciente y que por tanto condicione las acciones de los bancos centrales, medidas expansivas en el ámbito fiscal para apoyar el crecimiento o una evolución del consumo positiva en las principales economías, que contribuyan a los beneficios empresariales. Todos ellos, son escenarios plausibles que pueden tomar forma de una manera rápida, haciendo rebotar a los activos de riesgo y por tanto el riesgo de estar desinvertido es destacable.

Nuestra recomendación principal a nuestros clientes es no tomar decisiones drásticas. El perfil de riesgo se asigna a cada cliente en función de sus necesidades y aversión al riesgo y teniendo en cuenta su horizonte temporal. Una gestión del riesgo adecuada a las necesidades y condicionantes del cliente supone la diferencia entre consolidar en el peor momento o aprovechar las oportunidades. Nuestro equipo gestor toma las decisiones en función del contexto para mantener los niveles de riesgo adecuados a las características del mercado en cada momento y para sacar partido de las oportunidades, cuando estas se presentan.

Daniel Rodriguez-Sahagun

Portfolio Manager en Intermoney Patrimonios

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